domingo, abril 25, 2010

mi santa semana

Estoy intentando que me llegue la inspiración. En un momento de relax. Pocos momentos he tenido en estas fiestas en mi pueblo ceretano para sentarme y escribir.

Que si acompañar a las niñas a las múltiples actividades que tienen, que si salgo con mi perro, que si tenemos la casa llena de sobrinos, que si la bici, que si el esquí, que si el caprabo ...En fin que “tot plegat” hace que no haya podido escribir.

También evito ir a cenar y relacionarme. Estoy en la fase 1 de cómo convertirse en ermitaño.

Qué aburrido me parecen esas cenas obligadas. Y no debo ser el único porque la cola que se hace en el Caprabo es insólita. Supongo que con la crisis la gente se queda más en casa.

Intento no ver la televisión, ni tan siquiera las noticias. Que no sé porque las miramos, sólo nos deprimen…siempre más de lo mismo…las corruptelas diarias que tan buena acogida de audiencia deben tener. Pero a estos de las noticias igual les pasa como a mi, en el momento en que se quedan sin noticias, alargan alguna con información adicional, que si a Matas le parece un poco excesivo los 3 millones de la fianza que si Millet ha vuelto al juzgado al registro mensual obligado. Las cámaras se le acercan por si su ya castigado cutis evidencia algún síntoma de algo que los periodistas puedan interpretar.

Mis enganchadas con mi hija mayor son casi diarias. Y es que me pongo triste cuando la veo “divertirse” con el salsa rosa (que contradicción no?).

Claro que ya es mayorcita y no me queda más que la protesta…y que haga lo que quiera…dentro de unos “limites razonables” claro.

Llegaré un día antes a Barcelona. Me pasaré por el barco para prepararlo para la próxima regata del fin de semana. Supongo que me tocará sacar algún que otro cubo de agua acumulada de las últimas lluvias. Lo de la regata del fin de semana es si encuentro suficiente tripulación y cada vez está más complicado. Les convoco a la hora para navegar, no antes, que ya me encargo de poner a punto el barco faltaría más, por que su tiempo de ocio es sagrado, les hago bocatas y aperitivo, me preocupo de que tengan guantes, trajes de agua… y aún y así siempre falla gente.

Si es que hoy en día como está el “servicio”. Deberé hablar con su majestad de patrón a patrón, para ver como carajo lo hace que nunca le falte a nadie.

Hablaré con mi socio y amigo para un replanteamiento. Llega la época fuerte de regatas y debemos de hacer un planteamiento tanto de tripulación como de inversión en material. Si procede claro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder como ha cambiado el cuento.... les haces bocatas? la verdad es que esto de las regatas ya no es lo que era, cambiar ambición por afición suele dar regular.

Ya se, ya se, que se pueden dar las dos a la vez, pero no, no es lo mismo, al mar hay que mirarlo, quererlo y disfrutarlo con paz y calma. No creo que te convenza nunca, pero te tocará oirme de vez en cuando.

El sábado te espero para remar en el Retiro...