Mientras los demás están en misa yo me he pasado gran parte de mi tiempo en el Museo. Impresionante colección de obras de arte fruto de donaciones.
He visto Dali, Miro, Picasso y Tapies. Pero también he visto Monnet, Degas. Pero lo que más me gusta son los pintores catalanes de principio del siglo XX, y estos son Casas, Mir, Rusiñol, Nonell…etc..
He visitado el museo con el reproductor explicativo, que te ayuda a ponerte en la piel del pintor y ha entender mejor su obra.
Probablemente la obra que más me ha impactado es la “Madeleine”, de Ramón Casas. Donde Casas pinta a una chica joven sentada sola con mirada triste y enfermiza contemplando el ambiente de un bar de Montmatre. El ambiente que contempla Madeleine se adivina a través del espejo situado detrás de la joven. Está pintado cuando a Casas le pronosticaron una grave enfermedad y eso se transmite en la cara de la chica. Madeleine está con una copa y un cigarro, por lo que interpretas piensa aquello de “por lo que me queda en el convento…”.
El museo estaba prácticamente vacío, y la iglesia prácticamente llena. No será que el raro seré yo?. Al salir del museo me he fijado que la tarifa de la entrada era reducida, y lo he ido ha preguntar, el porque. Y la respuesta ha sido porque la mayoría de los cuadros son reproducciones, los originales están haciendo una “gira” por las principales ciudades europeas!.
“Que me estás diciendo qué?” “Qué me he pasado el tiempo mirando unas copias?”
“Si, si es eso…pero si no se ha dado cuenta?”
“Pues ya que lo dices, es verdad!” – Además si lo pienso, se me ocurre una idea. Ya que se consigue el mismo efecto con las “reproducciones” que con los originales, ¿no podría montar yo una galería temática con las mejores pintoras de todos los siglos?. Explicar con el traductor las características de cada una de las obras, y que el público disfrutara al contemplar esas obras!. O sea que nos ahorramos el viajecito al Louvre no?.
Pues más o menos. La idea no es engañar sino enseñar y explicar. Porque los cuadros lo que transmiten es lo que el pintor plasma. Y lógicamente si no se distinguen los originales de las copias, entonces el mensaje del pintor queda intacto. ¿no?
Sé lo que pensáis. Qué el raro soy yo… y razón tendréis!
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