Llevé el cartel al bar Granados al día siguiente.
La joven
camarera que me había atendido, la del piercing de
la nariz, me miraba incrédula al verme aparecer con el
letrero oxidado que antaño había estado colgado sobre la puerta de la entrada del bar.
De hecho,
cuando le volví a comentar a la camarera que
de casualidad había encontrado el cartel por el
bosque…se puso pálida. Entonces me explicó
que muy bien no se sabía lo que había pasado al señor Granados. Que un buen día
el su jefe desapareció. Sólo encontraron su bicicleta destrozada, en el arcén de la carretera que lleva al tibidabo…pero el cuerpo nunca había
aparecido…Entonces cerraron el local por
indicaciones de su viuda, (yo pensé que en todo caso debería ser supuesta viuda...si es que no habían encontrado el cadáver…)
La policía que visitó en numerosas ocasiones el
local nunca encontró pista alguna para saber que
es lo que le había pasado con el dueño del bar.
Me senté en la misma mesa y miré
hacia donde me pereció que había la foto. Era extraña la forma de la tapa de
aluminio. Seguía haciendo un efecto raro.
Realmente para ser una tapa de tubería era exageradamente grande.
La
camarera no entendió nada cuando le pedí una escalera.
Tenía una corazonada...pero era solo eso. Me acabé la cerveza y pensé que no era normal que
quisiera subir a una escalera para ver una tapa de una tubería. Me reía yo sólo de lo absurdo de la situación. Me alegré de haber vuelto sin mi
novia...ufff si me viera subirme a una escalera para ver una tapa...se
preguntaría muchas cosas...quita quita.
Llegué a la altura de la tapa y vi que se podía abrir.
La
camarera había perdido el interés y se limitaba a mirarme de reojo mientras fregaba unos
cuantos vasos. No se veía nada ...pero se me ocurrió utilizar el móvil a modo de linterna. Y ahí había algo!!! Era una caja metálica, de tamaño como una caja de puros. En la parte superior de la caja había un grabado, y
en medio, una piedra azulada, debía ser un "jade" (por decir algo, porque no tenía ni idea...). Cogí la caja disimuladamente, me giré y vi que la camarera no estaba mirándome. De hecho, se había ido, y me puse la caja dentro del barbour.
Cerré la tapa y baje intentando que no se me cayera la caja.
Llegue al suelo y apareció de nuevo la camarera.
-Has
encontrado algo?..me preguntó
Dude unos
instantes pero luego intentando no mirarle a los ojos le dije...
-no,
no...Te preguntarás porqué quería subir ahí...es que soy instalador de calefacciones y me preguntaba porque habían puesto una caja
con una tapa de aluminio, en ese sitio, miraba si al margen de la tubería pudiera haber una caja de fusibles ...- dije lo primero que se me ocurrió.
- Ok , no
te preocupes por la escalera, ya la guardaré
yo....-dijo la camarera girándose y volviendo detrás de la barra para atender a un cliente que le había pedido un carajillo de Baylis.
Me despedí dándole las gracias.
-No ,no
gracias a ti por traer el cartel...no sé que haremos con él pero gracias.
Salía del bar. Pensé que no debía haber notado que llevaba todo el rato la mano en el
bolsillo aguantando la caja que se me caía...
Abrí el coche, Estaba solo. No había nadie mirando así que saqué la caja metálica.
Ostras!
era muy bonita. El grabado eran como motivos florales animales con una piedra azulada en medio. Igual es un topacio...pensé..
Levanté la tapa y encontré
una carta manuscrita y un llavero con una placa donde había grabado un número y una llave.
Empecé a leer la carta. Era del Sr. Granados.
Estaba
fechada hacía dos años y medio. El señor Granados explicaba que a había huido de la mafia italiana. Pero estaba vivo. En algún lugar de la India....
No hay comentarios:
Publicar un comentario