martes, marzo 23, 2010

minimalista



A veces pienso si vale la pena el guardar recuerdos pasados. Estos se van acumulando y unicamente te encuentras con ellos, cuando buscas algo que nunca encuentras por la acumulación de tantas porquerías.
De hecho son trozos de tu vida. Cada “objeto” significa un trozo de vida pasada. A veces evoca una época a veces un momento. Pero lejos de sentimentalismos, que me pueden evocar esos objetos, pienso que debería de tirarlos todos. Los recuerdos los tengo presente en la cabeza, y ya está. Y si no los tengo en ese disco duro cerebral es porque no creo que valgan la pena.
Un reset. mental y de recuerdos. Liberarte de muchas cosas. Tomar la decisión de vivir con lo estrictamente necesario. También lo necesario para el ocio, claro.
El apego hacía cosas fútiles e inútiles.
Es como cambiar de vida. Coleccionaba desde hacía unos quince años mensualmente una revista de barcos llamada Yate. No sé porque la guardaba. Probablemente para consultar los modelos de barcos que algún día me podría comprar. Pero me he dado cuenta que es absurdo. Consultaba muy poco esa colección de revista. Y con la aparición de Internet ha perdido el sentido. La enciclopedia tres cuartos de lo mismo (además tengo dos!. ¿Os podeís imaginar cuantas veces se ha abierto en los últimos veinte años…? Y ocupa mucho espacio en casa. Otros dirán que precisamente eso decora.
Y luego están mis queridos libros que nuca los releo (cómo me acuerdo de los extranjeros que cuando se van en verano a un apartamento y ya han leído el libro lo dejan…para qué cargarlo de vuelta? Pues es verdad.
Mis libros se van amontonando… Y los dejo ahí por si algún día alguna de mis hijas me pide que le aconseje un buen libro. ( hecho insólito, que sinceramente no creo que ocurra).
También tenemos en casa objetos “decorativos” que no sirven absolutamente para nada.
Y armarios repletos de cables, móviles antiguos, pantallas de ordenador y equipos obsoletos, raquetas de tennis de madera, raquetas de squash, cascos de ir en moto antiguos…
Nada. Que hay que hacer limpieza!. Eso tiene de ser sano.
Me encanta el orden. Tiene gracia porque soy bastante desordenado. Pues manos a la obra. A tirar todo lo que no sirva…que es mucho.
-Qué coño estas haciendo llenando esas cajas de cartón?
-Son las porquerías que uno va acumulando a lo largo de los años…y te invito a que hagas lo mismo… nos sentiremos liberados. Es como aquello del Feng Sui!
-Estás fatal…
Si es que sólo me entiendo yo. Con mi otro yo claro! Que por algo soy géminis. El otro yo es el que manda y supongo que el minimalista…Por cierto ¿alguien quiere un video Sony VHS?...Si ya os digo…hacerme caso que todo eso nos ancla en el pasado…y nos impide volar!

2 comentarios:

goldti dijo...

SER y no TENER es el secreto de la felicidad.

Los libros buenos se los dices a tus hijas y los bajarán al libro digital de turno.

Pero no tires nada, todo a Cáritas, que todo siga siendo útil mientras pueda.

( habia escrito algo parecido antes pero creo que lo he perdido por la RED, si aparece ni lo leas)

Anasus dijo...

Totalmente de acuerdo. Cosas que guardas por su "valor sentimental" las justas. Todo lo que no utilizamos y ocupa espacio mejor deshacerse de ello. Yo solía guardar chorradas a montones, hasta que me mudé a mi minipiso de 39m2 (un 7º sin ascensor) y tuve que hacer una limpieza a lo bestia. Me quedé con lo justo y tuve la sensación de quitarme un gran peso de encima, de "plan renove" en mi vida. Y coincido contigo en que hacer este tipo de limpieza de objetos nos facilita no anclarnos en el pasado y ser más receptivos a cambios y novedades.