El elefante Karl ya sabía que era una misión casi imposible. ¿ Como un elefante viejo de Bostwana podría abatir a todo un rey?.
Además un rey que en el discurso de Navidad pedía a la población un esfuerzo de responsabilidad ante la crisis, reconociendo explícitamente que su yerno Iñaki no había procedido con la discreción y profesionalidad que se le debería suponer a un consorte real.
El sueño de Karl desde la infancia había sido poder abatir a un rey. Se había convertido en una obsesión, pero él era muy consciente que sería la manera de acabar con la cacería de elefantes y la única forma era sensibilizar al mundo de lo incoherente que era matar por el hecho de matar.
Todos los elefantes de Bostwana se reían de Karl. ¿Cómo osaba pensar que algún día abatiría a un rey? .
Pero entonces hace dos años Karl conoció a la princesa Corina zu Sayn-Wiigenstein, ex cazadora de elefantes y con la que mantenía un idilio. Corina a su vez se había hecho gran amiga de Iñaki, que ansioso de vengarse de su suegro, que en lugar de defenderlo le dejó en evidencia, cuando su suegro hacía cosas mucho peores que él…) acabaron por definir un maquiavélico plan.
Corina invitaría al rey a una cacería, hipotéticamente pagada por un grupo de empresarios y posteriormente coordinaba con su amante el elefante Karl cómo sería el lance. Tal día a tal hora Karl correría hacia la caravana, pero teniendo cuidado de aproximarse a un árbol. El rey lo dispararía para matarlo. Sería muy difícil que fallara. Lo único que tenía de preocuparse Karl era elegir el árbol para apoyar su trompa en él y que el fotógrafo pudiera hacer una foto más patética. Achafando la trompa retorcida contra un árbol. La segunda parte del plan una vez muerto Karl, consistía que el personal del servicio de limpieza de la habitación del rey fregara el suelo con la grasa del bisonte que había abatido con anterioridad. El suelo estaría lo sufientemente resbaladizo para que la caída del monarca fuera inevitable.
El disparo del monarca fue certero. Minutos después Karl moría sonriendo, ¡que poco imaginaba el cazador que había sido cazado!. Lo había conseguido y Karl cumplió su viejo sueño. Abatir a todo un rey!.
La prensa ya se encargaría de “descuartizarlo” y servirlo en bandeja.
Karl, el elefante que tomaban por loco los suyos lo había conseguido.Su muerte había servido de mucho .
Había iniciado el principio del fin de las cacerías y de las monarquías!
5 comentarios:
Todos somos Karl!!! Y tu un maestro con las palabras!
Bien por Karl, el elefante republicano.
La pena es sacrificar este ejemplar por un rey de plastelina, de broma, de pega...
¿que ha ehco este rey? fríamente; se pegó al culo de Franco, para lo que se enfadó con su padre, traicionó a los "de Franco" para hacerse rey, vivió como un cura, trabajó más bien poco,y se encumbró con el 23 F, del que yo aún tengo dudas serias de su participación.
No se que le ven a este reyezuelo, francamente.
Lo siento Karl, espero que en tus genes pases aviso a tu descendencia, hay reyes y reyes,la próxima vez, que tus descendientes busquen uno con corona más seria.
Por cierto si os preguntais quien es el que está al lado de Karl, pues suele ser el cazador profesional que acaba con el bicho si el titular, flaquea. Y cazando un elefante cuando carga contra el cazador, flaquea hasta el apuntador.
Tienes toda la razón!!! Porque un elefante cuando carga acojona y mucho!...La cuestión es que muchas veces no tiene ni la oportunidad de "cargar"...cobardes! Y he sacado el adjetivo republicano, porque un familiar de Karl me ha dicho que el que fuera anti monarquico no quería decir republicano...pues eso!
pues no quedan muchas más opciones viables, a parte de dictador, Fidel, que es caso aparte, junta militar y principe ( como el de Mónaco) ¿se te ocurren más?
Como era un "todo incluido" yo le hubiera operado en la"choza" y de paso le hubiera quitado los colmillos que seguro que también están cotizados... y espera que vuelve la nueva saga "urdangarin" donde también parece que ha metido el rey la zarpa....
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