viernes, octubre 22, 2010

Asignatura pendiente


Existe una máxima de la que a veces he hablado que es aquella que dice “trata a todo el mundo como quieras que te trataran a ti” y eso debería estar grabado con escoplo en nuestros cerebros.
Dicho esto, cuando se trata de salud, es muy importante el trato. El concepto. El fondo pero también la forma. El saber que un paciente a pesar de la gravedad de su enfermedad sabe que hay alguien que no sólo está preocupado por su salud, sino que también por sus sentimientos es básico.
Estoy viviendo la experiencia de un hermano que está ingresado en el Clinico, desde hace más de cuatro semanas. Seguro en manos de excelente profesionales. Me consta. Y está bien cuidado. Pero hecho en falta “algo más”. Un acercamiento entre el médico y el paciente. “lo encontraremos”, “no te dejaremos sólo” “esto tiene de ser así” “lo que estamos haciendo es …”
Me dirán que hacen todo lo posible. Que constantemente le están haciendo pruebas. Seguro, pero no se lo transmiten al paciente. El trato al paciente es fundamental. Casi más que la excelencia del médico. Mi hermano lleva ya más de cuatro semanas en el clínico, haciéndole pruebas y no encontrándole nada.
Hizo más la visita de mi amigo, un gran médico cirujano en mayúsculas, que el sinfín de pruebas a las que ha estado sometido. Gracias Gon. Porque el feedback con el paciente es vital. La angustia que tiene el paciente, si se le trata con cariño se le disminuye y se transforma en dosis ilimitadas de paciencia y sobre todo de esperanza.
Algunos dirán que esto es la seguridad social y que no tenemos tiempo para eso. Es que nuestro trabajo es curar y no consolar. O argumentos como “es que no lo visito porque no tengo nada que decirle”.
Ya lo sé. Pero se equivocan. Y de mucho. Y eso es una de las cosas que mi amigo tiene claro.
Lo primero es el paciente. Luego la enfermedad. Y no el hecho de tratar únicamente la enfermedad.
Hace muchos años cuando acababa de llegar Gon de formarse como médico en USA me explicaba como a veces la angustia no es por la enfermedad sino por otros factores.
Hablamos sobre una anécdota que casi él no recordaba, pero yo sí. Pasó en la clinica Mayo. Un médico detectó que a un paciente le angustiaba el hecho de que como estaba ingresado no había nadie que se pudiera ocupar de su perro. Lo primero, era solucionar su angustia porque si no, no se curaría. Habló con un celador y consiguió que paseara al perro de su paciente y le diera la correspondiente ración de comida. ¿Que tontería no?. Pues no. Fue fundamental en la angustia del paciente. Y desde luego, en su proceso de curación. Al final, evidentemente el paciente se recuperó y resarció con creces al médico y al celador. Se sintió que se preocupaban por él. Y en la excelencia del trato estriba la cuestión. Habrá muchas cosas que no estaremos de acuerdo con los americanos, pero es que en casi todas y sobre todo las que afectan al concepto de servicio y cliente, no llevan años luz de ventaja.
Esa es una asignatura pendiente. Pero es primordial.
Si no entendemos que el “placebo” cura es que no hemos entendido nada. Y sé de lo que hablo.

1 comentario:

goldti dijo...

Que bonito gesto Foncu. Desde el blog te mandamos toda la energía positiva de la que somos capaces y nuestra amistad y cariño para ti y tu hermano.

No sirve de consuelo saber que está en el mejor sitio, ni que si viviese en otro continente seguramente lo pasaría peor, ni que toda su familia se preocupa por él ( por que tiene familia), lo sé, no sirve!! pero es para tenerlo en cuenta.

El placebo cura,si pero sobretodo cuando se junta a la medicina avanzada y al conocimiento.

Un abrazo para ti y otro para tu hermano