lunes, noviembre 01, 2010

Yo miedo?...miedo yo?...

Hoy he leído la carta que le envío el alcalde Johannes (Burgomaestre) de una ciudad alemana a su hija Verónica. (en el año 1650).
Fue hecha antes de morir en manos de la inquisición escrita con sangre. Sobrecogedor,
de la época de la inquisición en el que un padre sabiendo que su muerte era inevitable, bajo la tortura le consiguió hacer llegar el documento a su hija:
“Muchos cientos de buenas noche , querida hija…
….entonces entró también el verdugo y me puso la empulgueras, con las manos atadas, de modo que me salió la sangre a chorros de las uñas y de todas partes, y durante cuatro semanas no he podido utilizar las manos. A continuación me desnudaron, me ataron las manos a la espalda y me colocaron en la estrapada. Me izaron ocho veces, me dejaron caer otras tantas y padecí dolores terribles. Cuando el verdugo me llevaba a la celda, me dijo: “Señor, os ruego, por el amor de Dios, que confeséis algo, aunque sea mentira. Inventad algo, porque no podréis resistir el tormento e incluso si lo soportáis no quedareis libre. Os torturarán hasta que admitáis que sois brujo. Hasta entonces no os dejarán en paz, como ocurre siempre…”
Confesó actos que no había hecho, acusó a personas que ni tan siquiera conocía y todo por evitar más dolor.
“…y estos, hija mía, son mis actos y mi confesión, y por ellos voy a morir. Y es todo mentira e invención, pues me obligaron a hacerlo bajo la amenaza de someterme a suplicios aún peores de los ya padecidos. He tardado varios días en escribir esto. Tengo las manos destrozadas. Me encuentro en un estado lamentable. Buenas noches, querida hija, pues tu padre Johannes Junius, no volverá a verte jamás”
Era evidente que sabía que lo mejor que le podía posar es que le matarán para dejar de sufrir. El único consuelo que le quedaba a ese hombre es saber que su hija le entendería y eso ya le reconfortaba…
Decir que a su mujer también la asesinaron días antes…
En fin, que nos llamamos seres humanos, y somos capaces de utilizar el miedo para conseguir los más siniestros objetivos.
Al final todo es una cuestión de miedo. La gente le tenía pánico a la inquisición. Y la historia se repite. Igual, hoy en día de una manera más subliminal que la inquisición pero nuestro reto es de enfrentarnos a las injusticias.
Miedo a la enfermedad, miedo a los jefes, miedo a la oscuridad, miedo a la incertidumbre, miedo al futuro, al fracaso…hay muchas clases de miedo pero siempre tienen algo en común que nos bloquean y no permiten que nos desarrollemos como personas. La inquisición, el holocausto. La dictadura…son miedos a gran escala pero lo curioso es que nunca aprendamos….
¡Qué daño sólo de pensar en la estrapada de Junius!
¿Cómo le explico a mi perro que podemos llegar a acometer trocidades? ¿porqué lo de seres humano es de cachondeo supongo yo…no?
Y no se yo porqué este post del miedo la tortura, al dolor o a la muerte…¿será que me he inspirado en la tontería del Halloween? Espero que no, porque sino apaga y vámonos… de día claro!

1 comentario:

goldti dijo...

Si esto lo hacemos sin remordimientos y por la religión, que no seremos capaces de hacer por envidia, avaricia, odio, y toda la serie de vicios y manías.

Si por Dios torturamos, que no haremos por nuestra patria ( bien arengaditos, claro) sea esta cual fuere, básicamente la que nos hagan creer que es.

¿cual es la diferencia entre matar moros en las cruzadas o torturar y matar inocentes y la de inmolarse por Ala? ¿ o acuchillar a un seguidor del Español, o del Madrid?

El miedo de verdad es ver que no aprendemos de los errores y estoy de acuerdo, con la indiferencia nos hacemos cómplices...

Coño con el jalogüin ese...