Hoy es el ecuador del año. Es decir hemos cubierto el 50% de días del año.
Si no se han cumplido todavía aquellas promesas de Fin de año, queda muy poco para que se puedan cumplir.
El hombre nunca puede parar de soñar, el sueño es el alimento del alma como la comida es el alimento del cuerpo…
Nos pasamos la vida justificándonos, que si esto, que si lo otro. Que si hay que ser cauto, tenemos más o menos claro lo que está bien y lo que está mal. Lo políticamente correcto y lo que no. Lo que es razonable y lo que no.
Al fin me llamaron del concesionario. Les había llegado mi “fortieit” mi flamante Harley Sporster Xl 1200 X de color negra. Preciosa.
Es más que una moto. Tiene todo lo que necesita para que sea un ingrediente básico del sueño ideal.. Motor potente de 1.200 cc, deposito pequeño “peanut” . Rueda delantera ancha tipo “bobber”. Posición adelantada de pies. Retrovisores por debajo del manillar. Una brillante respuesta de diseño ante el compromiso de lo clásico y lo moderno. Casi minimalista. Una joya. Sonido Harley, con tecnología de inyección. Pequeño reloj pero con toda la información necesaria.
Eso es la parte emotiva.
Ahora toca la parte racional: Gasta casi como un coche. Es cara. Evidentemente debe dormir en el garaje. Casi no tiene autonomía No la puedo sacar del garaje porque llama demasiado la atención. Si llueve te mojas. No tiene ningún tipo de pantalla protectora. El asiento es duro, no tanto como mi sacrificada bici...
La cuestión es que no me he desecho de mi fiel Honda. Me soluciona el transporte diario con comodidad. Gasta poco y es todo lo racional que debe ser un medio de transporte. Discreto, poco consumo y poca manutención, seguro e impuestos baratos. No llama la atención. Apenas ruidosa, y tienen gran capacidad de carga. He llegado a meter dentro del asiento una paletilla de jamón de Jabugo. Lo tiene todo. Y hasta te lleva.
Entonces…¿porqué carajo mi cerebro se empeña en que me guste tanto la Harley.?
Claro que siendo Géminis no me extraña que una de las dos personalidades sea tan “emotiva”.
La Harley no la quiero para lucirla, o no principalmente. No creáis que no me gusta presumir, pero esta vez nadie sabe que la tengo. Es más todavía no la he cogido. Pero ahí está.como objeto de culto y para pasearla en contadas ocasiones. Es como quien tiene en el garaje un coche clásico.
-¿pero estás loco? ¿Qué haces con una Harley en el garaje?
-Pues no lo sé. Pero cumple todas las expectativas y sólo sé que la disfruto mucho. El saber que la tengo. Era mi sueño desde pequeño, y ahora un golpe de suerte. El destino ha hecho que nos entendamos.
ero nadie sabe que la tengo. Porque no la llevo al trabajo, no la utilizo a diario, únicamente la uso en determinadas ocasiones. Pero sé que la tengo.
Ahí en el garaje. En la cuarta planta, muy próxima al infierno. Ahí está negra e impecable. A veces pienso que no estoy bien de la cabeza. Pero como me gusta mi Harley!.
Pienso que es una buena inversión, porque las Harley no se devalúan. (que iluso…)
Si, si lo que queráis, pero ahí está.
Pienso en cuando suba hacia el Tibidabo, sintiendo el viento golpear en la cara, mientras negocio sin prisas las cuatro curvas ….
-Si es que solo te hacía falta una Harley…- ¿Es que no tienes suficientes juguetes?
-Ese no es el tema…si por cuatro días que me quedan, no pienso pasarme dos justificándome…
- Pues vale…
Veis como vale la pena soñar!...más que nada por la “pasta que se ahorra uno”.
martes, junio 15, 2010
Joaquinito
Lo tuvo casi todo en su juventud.
Era “casi” hijo único. Bueno, su hermana Rosa pero él era el “amigo íntimo “ de su padre. Trabajaba con su padre, esquiaba con él, se iba en moto o en barca con él.
A los 16 años ya le compraron una Bultaco “streaker”, la moto más “in” que se podía tener en esa edad.
Vivía con intensidad, era amigo de sus amigos. Iván, Pedro, Santos y tantos otros. Dudosas amistades las que te llevan por el mal camino. Aunque su mejor amigo era su padre.
Cuando Joaquinito cumplió 18 años le compraron sus padres un mítico VW cucaracha descapotable. El no va más por entonces.
Se podía decir que era un consentido. Pero él se ganaba a su padre. Y eran tal para cual.
Una relación extraña, pero muy intensa.
Nuestros padres eran íntimos amigos y se organizaban viajes con potentes motos BMW por toda Europa. Nosotros (Joaquínito y yo, estábamos “condenados” a entendernos).
Sabíamos que entre los dos existía mucha distancia. Gustos diferentes y aficiones diferentes. Pero eso no quita de que lo apreciara.
Compartí con él alguna navidad en Baqueira y algún que otro fin de semana.
Luego la vida misma se encargó de distanciarnos. Una vez, casualmente me lo encontré por la calle después de algunos años, me dijo que estaba a punto de casarse. Y por mis padres sé que se llegó a casar, y tenía tres hijos pequeños.
