No es que a la rubita le haya cogido un síncope. No. Ni que le haya llegado la menopausia. No. No es eso.
Que nos aproximamos a Semana Santa es evidente. Y en mi caso, lo es más porque tengo una pastelería debajo de casa. Más que una pastelería es una charcutería. Pero también es bar, tipo self- service pero bar. Es un local moderno, tanto de diseño como de concepto. Es decir, se dedica a vender alimentos confeccionados, sean dulces o salados. También venden pan. Es decir, que lo que antes se definía como pastelería o charcutería o panadería ahora lo es todo. Quieren vender todo lo que puedan, y bien hecho que hacen. También aplican conceptos de marketing y son hasta simpáticos. En fin que te ofrecen casi todo. Y lo de Semana Santa es porque en las vitrinas del local en cuestión ya exponen las monas. Las monas!. Eso me recuerda la proximidad de Semana santa. De año en año se repiten los modelos de las monas. El cubo, el ajedrez y el cohete de Tintín son unos clásicos del lugar, pero más clásicos son la casita de los pitufos, la isla o el barco. Pensaba que a veces como novedad se incorporan temas de actualidad, con personajes de moda. Es algo parecido a las fallas valencianas. Y me preguntó como se podría representar una mona de crisis. Me imagino que austera y no con mucho chocolate. En lugar de un huevo podríamos hacer un medio huevo, que además de necesitar la mitad de chocolate podría ser la mitad de cara. Y además con una leyenda, “el pájaro de la crisis rompió el huevo y voló. Ha encontrado un buen hábitat para sobrevivir y creemos que vivirá entre nosotros un par de años, aunque los científicos no llegan a un acuerdo”.
Dentro del huevo se podrá marcar de algún color el lugar que debería ocupar la palmera, los muñequitos, o el cochecito en cuestión, si no hubiera crisis claro.
Y además es una mona que no se envuelve para regalo porque no es de recibo.
Otra idea como concepto de crisis sería un edificio a medias, sin ventanas ni puertas. Pero no creo que eso tenga mucha gracia. O si.
Y volviendo al Bocí, que así se llama mi “pastelería”. Tan serviciales que son, pero no creo que estén dispuestos a incorporar Wifi, porque después de anuncios tipo Movistar, en el que protagonista permanece días en el bar sin consumir, cualquiera se pone wifi gratuito. No, no caerá esa breva.
Y ya os dejo, que ya llevo un buen rato sin consumir….
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