lunes, julio 20, 2009

el turbón


Ha sido un fin de semana increíble.
Ya sabíamos que ir al Turbón, no es como ir a la “marathon des Sables”, pero para nosotros era el reto del año.
Con el viernes nublado en Barcelona las previsiones no eran nada alagueñas, a pesar de que habían predicciones que el frente frío solo nos arrojaría aire fresco del norte.
Y así fue. Perfecto porque sino afrontar las subidas que llegamos a pedalear con el sol de julio calentándonos el cogote no es que sea muy aconsejable.
Turbón? Y eso que es.
Supongo que para los “montañeros” y alpinistas, debe ser una montaña cualquiera , sin ningún tipo de gracia, teniendo Anetos, Posets y Maladetas tan cerca. Además el desnivel no mata, unos 2.400 m de altura, por lo que tampoco es para tirar cohetes.
Es una montaña que queda aislada y vista de cerca es majestuosa. Por lo menos para mi que no soy Oliarzabal, ni ganas de serlo. Entonces la ruta en mtb consiste en dos etapas, la primera más larga que la segunda, pero os aseguro que no más dura.
Cuando llegamos el viernes y después de un laaaaaargo trayecto, que a los Ceretanos que no estamos acostumbrados se nos hacía interminable. El pueblo de Pont…tirando a feote, que salvo el pantano es como aquello que dicen que no es chicha ni limonada. Y a partir de ahí a pedalear.
Con todas esas premisas, yo me imaginaba una buena salida pero jamás una sensación de paisajes y de espectacularidad como la que vimos. Vaya escenario,
La etapa exigente para todos. Y digo para todos. Y lo recalco porque algunos se creen que los hay que no se cansan…
Primer día de pedaleo, con parada y fonda en un simpático restaurante en un pueblo colgado alejado apenas unos kilómetros de la ruta principal, pero que valió la pena. Nos trataron a cuerpo de rey con una comida que ya quisieran algunos de los restaurantes que tenemos en la ciudad, y un trato exquisito, como si fuéramos el mismo Obama…y por 12 €!!! Luego a pedalear otra vez. Eso si ,con el estómago lleno y después de horita y media, que uno ya tiene de comenzar a tomarse la vida de otra manera…
Creo que lo que le debe pasar a esa montaña, es que no es interesante ni para los “pro”, es decir los montañeros "auténticos" ni para los turistas , te dás cuenta de que en 9 horas sólo te has cruzado con dos tractores, y con dos ciclistas que hacían la transpirenaíca con los que coincidimos apenas dos kilómetros.
Vilas del Turbón es un conjunto de cuatro edificios, bastante feotes, dos casas, un hotel y un balneario. Parada y fonda en el hotel para afrontar lo que esperábamos una segunda etapa de coser y cantar con aquello que era más cortita. Los cojones!. Tanto o más dura que la primera etapa con unas subidas que tan sólo las subían las cabras y parando. Pero etapa diferente y por supuesto también aérea y fuera de todo lo imaginable.
La compañía. Un lujo. Viejos amigos de siempre, de los que a veces pasa tiempo y tu vida deambula por otros derroteros y los ves poco, pero sabes que ahí están. Con muchas risas, algún sufrimiento propio de la dureza de la etapa y alguna caída. Pero sin "pensar" en nada más que en esa curiosa montaña. Qué olvidados quedan los problemas de cada uno, y las crisis, y todo lo malo. Esto que hemos hecho no sólo debe ser bueno sino que tiene de ser indispensable para la depuración de nuestros cerebros.
Que ya no os canso más, que tanto darle a los pedales pasa factura, y deciros que alguna que otra salida en mtb ya cargo en mi espalda, por lo que me veo con derecho a opinar de está salida. Dura como las que más, diferente, auténtica, salvaje pero lo que más me ha impresionado es lo virgen que está la ruta siendo tan autentica.…pero no lo digáis mucho, no sea que popularicemos ese descubrimiento del que tanto hemos disfrutado.!
Hasta otra Turbón, que a buen seguró volveré.

martes, julio 14, 2009

sobre la puntualidad...


