Hoy he estado en el Gran Premio de Formula 1. Que coñazo!. Acepte la invitación de un proveedor porque sabía que a mi hija pequeña, que no había estado le haría ilusión.
Ni que decir tiene que mis anfitriones perfectos. Tribuna con comida incluida y a cuerpo de rey. Me tendría que sentir un privilegiado si esto de los coches me gustara, claro.
No puedo entender como hay tanta gente, y de verdad, qué es lo que les atrae. Tanto dinero y tanto sacrificio soportando colas y colas para ver como pasan los coches a una velocidad que ni te das cuenta de quién es quien. Nosotros estábamos en la tribuna de la recta de salida y por lo menos a veces se amenizaba con los cambios de ruedas. Esto de los cambios de rueda es como algo prehistórico que tengan de cambiar las ruedas. Es como si un corredor de fondo tuviera de cambiarse las zapatillas. No sé entiende con la tecnología que existe actualmente en el resto del coche, no se haya podido inventar unos “compuestos” de rueda que no se degraden. Por suerte mi hija se ha apiadado de mi y nos hemos podido “escapar” una vueltas antes del final. Ha visto lo que se podía ver y a medio carrera ya estaba algo cansada.
Conclusión muchas camisas rojas de Ferrari y Alonso, y ninguna de las azules.
Una entrada como la que yo tenía tenia un precio de 500 €. Es impresionante. Luego te das cuenta de que a la hora de la verdad sigues la carrera por la tele. Por lo que toda la romería para al final acabándola de mirar en la pequeña tele de la tribuna. Pues que queréis que os diga. La verdad es que me lo paso mejor con el trapo y estropajo limpiando…eso si mi barco, que con el presupuesto de 500 euracos me entran muchas botellas de Fairy…pero si hay que ir a esto de los coches se va y sanseacabó.
1 comentario:
Pero si los barcos también tienen que cambiar las velas, a estas alturas... en el siglo 21 y seguimos igual que en el siglo 15, el sol y el agua se las carga....
Todo es un negocio, Juan, todo es pasta, publicidad( te suena?), marcas, poder, pasta...
Espero que te ahorrases la cola de la salida de la ratonera de Montmeló, y que te ahorrases el trago de tener que comprar una camiseta ( imprescindible) de ferrari.
De todo se aprende.
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