Nos dimos cuenta de que nos habían encerrado en la portería.
El piso de la portera estaba todavía lleno de trastos. Entre cajas de cartón y muebles antiguos, encontramos una caja de herramientas, poco podíamos hacer más que intentar forzar la puerta.
Así lo hicimos y al cabo de aproximadamente una hora, con la ayuda de las herramientas desmontamos la cerradura y por fin pudimos salir de la portería.
No había nadie, pero sabíamos que no nos podíamos fiar. Alguien nos había encerrado.
Decidimos salir del edificio y dirigirnos al parking de la plaza Molina con el dichoso cuadrito debajo del brazo, mal envuelto pero ocultando la pintura.
Llegamos por fin al parking, entonces supimos el porque no había nadie en la portería, Habían estado quemando mi coche!
!Cabronazos!
Entonces Natalia nos miramos. Estábamos pensando lo mismo. Si cuando estábamos en la portería estaban quemando el coche, ¿como es que no nos los habíamos cruzado?
De repente, vimos a un hombre que se escondía detrás de otro coche. Se volvió a incorporar mirando como le mirábamos. Y entonces gritó: ahí están!
Vimos salir a otro hombre del otro lado andando hacia nosotros. Llevaba en la mano una pistola. Entonces nos grito:
- !quietos!, Policía!
Evidentemente eso no era creíble, y entonces nos pusimos a correr por las rampas del parking. Escuchamos disparos y hasta el ruido de balas silbando. Y eso quería decir que habían pasado cerca. Muy cerca.
Creo que nunca he corrido tanto, y menos llevando un cuadro.
Nos iban disparando como en las películas, pero yo solo tenia en mente no parar de correr. Por suerte nos encontramos con la puerta del garaje abierta y un BMW X5 entrando por la rampa.
Ahí ganábamos algún segundo, ellos, que eran dos, ante la presencia del coche, escondieron sus armas, pero el BMW habla empezado a bajar por la rampa, ocupando prácticamente todo el ancho de la rampa e impidiendo que pasaran
Joder! Por fin un golpe de suerte! ,Pensé.
Natalia y yo salimos a la plaza Molina con las dos personas pisándonos los talones.
Natalia! Le grite. Nos separamos.Nos vemos en el Tomás a las ocho. - le dije
Ella se fue hacia la vía augusta y yo baje por Alfonso XII.
Yo llevaba el cuadro. Y parecía que los habíamos despistado, pero seguía corriendo mientras iba pensando que opciones me quedaban.
O iba a la policía. O me metía en una galería de arte, para que me guardaran el cuadro.
Como la comisaría me quedaba algo lejos y en la otra dirección, me daba mucha pereza dar explicaciones de algo que no sabia como explicarlo,
Ni tan siquiera podía explicar como mi amigo Pablo me regaló el famoso cuadro.
Entonces vi algo que parecía ser una galería. Estaba en la calle Santaló.Se llamaba Bon Art .
“que original...” pensé irónicamente. Entré de sopetón sin pensarlo. Pero de repente me encontra a cantidad de gente con una copa de cava en la mano que me miraban con extrañeza. Debían pensar que traía algún cuadro de la exposición, o algo así.
Mala leche! Pensé . Debe haber una exposición. Será complicado de que me hagan caso.
Me quedé quieto. No sabía que hacer ni donde ir...
Se me acercó una elegante señorita
- que desea ? Le puedo ayudar? - me preguntó amablemente
- necesito hablar con el director, para enseñarle algo que le puede interesar...- le dije yo
- hoy es un mal día2º....¿podría volver otro día?...Es que hoy tenemos exposición...y el director no creo que pudiera atenderle....- se excusó
- no podré volver...es un gran tema...pero si no le interesa me voy. No puedo perder tiempo... - le dije contundentemente.
Ante esta contundencia, la señorita se amedrentó, y no se atrevió a "despacharme" y me hizo pasar a un pequeño despacho. Me ofreció sentarme y me dijo
- no le prometo nada, pero Esperese un momento por favor.
