martes, julio 03, 2012

Las ocas de la portería 2


Confundido llamo a Manel por si ya había hecho las ecografias de las putas ocas...y me comenta que en ese preciso instante las estaba viendo. Las dos tenían dentro del estomago unas piedras de tamaño considerable...

- joder Tio....y yo que quieres que haga? – me preguntaba mi amigo veterinario
- pues sacarles las piedras! Enseguida estoy en la clínica...lo podrás hacer hoy...me parece que es importante.
- lo intento...pero que hago con las ocas....
- con la ecografia...¿se puede apreciar esas piedras como son? De tamaño digo... se me ocurre algo...- le comentaba a Manel
- De tamño similar a una peladilla....¿porqué?
- Quiero que abras el estomago de esas ocas, saques las piedras y coloques otras piedras de similar tamaño que encuentres por ahí....
- queeeé ? Estas como una cabra...porque quieres hacer eso?
- Manel...creo que ha muerto un hombre por esas putas piedras...probablemente contengan droga...y ahora me deben estar buscando a mi!
Manel no dijo nada durante unos segundos...
-Ok...lo hago esta noche... No te preocupes ...cogeré de esas piedras blancas que hay en la jardinera ...por la forma son similares...
- gracias tio...igual me has salvado la vida....otro favor mas...vosotros..¿ no tendréis chips de esos para localizar a los perros?... y que se los podamos poner a las ocas ...no?
- joder ! Si al final me vas a arruinar!- comentó ironicamente Manel
Le puedo poner un chip para perros...pero no harás nada...no te los localizan a menos que fisicamente tengan a las ocas. Es sólo para identificar las fichas de los perros....lo único que podemos hacer es ponerles una chapa emisora en las patas...eso a través de un GPS puedes saber donde están en todo momento....pero te costara mínimo 600 euros...se suelen colocan en aves de cetreria pero también los llevan los osos del pirineo
- bueno....adelante! pero solo ponlo en una de las ocas...- le dije. Pensé que donde estaría una siempre estaría la otra...vivas a muertas...
Llegué a casa que debían ser las 3h de la noche...cansado pero con la caja de las ocas. Estas estaban todavía sedadas...la operación había sido larga. Cuando salí del garaje para dirigirme a la portería de casa me di cuenta de que me seguían ...debían ser sicarios colombianos. Eran dos.
A pesar de acelerar el ritmo de mis pasos me alcanzaron en la portería..entonces me cogió el mas grandote por detrás y me inmovilizó...la caja de zapatos con las ocas cayó al suelo, pero las ocas estaban tan sedadas que seguían sin inmutarse...el que parecia el jefecillo recogió la caja con las ocas, y sin decir nada cruzó la calle vía augusta y se metió dentro de en una furgoneta negra.
- y tu quédate quieto...- me amenazaba el que me inmovilizaba. Me estaba haciendo daño. Mucho acento colombiano no tiene este cabrón, pensé.
Por la calle no pasaba nadie...solo oí cantar a tres chicos que debían salir del otto Sutz, en condiciones deplorables...
Después de 5 interminables minutos...sea abrió otra vez la puerta de la furgoneta, se asomó el “jefe” y sin bajar y con el pulgar hacia arriba le indicó que todo estaba correcto.
Entonces me soltó ...no sin antes propinarme un fuerte y doloroso puñetazo en la boca del estómago que me dejo sin respiración en el suelo durante unos segundos.



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