Con la edad me estoy volviendo maniático…y una de mis manías es la de la puntualidad. No entiendo que la gente sea tan impuntual por costumbre. Porque es una falta de respeto. El tema es el pensar que tu tiempo es más importante que el del otro.
Es curioso pero en las reuniones de trabajo con varias personas contra más importante sea el que convoca, más puntual es la gente…las conclusiones son obvias.
Todos hemos cogido un avión y sabemos que si no estamos en el aeropuerto a una hora determinada, perdemos el avión. Entonces si extraemos la premisa de que si queremos podemos ya no es un tema de despiste sino de educación.
Dice muy poco de nosotros el llegar tarde, aunque mucha gente piense lo contrario. Parece por ciertas personas que el ser puntual sea de pedante.
Otro tema es fuera del ambiente estrictamente profesional, que te das un margen de tiempo, y no le des tanta importancia, pero en el fondo es la misma falta de respeto.
Y no será porque no tengamos relojes. En el móvil, en el coche o en la moto, en los ordenadores, e incluso por la calle, en los bares. En cualquier lado. El problema es que la hora no es el problema. Probablemente sea una mala costumbre, que hace que no pensemos en los demás.
Tenía un proveedor hace mucho años, francés, y muy meticuloso no solo en la puntualidad sino en la esencia de la visita. Después de cada entrevista con él, me proponía enviarle un fax (no teníamos e-mail) con el resumen de la reunión.
¿Absurdo no? Pues no tanto, porque tiene mucho sentido. Era muy curioso como cambiaba la percepción desde uno y otro punto de vista de una misma reunión.
Cuando te ha parecido que has dicho algo, se ha entendido otra cosa.
A veces también yo he sido impuntual. Recuerdo una anécdota que había quedado con un cliente Fisher Price, con la directora de marketing. Ayleen O´Riordan. Un encanto de mujer, pero muy “puntillosa”. El día de la reunión era su cumpleaños y lo sabía. Total que llegaba 5 minutos tarde y antes de entrar en su oficina pensé: “que más da 5 min. o 10 minutos de retraso” Entonces entre en una floristería que había enfrente de las oficinas de Fisher Price y compré un ramo de flores.
Me acuerdo que me recibió sacando fuego por la boca, luego tenía otra reunión, y le hacía ir mal.
“Joan, has llegado 19 min. Tarde. No tengo tiempo para atenderte…me tengo de ir…Eres un impresentable” me comentaba muy enojada, sin ver el ramo de flores que escondía en mi espalda. Era obvio que me tenía confianza.
“Tienes toda la razón…disculpa no sé que decir…pero felicidades!! – le dije ofreciéndole el ramo.
Era evidente que le descuadré. Le supo tan mal haberme echado la bronca, que llamó para retrasar la siguiente reunión.
Fue una excepción en mí, porque no solía llegar tarde pero desde luego no le daba tanta importancia.


Me gusta ser puntual. También en la hora de salida, que tengo mi tarde programada al minuto.
Recibo a bastante gente en el “día a día”. Y me fijo en la puntualidad de los proveedores. Los hay que sí son puntuales, pero lo normal es que se retrasen. Y entonces ya entran con mal pie…A veces he tenido la tentación de hacer esperar a los proveedores el mismo tiempo que han llegado tarde ellos a la reunión. Pero no hay que ponerse al mismo nivel me digo.
Consejo: si vas a ser proveedor mío será mejor que llegues puntual.
Apa, acabo este post no sea que llegue tarde…



lunes, julio 13, 2009

pitingo

Que lo original es una cosa. Pero hay copias que lo superan.
Yo no sabía ni quien era pero el otro día un amigo iba a un concierto, y me hablaron de él. Un tal Pitingo
Y si no, escuchar el “Killing me softly” de Pitingo.
Joder que tío. Lo borda con ese acento flamenco. Y no digo que el original sea malo. Pero como me gusta!. Intentaré irlo a ver porque debe de ser todo un espectáculo.
Reconozco que me gusta aunque no entienda mucho, pero como lo siento, me gusta eso del flamenco. Será por los recuerdos de la Feria de Sevilla o por mi incursión a lo de la guitarra española (ahora hace más de un año).
Los que saben que soy bastante obstinado no me dicen nada, pero entiendo los que me digan: “Bueno, ya está lo has probado. Es un instrumento difícil…”
Creo que esto de la guitarra es como todo. Uno le da igual empezar con la guitarra que con el piano. Los dos instrumentos bien tocados me gustan mucho. Por un tema de practicidad me decanté por la guitarra, aunque me doy cuenta que igual hubiera sido mejor atacar al piano, porque hoy en día te pones unos auriculares y dejas de joder al personal. Que ya hacen lo suyo en aguantarme.
Otro de los problemas de la guitarra es que en muchas ocasiones es un instrumento de acompañamiento y uno debe de cantar…Y hasta aquí podíamos llegar!.Me niego, pero no por mi, que también sino por la sufrida audiencia.
En fin, como soy bastante terco seguiré y en septiembre decidiré…por cierto que el otro día escuche una melodía tocada con un “contrabajo” que me encantó…Me traslada a una puesta de sol hace unos 6 años, en Cala Pregonda, en el Norte de Menorca, fondeados unos cinco barcos, cuando desde uno de estos veleros salió un hombre con un bajo y se puso a tocar. Sólo de pensarlo se me pone la piel de gallina. Por su puesto el aplauso fue generalizado
Ok. Me lo pensaré. Porque si le paso mi guitarra a mi hija mayor…

http://www.youtube.com/watch?v=Gwmj5nK3udU