la lenta recuperación

Por fin ¡ Ya me siento algo mejor. Han pasado tres días y parece que esta mañana he “tocado fondo”, estaba desmoralizado, no porque cierta inactividad me consume, que probablemente también sino porque no estaba con ánimos de hacer nada. Ni de leer, ni escribir principalmente.


Mañana voy a hacer otra cura y pienso tendré mucho mejor la heridas. Las llagas de la boca, que probablemente sean de los antiinflamatorios me torturan casi más que las fisuras de las costillas. A veces, cuando me pica una herida, como no me puedo “rascar” intento mentalizarme de que ya no me pica…no hay dolor más que el mental…Y una mierda!!!!!!!!!
No sabéis lo que agradezco el apoyo que he tenido de todos. Habéis sido muy importantes para mí. Y es que, me he dado cuenta de que tengo un montón de amigos. Muchas gracias de corazón! Esto me ayuda mucho aunque si lo llego a saber, me hubiera inventado una historia mucho más emocionante. P.e.: un grupo de 10 inmigrantes que se estaban metiendo con mi amiga mientras la saludaba cuando paseaba al perro, y yo les dije. “ Está bien si queréis pelea, peleamos!” Que puedo con todos! Sólo os pongo una condición que sea pelea limpia, de uno en uno! , y entonces fueron pasando y cuando llegó el sexto de los diez, el que parecía el primo de Zumosol, pero yo ya no pude más y se acabaron tirando todos encima y me deje llevar…
Pero no! Como yo siempre he sido un poco cobarde no sería mi estilo. Sino más bien decirle a mi amiga “¿sabes correr…?”
Por eso, me sabe fatal el caerme por “patoso” en moto japonesa en una vulgar rotonda, y encima la culpa fue mía. No tiene excesiva gracia…
Lo único que no os he contado es cuando estirado y con un collarín me subieron a la ambulancia. Me acompañaba Cristina, la guapa enfermera que le había tocado guardia ese día. El viaje a Can Ruti no tenía de ser muy largo pero cuando vi que Cristina se desabrochaba la chaqueta del uniforme y su intención era la de sacarme los pantalones me desmayé…Hey! No me miréis así…Era para darle un poquillo de emoción… nada más…

PD: Seguiré yendo en moto. Me encanta a pesar de lo ocurrido. Lo único que puede pasar es que en lugar de una Harley según lo que me cobren tendré que ir en “vespino”
Si es que vida sólo tenemos una pero dejarme intentar disfrutarla, a pesar de que ha veces pueda ser algo peligroso…Y qué no lo es?