Entiendo que es como la travesía de un barco, que le coge temporal antes de llegar a puerto. Y cada vez le cuesta más navegar. Hasta que el capitán debe de tomar una complicada y dolorosa decisión: O se aligera el pasaje o el barco se va a pique. Y es aquí donde viene el drama. La decisión de eligir quién se baja del barco. Evidentemente se intenta que los que contribuyen en mayor medida a la navegación del barco, se deben de quedar. Entonces se opta a los que tienen una transcendencia menor en la navegación del barco. Con algunos se pacta el dejarles un flotador y reservas de provisiones hasta que alguien los rescate. Con otros se les organiza un puesto en las barcas auxiliares de salvamento. Pero lo más difícil son los que tienen menos provisiones. En cualquier caso no hay opción.
Y esto que estamos hablando del barco más rápido de la flota. Pero esto ahora es secundario, porque ante el temporal se debe sobrevivir. Y este temporal afecta a todos. En fin, que como todo temporal pasará y luego llegará la calma, y volveremos a competir para seguir siendo los primeros…y así es la vida. Pero si de algo me alegro personalmente es que en este caso el capitán no soy yo, y me he librado de esa enorme responsabilidad. Aunque vaya por delante mi admiración por la entereza de los capitanes que conozco. Y ahora me voy a ayudar a sacar agua, porque se ha abierto otra vía de agua…
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