Leo un artículo que hace referencia a que hoy en día es muy difícil pasar página. Con la tecnología y lo bueno que tiene, también tiene mucho de malo. Entre otras cosas que gracias a los Facebooks, blogs etc es complicado desprenderte de imágenes, amistades o situaciones…y continuaba el articulo concluyendo que lo de antaño de poder cambiar de ciudad o de trabajo o de amistades, ya el tiempo te ayudaba a pasar página. Pero hoy en día esto ya no es posible…
El hecho de que puedas salirte de Facebook no quiere decir que no vayas saliendo en las redes sociales. Para lo bueno y para lo malo. Estarás presente en los Facebooks de los que habían sido “tus amigos” , incluso Google poniendo tu nombre te recordara hasta lo que no quieres recordar.
Me acuerdo de lo que me decía a quién consideraba mi gurú ,Oriol Pujol ( “curita cañon”) , el exjesuita que vivía en la India (Bangalore) y esporádicamente se dedicaba a dar cursos de meditación, superación personal, autoestima etc decía que el problema de lo que nos inquietaba siempre se encontraba dentro de uno mismo., salía en alguna experiencia pasada no superada. Eso quiere decir que el olvidar y no afrontar las situaciones difíciles no significaba superarlas, y que luego de alguna manera u otra afloraban. (noches de insomnio, stress, situaciones de angustia…). O sea tratar de olvidarlas, simplemente, era un error. Porque el subconsciente sigue trabajando. Lo que te amarga si no hay un ejercicio de depuración, siempre te amargará aunque no seas consciente de ello.
El otro día pensaba precisamente en el concepto de la fotografía de antaño. Eso si que tenía mérito. Plasmabas una imagen sin saber como había quedado, pero en el fondo ya sabías que cuando habías disparado si el resultado había sido más o menos “decente”. Había en el “protocolo” dos momentos mágicos. El del disparo. Debías elegir el momento con sumo cuidado. Pero también el momento del revelado era mágico.
Cuando comprabas un carrete comprabas “oportunidades de inmortalizar”. Comprabas 12,24 o 36
A veces se olvidaba de llevarlo a relevar y tenías durante un tiempo un carrete que ni te acordabas de que era. Pero hasta que no llevabas el carrete no estabas “tranquilo”.
Pero la alusión a la fotografía y al carrete no revelado es como la situación no superada
Cuando hay algo o alguien que te supera, porque te enerva al verlo, la culpa nunca es del otro y siempre es tuya de esa reacción ante esa situación. Y el evitarlo y no afrontarlo nunca soluciona.
Como decía Oriol, todo lo que resiste persiste. Así que no queda otra que afrontar la situación y por difícil que parezca, hacer que fluya…Hombre, esto de hacer que fluya, lo que milagros no hace. No puedes pasar de “odiar” a una persona a quererla, evidentemente…pero lo que sí puedes conseguir es que al verla no te incomode, sino conseguir que sea irrelevante para ti. Ni frío ni calor. Y eso, en los tiempos que corren …ya es mucho.
1 comentario:
¿ y eso valía para todas las personas? ¿ o solo para algunas, las menos malas?
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