miércoles, septiembre 30, 2009

cosas del cerebro...


No sé si algún día dejaré de escribir porque en mi imaginación ya no se me ocurra ningún tema que considere suficientemente interesante interesante. A veces lo pienso, pero también pienso que cuando eso me pase, ya no valdrá la pena de hacer nada. El escribir sobre temas es como el respirar, puede ser interminable.
Creo que el secreto está en el ejercicio de pensar. O de no pensar y dejarte llevar. De pensar en temas que me sorprenden o me suscitan algún tipo de sentimiento y plasmarlo. O sea escribirlo. El que lo pueda expresar con más o menos fortuna es relativo. Porque eso ya lo mejoraré con el tiempo, o mejor dicho, con la práctica.
Tengo ganas de aprender, pero para ello debo poner toda la carne en el asador. Estoy en varios frentes pero avanzo despacio porque no profundizo. No practico y eso hace que la lentitud de aprendizaje sea superior y el disfrute menor, hasta que llegado el momento lo deje estar.
Y esto me pasa con la guitarra, que me da la sensación de volver hacia atrás. Basta. Me prometo a mi mismo no cejar en el empeño y poder tocar con cierta soltura. Todo depende de mí.
A propósito me he quedado sorprendido. ( ya sabéis que sorprenderme es relativamente fácil) de una entrevista en el canal 33 de Jaume Barbará a un Neurólogo y Catedrático de Harvard (Alvaro Pascual Leone). Hablaba sobre los avances de la tecnología para aprender mejor el funcionamiento del cerebro. Pero también comentaba lo complejo de todo ello.
Se expresaba, a pesar de los años vividos en Estados Unidos con una fluidez envidiable. Y lo que decía sobre el cerebro no dejaba de sorprenderte. Cosas como que si el cerebro gasta la misma energía en situación de reposo o haciendo un determinado ejercicio, o las diferentes y sorprendentes adaptaciones del cerebro y sus experimentos para demostrarlo, el efecto del positivismo y lo importante para orientar al cerebro hacia la curación de las enfermedades.
Lo que sería el placebo. Etc..etc…
Y me lo miraba con cierta envidia. Por varias cosas. Una porque era una eminencia en la materia, con el sello de Harvard, otra por lo bien que se expresaba en castellano. Sentía pasión por el cerebro. Y eso me lo transmitía. Pensaba en lo fluido que debía hablar "americano".
El pasado jueves por motivos que hoy no vienen a cuento cené con una persona totalmente sorprendente y fascinante. Aparte de ser un multimillonario americano ex socio de George Soros, lo fascinante era su polivalencia, entre otras cosas congresista, asesor del gobierno, y con acceso directo a Obama. Nos explicó mientras cenábamos (RC de Polo en BCN) que por la mañana en una reunión en Londrés, pasando por una comida en Paris, no recuerdo el nombre de su anfitrión, pero lo que si que recuerdo es que comentó que había comprado el diez por ciento de Facebook por 250 millones de dólares. Vaya, lo que llamaríamos vulgarmente “el puto amo”.
Por supuesto se alojaba en una suite del hotel Arts, y se movía con chofer y coches de lujo. Jugaba en otra liga, claro. Pero compartíamos algunas aficiones. Pero lo que me supo mal es no haber estado con el idioma a una altura suficiente para poder haber conversado directamente y sin traductora, que la teníamos. Supongo que quedé como el típico “provinciano” con pocas tablas. La gente te dirá, bueno, no te preocupes porque cada uno es como es y que sea un potentado y tu un “mindungui” no quiere decir que él sea feliz y tu no.
Si, ya lo sé. Pero también pienso que hoy en día el hablar con cierta fluidez el inglés es totalmente indispensable. Joder ¡ y ahora salgo con estas… a mi edad…pues si. Porque la vida está llena de sorpresas, y debemos prepararnos para poder estar en ciertos momentos a un nivel determinado. Pues nada, a ponernos las pilas. No sé ni como ni donde, pero cojo el guante. Que lástima que el neurólogo de Harvard que salía por la tele no dijera que se está a punto de lanzar al mercado un conexión en el cerebro con entrada de targetas SD con los diversos idiomas del mundo, y uno dejaría ya de atormentarse por el tema del idioma. La suerte que tengo es que nunca es tarde para aprender. Tendré de hacer sitio entre los barcos, la mtb, la blog, el escribir, la lectura, el perro y la guitarra, la mujer y las niñas. Y todo eso antes de que nieve…porque eso también cuenta.
Pero ya encontraremos un hueco…que quién no lo tiene es porque no quiere.

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