Todo se le empezó a complicar a raíz de la muerte de Rosa, su madre. (Fue atropellada cuando cruzaba Paseo de Gracia). Al poco tiempo su padre se juntó con la prima de su madre.
Se distanció de su padre a niveles realmente sorprendentes, llegando a hablar únicamente a través de abogados. Sé que tuvo una vida complicada. Problemas con el alcohol y drogas le debían hacer todavía más complicada la vida.
El sábado por la mañana mi madre me comunicaba, con profunda tristeza, que Joaquinito se había suicidado. Lo siento mucho. Por su familia, su mujer y sus hijos, por su padre y Rosa, su hermana, por sus amigos, por mis padres, y también por mí.
Sonrío al recordarte cuando trazabas esas curvas de la collada de Tosas con tu Striker y yo intentando seguirte con mi vespa “primavera” , y tantos otros momentos en que tu simpatía y peculiar sonrisa me provocaba una sana envidia.
Estés donde estés Joaquinito, un abrazo muy fuerte.
viernes, junio 11, 2010
el preludio
- Oye tio, como me gusta el preludio!
- El preludio? De qué? Que eres masoca?
- No, el preludio de Bach! ¿Qué preludio te imaginabas?
- Ahhhh! Te refieres a cello suite nº 7 de Bach: el preludio…Es que ya me imaginaba otra cosa…
- ¿Que te imaginabas? ….coño que parece que pican!!!...mierda! se me ha escapado! Déjame otro gusano please…
- Ten …me debes uno….y yo pronto me largaré que ya he pillado lo suficiente para la cena…
- Joder que suerte!….aunque con lo tranquilo que estoy aquí, no me importa quedarme un rato más…
Javier y Edu eran dos brokers que habían ganado mucho dinero especulando, hasta que acabaron especulando con ellos, se quedaron sin trabajo y se encontraban en el espigón Norte del Port Olimpic, para pescar, afición que de momento además de relajarles les llenaba el estomago.
- Cuídate…nos vemos mañana otra vez
- Ok….y ya comprare más gusanos…debemos comprar gusanos Zapatero que son los que más les gusta a las truchas…
- Que no son truchas!! Que son truchos...los que pescamos...
- Pues eso…bueno lo dicho me compraré los gusanos Zapa y los probamos…ok
- Vale...nos vemos…pronto
Javier volvía cada día al mismo espigón. Pensaba mucho en su querido amigo.
Ese día del “preludio” de Bach fue el último día que lo vio. Tuvo el detalle de dejarle la caña, el cesto y dentro un sobre cerrado el titular “para mi amigo Javier”.
Cada día se llevaba dentro del cesto el sobre de su amigo Edu, pero seguía sin quererlo abrir…Hasta que un día dos meses después lo abrió y empezó a leer…
“Edu, se ha acercado un velero y una guapa chica desde el barco me ha gritado: ¿te vienes?...y no me lo he pensado dos veces me he subido!...pero ¿sabes porqué me ha subido?....No porque fuera una guapa rubia, sino porque de dentro del barco se oía el violoncello del Preludio de Bach!”
- El preludio? De qué? Que eres masoca?
- No, el preludio de Bach! ¿Qué preludio te imaginabas?
- Ahhhh! Te refieres a cello suite nº 7 de Bach: el preludio…Es que ya me imaginaba otra cosa…
- ¿Que te imaginabas? ….coño que parece que pican!!!...mierda! se me ha escapado! Déjame otro gusano please…
- Ten …me debes uno….y yo pronto me largaré que ya he pillado lo suficiente para la cena…
- Joder que suerte!….aunque con lo tranquilo que estoy aquí, no me importa quedarme un rato más…
Javier y Edu eran dos brokers que habían ganado mucho dinero especulando, hasta que acabaron especulando con ellos, se quedaron sin trabajo y se encontraban en el espigón Norte del Port Olimpic, para pescar, afición que de momento además de relajarles les llenaba el estomago.
- Cuídate…nos vemos mañana otra vez
- Ok….y ya comprare más gusanos…debemos comprar gusanos Zapatero que son los que más les gusta a las truchas…
- Que no son truchas!! Que son truchos...los que pescamos...
- Pues eso…bueno lo dicho me compraré los gusanos Zapa y los probamos…ok
- Vale...nos vemos…pronto
Javier volvía cada día al mismo espigón. Pensaba mucho en su querido amigo.
Ese día del “preludio” de Bach fue el último día que lo vio. Tuvo el detalle de dejarle la caña, el cesto y dentro un sobre cerrado el titular “para mi amigo Javier”.
Cada día se llevaba dentro del cesto el sobre de su amigo Edu, pero seguía sin quererlo abrir…Hasta que un día dos meses después lo abrió y empezó a leer…
“Edu, se ha acercado un velero y una guapa chica desde el barco me ha gritado: ¿te vienes?...y no me lo he pensado dos veces me he subido!...pero ¿sabes porqué me ha subido?....No porque fuera una guapa rubia, sino porque de dentro del barco se oía el violoncello del Preludio de Bach!”
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