El despacho era pequeño, pero correcto.
Lleno de cuadros. Principalmente marinas, y diversos cuadros amontonados contra la pared.
Al cabo de veinte minutos entró un hombre relativamente joven. Debía de tener unos 35 años. Tez morena, nariz prominente,elegantemente vestido.
- Gutierrez... Emilio. – se presentó extendiendome la mano –
¿En que le puedo ayudar que tan urgente es y que no se puede esperar..?.- preguntó ironicamente.
- me gustaría que viera una cuadro, y que me ayudara a venderlo ... - le dije yo sin saber como captar su interés.
- oiga....perdón, creo que mi secretaria ya se lo ha dicho. que no me interesa un cuadro aislado...Entiéndalo que yo tengo a mis “artistas”, y vamos haciendo...
¿con lo complicado que esta el arte con el tema de la crisis solo me hace falta otro pintor...?
- no ,no . ..No me ha entendido. Yo solo quiero enseñarle una obra. Y si le interesa que me ayude a venderla, no digo no a exponerla y menos traerle a ningún pintor.
El del cuadro murió hace años....se llamaba Munch...- le dije mirando si el nombre del pintor le hacía cambiar la actitud. Pero no fue así.
No sé si no me oyó bien o no me entendió lo de Munch. Pero no se alteró.
-Bueno esta bien....enséñeme el cuadro en mi despacho aunque le advierto que le diré que no.
Yo sonreí. Podía no tener ni idea de pintores pero por lo menos sabría algo de arte. O eso era lo que suponía. Desenvolví el cuadro ante su atenta mirada.
- guaaaaauuu! Parece autentico...- dijo Gutierrez esta vez si que sorprendido.
-No es que lo parezca...es que lo es. Y le puedo asegurar que no es ninguna imitación.
Gutierrez cogió unas gafas y se volvió a acercar al cuadro. Lo miro con detenimiento ...y comentó si mirarme
-...¿usted sabe cuanto costaría este cuadro si fuera autentico?.
- bastante aproximado, alrededor de unos 91 millones de euros...bueno, eso el lo que pago un anónimo la semana pasada en NY, calcula que aluién pudiera pagar la mitad...
Me fijé mientras Gutierrez “inspeccionaba” el cuadro en el montón de cuadros apilados, pero puestos al revés....cuando de repente, vi algo que me asustó.
Esa inscripción que tienen grabada en la tela...me era familiar.
!Coño! La misma inscripción de “0969 GSD” que había visto en mi cuadro
Cuando de repente oía a Gutiérrez que me comentaba.....
- si usted desea, se lo pueoo guardar en la caja fuerte...Pero si quiere que lo intente “colocar” me debe dar algun tiempo...- comentaba gutierrez con un mal disimulado cierto nerviosismo...
Gutierrez estaba convencido de que era verdadero, porque sino, no habría perdido el tiempo.
- No puedo dejarle el cuadro por razones obvias, aunque le dejo mi móvil y cualquier posibilidad que uste vea me lo comenta...
- Me parece bien...lo único que le pido es que no lo hable con nadie más...solo faltaría que fueramos varios los “marchantes” que intentaramos vender el cuadro...
Una pregunta....¿que significan esos números de detrás de los cuadros “esos” le pregunté señalandole a los cuadros del suelo.
- Ah....eso...es el número de la expedición del cuadro...
Me despedí, dejándole el teléfono pero sin haberle dejado el cuadro...No me acababa de fiar de ese tipo.
Cogí un taxi y decidí ir al Tomas.
En cualquier caso no tenia muchas opciones. Igual podíamos guardar el cuadro en el piso de Natalia. Escondido debajo de la cama aunque fuera...
Estaba sentada en una mesa en el pasillo. Yo con el cuadro mal envuelto y apoyado en una silla del bar.... Natalia ya estaba tomando una cerveza y una doble mixtas....