Me encantaría ver la exposición. No soy muy de exposiciones, lamentablemente, pero si hay una que me apetecería sería asistir a su exposición que hay en la Fundación Mapre del 10 febrero hasta el 29 de abril. Hine era un sociologo que utilizó la fotografía para profundizar en la sociología. Nació en 1874 y murió el 1940. En la pobreza más extrema después de perder su casa por no poder pagarla. (tema actual y recurente hoy en día).
Si hay una foto que siempre me ha impresionado es una de la serie Empire State building en donde se ven unos trabajadores de la construcción desayunando sentados en una viga, con el vacío de fondo. Es una foto vertiginosa y a la vez alucinante. ¿Cómo podían trabajar en esas alturas sin la más minima seguridad?. Te da vértigo contemplarla. Imaginarte como un grupo de gente se puede relajar allá arriba. Nosotros que nos sentimos orgullosos de nuestros escaladores en su haber con diversos 8.000, ya me gustaria verlos saltando de viga en viga como hacían esos obreros. (que conste que mi intención no es sacarles méritos).
Hines tiene fotos muy buenas de niños y gente humilde que transmite, pero como la foto del desayuno en la viga, ninguna. Si es que me los imagino…”venga chicos, a quién le toca en medio!”, “quién se vaya a caer que se acuerde de pasar el bocata, que no está el tema para ir tirando bocatas…”
Siempre he pensado en el merito anónimo de los fotógrafos en determinadas ocasiones que siguen al alpinista para inmortalizarle cuando hace el pico. Pero al fotógrafo que además de llegar prácticamente al mismo sitio debe cargar con la cámara, ni agua. Ni méritos, ni créditos.
O aquellos que graban al submarinista “chuleándole” al tiburón blanco, a un metro de la escena. Siempre pensamos “que valor el submarinista” y nunca pensamos en el cámara que tiene casi el mismo mérito.
Después de estar en NY uno se da cuenta de que es la ciudad por excelencia. Cualquier paralelismo a la magnitud de esa ciudad, queda en el más absoluto ridículo. Ni el Hotel Arts ni las torres Kio de Madrid, nada se puede comparar a esos edificios que llegan a tapar el cielo.
Por eso, imaginarse a esos obreros mientras construían el Empire, jugándose la vida a diario impresiona. Me imagino que alguno de vez en cuando se caía. Por eso cuando comparas la dureza de aquellas épocas con la calidad de vida de hoy en día, crisis incluida, sobrecoge.
La fotografías de Hine transmiten y para mi tienen una fuerza muy difícil de explicar. Igual mi homónimo, el buen fotógrafo Joan Fontcuberta, me sabría explicar. Aunque dudo se atreva a subirse a las vigas de un edificio en construcción para inmortalizar el momento. Algún día si tengo oportunidad, se lo preguntaré. Pero lo dudo.
Sin objetivos, ni retoques digitales, ni réflex ni ostias. El mérito que tenía el tirar una foto en el momento adecuado sin saber como había salido la foto. Aunque fotógrafos como Hine, lo sabían.
Estoy convencido.