domingo, noviembre 29, 2009

duendecillos



Existen muchas teorías sobre si nosotros no estamos solos.
Y no me refiero al tema de los ovnis, ni a la vida extraterrestre, a la que también me referiré algún día sino a que dentro de nosotros habita un duendecillo que nos dirige hacía un lado o a otro. A veces se apodera de los mandos, y te hace que actúes según él desee. Es como si estuvieras poseído sin enterarte. Y eso siempre pasa, y pasa a todos. Lo que ocurre, es que a veces ese duendecillo en algunas personas se muestra más inquieto que en otra.
Si es que el que tengo yo dentro es la hostia!. Caprichoso donde los haya. Con lo contento que estaría si se quedara “tranquilito”.
Pues mi duendecillo, ha decidido esta vez que debía dejar de dar clases de guitarra. No es tan sólo el hecho de dar o no la clase, ni tan siquiera se plantea si me gusta o no. Es porque ha llegado a esas conclusiones que a mi no me gustan nada. Que son las lógicas.
• no llegaré a ningún lado siguiendo inexorablemente las clases.
• Por mucho que me guste es necesario unos “mínimos” de práctica sino siempre vuelves para atrás.
• La guitarra es bonita. Es un gran instrumento pero en la mayoría de ocasiones se precisa de saber cantar, y entonces si “además” os tengo que “deleitar” con mi voz …” apaga y vámonos”.
Lo jodido que tengo…una de las cosas jodidas que tengo, que no son pocas, es que como buen Géminis, en lugar de un duendecillo tengo dos.
Pues sí, efectivamente, habrá que joderse. El que me influye para que tome decisiones, y lo llamaremos X es uno, pero cuando conozcáis al otro, el Z desearéis no haberlo conocido.
El Z es terrible. Cuando se entere que he dejado la guitarra, se enfadará. Y mucho.
Z es el visceral, el que puede irse de juerga toda la noche y al día siguiente estar como nuevo, él es el creativo, aunque a veces se pase.
Por cierto que no se donde debe estar Z. En algún lío de faldas andará metido. Si es que ya os digo…es la leche.
En fin que poco más, porque a X le ha tocado navegar este fin de semana, y está destrozado. Tanto, que todavía está dando vueltas.
Porque ahora que pienso, tengo una amiga que tiene un amigo flautista. La ventaja del flautista es que no puedes cantar. Y eso es la leche.
“Joder Z! , y yo que me creía que no estabas, y veo que ya estás de nuevo en marcha…”
Os acordais de Bruce. Cantaba, tocaba la guitarra. Y la armónica a la vez. Este debe de tener un ejercito de duendecillos. Si,si Born in the USA, pero duendecillos en definitiva.

2 comentarios:

goldti dijo...

no aceptaremos a ningún duende que te haga dejar la guitarra sin colgar un video de la canción que mejor te sale, aquí, en el blog

Una camarita de nada, un buen trípode para evitar los movimientos provocados por cualquier simpática reacción al bel canto y "p'alante, maestro"

Lo esperamos...

foncu dijo...

eso es un golpe bajo!. Pero acepto el reto...dame un poco de tiempo. y lo bordaré! un abrazo!