Superar el muro.
Cuando uno corre una maratón se tiene de enfrentar al muro. El muro es cuando uno se queda sin fuerzas y el cuerpo ya no responde. Entonces el cerebro del cual la fuerza de voluntad depende tiene que imponerse. Encuentro una cita anónima pero que explica que siente uno en ese punto. En la maratón de 42.195 m eso llega en el kilómetro 30 aproximadamente.
Cuando el cuerpo no da más de sí, se han agotado todas las reservas energéticas y queda aún un mundo por delante, superar el muro o caer a sus pies, dicen, es cuestión de convicción.
El muro siempre llega. En la vida también. Y es algo que sólo depende de uno. Contra más preparado está uno para las adversidades más fácil lo tiene para superar el muro.
Y en la maratón pasa lo mismo. A veces uno está tan mentalizado y preparado que se prepara y empieza con ritmo tan prudente no se da cuenta del muro. ( eso lo que le pasó a mi amiga que participaba en la maratón de Barcelona. Y ahí es donde le esperaban dos amigas que hacían de liebre para ayudarla a acabar bien).
Yo seguí la maratón desde bastantes puntos. Pero me quedé mucho tiempo en ese punto. El kilómetro 30. En el “muro”. Observaba a la gente. Era parecido a una llegada aunque los habían que se paraban. Que la vida es más que una carrera de maratón debían pensar los que se retiraban. Razón no les falta desde luego pero se habían apuntado.
Muchos corredores pulsaban su cronometro es ese punto. Apretaban los dientes y fruncían el ceño. El cansancio empezaba a pasar factura y sabían que pronto comenzaría el dolor.
También estaban los que se animaban entre ellos.” Vamossssss!” Sin ser la llegada tiene su gracia estar es ese punto. Y símiles los encontramos en todas las facetas de la vida. Uno tiene su propio muro personal o en ocasiones profesional pero hay que utilizar todos los mecanismos para superarlos. Hay muros que parecían infranqueables y que al final se han superado. Ánimos de corazón a todos aquellos que lo intentan superar (aunque luego no lo hagan, eso me da igual) porque el muro una vez superado o no, la vida se ve de otro color. Y el esfuerzo siempre compensa. Por mucho que duela. Os lo juro.
Cuando uno pone el muro en google, le salen dos referencias obligadas. Una es la canción de Pink Floyd que tanto me gustó en su época y otra el muro de Berlín…y dicen los runners que existe una buena maratón ahí… aunque mi muro es de otro tipo.
2 comentarios:
Ya me imagino que esto del muro lo has sacado de wikipedia, lo has oído o te lo ha contado "tu amiga", porque sospecho que de un punto a otro de la maratón, no ibas corriendo...¿o si?
La verdad es que no puedo estar más de acuerdo con tu post, siempre tenemos un muro que superar, y hasta podríamos decir que la vida es una serie de muros espaciados de los que tenemos siempre que aprender, superándolos o no
Hay muros de esfuerzo, de convicción, de autosuperación, de autoconfianza, de tristeza, de pena, de no poder más, y claro los muros emocionales... tan muros como los demás, pero al ser menos racionalizables se antojan siempre complicados
Anima a tu amiga a que nos lo cuente en primera persona, seguro que disfrutaremos y aprenderemos todos.
...muro de mi amiga pasado!...cuando me llegue a mi lo salto!
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