Has estado
siempre conmigo. Especialmente en todos los momentos más duros de mi vida. Y estabas ahí. Sin
juzgar. Haciéndote un sitio en mi corazón. Te he hecho acompañarme en bici
hasta quedarte extenuado, acompañarme a excursiones con nieve que se te
enganchaba al pelo hasta impedirte moverte. Te has subido conmigo en los barcos
que he tenido. Nunca he llegado a saber
si te gustaba navegar. Nunca te quejabas. Estábamos juntos.
Hemos subido
montañas y bajado hasta los ríos.
Hemos estado
juntos infinidad de horas. Me has visto llorar mucho , pero también reír. Por
tu carácter has conseguido gustar a todos los que te han conocido. Hasta
incluso gustar a los que nunca le han gustado los que son como tú. (Y no saben
lo que se pierden)
Lo qué fuera,
cómo fuera o dónde fuera pero siempre a mi lado. Cada día me has acompañado
incondicionalmente.
Ha sido siempre un
orgullo tenerte como amigo. Me has dado infinitamente más de lo que yo he
podido darte. Sé que nunca te olvidaré.
No olvidaré la
mirada tierna y relajada mientras te iban suministrando la inyección letal. No
iba a dejarte. Y menos en tu último respiro.
Y al fin ha
acabado tu suplicio. Sé que has sido muy feliz cuando yo era feliz. O que te ponías
triste cuando yo me entristecía. La vida no es fácil para nadie.
Nunca te
olvidaré. Nunca he conocido a nadie como tú.
Muchas gracias
Fosc y feliz viaje.