Hoy estoy realmente cansado. No he hecho siesta…(que cabrón, pensarán algunos), he tenido una visita por la tarde en Badalona ( es un encanto esta Isabel Basi, lástima que esté separada) y luego me he ido a mi rutinaria clase de guitarra española de los martes por la tarde. Me quería morir de lo mal que lo hacía, porque de aquella caja de madera solo salían acordes sin ningún “glamour”.
Luego a pasear a mi perro, ir a buscar a ballet a mi hija a las 9.15…en fin. Lo de cada jueves.
Que yo no sé como hay días en que nos cargamos de presión.
Ya vendrán tiempos mejores. Lo mejor del día ha sido la comida con mi buen amigo Román. Aquel que una vez dejé colgado en el desierto, y todavía me habla.
Lo he invitado al náutico, lugar donde se pierde la perspectiva del tiempo y del espacio, donde muy bien no se come, pero la tranquilidad compensa con creces el desplazamiento. Hemos hablado de nuestro próximo reto que será la segunda etapa de la transpirenaica pero saliendo desde Ripoll para después de tres días llegar a un pueblo cualquiera. La idea es acabar en Hondarribia y bañarnos en el Cantábrico. Si es que algún año la acabamos.
Le ofrecía yo la posibilidad de hacer algo un poco más glamouroso y realmente pocas cosas hay mejores que los solitarios caminos del Pirineo.
Mi hija pequeña ha sido seleccionada para la Zagala, carrera internacional de Ski en la que participan los diez mejores corredores de cada comunidad. ¡Que suerte que ha tenido!,Se va el próximo lunes, martes y miércoles de la semana que viene abandonando a sus padres y a los estudios. Suerte q tiene mientras pueda, bueno y nosotros pagárselo.
Mañana miércoles. Y me espera un gran día…así que hasta la vista.
Otro día sin noticias de Gurb, que le haremos. Duro pero es lo que hay. La vida sigue.
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