Este fin de semana me han invitado, como casi cada año a la feria de abril, en Sevilla.
Es cierto que me da algo de pereza. Porque la noche se alarga en las pequeñas casetas . Agota. la ingesta continua del barrujito, todo eso alternando con el jamón extremeño y el marisco de Huelva acaba pasando factura. Me he convertido en un Alka-seltzeradicto…en esas ocasiones ,claro.
Pero también debo de reconocer que es un fin de semana diferente.
No hay barco, ni bici, ni guitarra, ni perro que cuidar, ni mujer ,ni niñas, ni esquí. Simplemente tiempo de ocio y de juerga obligada!.
Añadiendo a los encuentros sociales dentro de esos 40 m2 que tiene la caseta, la visita obligada a la maestranza. Y mira, con lo antitaurino que soy. Cada vez más…Y hasta he pensado en pedir que anularan mi entrada….aunque al final no lo he hecho. Porque pienso que lamentablemente el toro morirá. Esté o no en la Maestranza…y creo que es un lujo tener una oportunidad como esa…al margen de la animalada, nunca mejor dicho.
Que haré? Por las mañanas!. Leer, escribir, leer , volver a escribir. Ni tan siquiera el hotel tiene gimnasio ni una mísera bici de spinning.
A resignarse. Comer, beber, pensar, leer y escribir …Que dura es a veces la vida…aunque bien pensado no esta mal ¿no?
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