el velero

El sábado mi padre, como muchos otros sábados, fue a una subasta. De estas que venden desde cuadros hasta alfombras, pasando por muebles…cuando llegó a casa con el catálogo correspondiente, me comentó que había visto una maqueta de un velero, que no estaba mal…y lo vendían por 90 euros. Y como a mi me gustaban los barcos había pensado en mi…
En el catálogo apenas se podía apreciar como era el barco. Si que parecía que era una réplica a juzgar por la vela cangreja, por lo que me decidí a ir a verlo no fuera que perdiera la oportunidad de comprarme una pieza única…
Cuando llegué a la casa de subastas de Consejo de ciento llovía. Entré y en seguida lo vi. Ahí estaba expuesto. No era un barco especialmente atractivo…yo diría que era una maqueta demasiado sencilla…por lo menos para pagar 90 euros…además, debería de buscar un espacio para ponerlo. En conclusión, y después de observarlo con detenimiento durante unos minutos decidí que no me interesaba.
No en principio…porque si que es cierto que había algo en ese barco que lo hacía diferente. En el casco tenía como un cuadrado de unos 4 cm por lado en la amura de estribor, difícil de distinguir porque con la pintura quedaba disimulado.
Pero era algo extraño, porque la silueta del cuadrado sólo estaba en una amura y que sentido tenía dibujar un cuadrado en el casco (obra viva).
Me fui por la mañana al Forum. Intentaría salir a navegar, si dejaba de llover…Pasé toda la mañana pensando en lo rara que era esa maqueta del barco. No correspondía a ninguna réplica de ningún barco famoso. Además la disposición de los elementos de la bañera no se correspondía al tipo de vela cangreja utilizada en esa época. La maqueta no tenía ni nombre ni fecha. No era especialmente bonito, pero tenía algo…
Por la tarde volví a la sala de subasta para volver a mirar la maqueta más detenidamente. Cuando aparentemente no había nadie mirando cogí el barco con las manos. Presioné con un dedo el cuadrado, y cual fue mi sorpresa al ver que se habría una trampilla. Dentro había un papel enrollado que ocupaba poco y una pequeña llave. Las cogí y me lo metí todo en el bolsillo. Nadie me había visto, y yo estaba algo nervioso…nunca había robado nada. Mi primera intención era leer la nota con tranquilidad y devolver la llave…pero una vez leída la nota…no fuera que la llave correspondiera a algo importante.
“perdón…entonces…se lo queda?” – me preguntó una vendedora de la casa de subastas…al ver como me había interesado durante tanto tiempo por esa maqueta.
“ummm…creo que me lo pensaré….pero ¿sería posible saber a quién pertenecía esa maqueta?
“no sé si lo podemos decir…en todo caso deberíamos llamar al propietario y comentarle en su petición y si no tiene ningún inconveniente….”
“ok….ya me dirá algo…es que muchas veces las maquetas pertenecen a barcos reales a escala, y los dueños de las maquetas suelen ser los dueños de los barcos….y a mi este barco me gustaría saber si existe y si lo tiene en venta…lo raro es que no lleve ni nombre…”
“ok…me lo apunto y lo llamo…
“muchas gracias…”
Una vez tranquilo dentro del coche. Me puse a pensar en todo lo que me había pasado. Seguía lloviendo y de repente me acordé del mensaje que había encontrado en el barco…
El mensaje era una una frase con un número "detrás del árbol…80 92 05 tqt. Y la llave era de una caja fuerte (fácil conclusión porque llevaba grabado la marca "fichet")…”