Estamos en un restaurante japonés. En Tokio. Cuando vemos que en la mesa de al lado un ejecutivo con traje oscuro, se levanta y cae al suelo, en donde comienzan sus convulsiones por los brazos, para acabar con convulsiones por todo el cuerpo. Los músculos se le paralizan y al poco tiempo deja de respirar pero el corazón sigue latiendo. Es terrible.
Los camareros, sorprendentemente no le ayudan sino que evitan que la gente le pueda ayudar. Le masajean como intentando consolarle pero saben perfectamente y el ejecutivo también lo sabe, que la muerte es inevitable..Al cabo de tres minutos muere. Saben que no se podía hacer nada. Entonces, se lo llevan en una camilla. Los comensales vuelven a las conversaciones habituales y aquí no ha pasado nada.
¿Que parece invención.? Si pero no lo es. Pasa cada vez menos pero pasa.
No ha sido ni un ataque de corazón ni nada similar lo que ha fulminado al ejecutivo sino que ha sido la tetratoxina. El veneno del Fugu. El pez más exquisito que existe. El comerlo provoca el éxtasis a quien se lo come, pero a su vez el más caro y peligroso del mundo. El plato de fugu cuesta unos 300 euros. Pero sobretodo sino esta perfectamente limpio de veneno, la muerte se produce en pocos minutos. Y no existe antídoto. En la mayoría de las treinta especies diferentes de Fugus que existen en Japón la tetratoxina se localiza en el hígado en los órganos genitales y en los huevos
Durante muchos años estuvo prohibido debido a las decenas de muertes que se producían. Pero la gente seguía comiendo el Fugu no podían evitar la tentación del placer que producía. Hoy en día ya no es habitual tantas muertes, aunque se siguen produciendo, principalmente porque el cocinero del Fugu de los restaurantes debe pasar por una Academia durante tres años para aprender a cocinarlo. No se tolera ningún error. Cuando se examinan lo prueban ellos mismos. Y por la cuenta que les trae se esmeran en limpiarlo bien.
Cada año en la región de Shimonoseki se licencian unos 60 aprendices. Hay está el principal mercado de Fugu. Para limpiarlo se debe cortar el pescado cuando todavía está vivo, porque así se evita la propagación de la tetratoxina por toda la carne del pescado. De hecho, el pez Fugu también se llama pez globo. Cuando se siente amenazado se hincha y propaga la tetratoxina por la piel aunque no es lo habitual.
Como para invitar a los amiguetes y decirles “hoy os cocino yo …y os vais a “cagar”!!!, Nunca mejor dicho cuando les dices que les vas a preparar un fugu al pil-pil de la ostia! . En cualquier caso, en Japón conocen los riesgos y siguen consumiéndolo. El placer que produce su ingesta compensa el riesgo, aunque sea la muerte.
En Japón no lo llaman Fugu, porque se traduce como “culo de saco” sino que lo llaman Fuku que quiere decir “felicidad”. En algunas partes indómitas lo llaman Fonku, pero en este caso si que los órganos genitales y los huevos coinciden…vamos eso creo yo. Así que ya lo sabéis, cuidadito conmigo no sea que me enfade y me hinche y ya la hemos liado…
martes, mayo 19, 2009
y tú...¿comerías Fugu?
1,618 (2ª parte)
Yo sigo con el tema, preguntándome si el número áureo y yo tenemos algo en común o no. Desde luego todos los que han descubierto la proporción han conseguido grandes logros. Desde arquitectos hasta pintores. Dalí es uno de ellos. Claro que sabe pintar. Pero todo su snobismo era un disfraz para ocultar su genialidad en las aplicaciones de la proporción áurica. Me voy fijando y en todos sus cuadros rige esa proporción.
Supongo que un buen día descubrió lo que podía llegar a hacer con el número de oro (phi) y lo empezó a aplicar a destajo. Luego, acompañaba sus aplicaciones con actuaciones personales teatrales que lo tomaban por auténtico loco, eso hacía darle más fuerza. Ocurre más de lo mismo a quienes se han dado cuenta de las propiedades del número de oro. En todas las artes está presente la proporción áurica. Hasta los platos rectangulares del Bulli de Ferrán Adría cumplen esas proporciones mágicas. ¿Tendrá algo que ver con su éxito?.
Como parece que he sido yo el elegido. Será cuestión de ponerse manos a la obra.
Siendo prácticos habrá que mirar como yo puedo aplicar ese número en lo que hago porque me parece imposible que pueda aplicarlo en alguna de las actividades que hago. Como no sea en….ostras casi se me escapa!. Si me va bien ya os enterareis, y si no también….pensar también vosotros en aplicarlo.
Cojamos una coctelera y empecemos por los ingredientes: Un 60% de ilusión, un 10% de conocimiento, un 10% de paciencia, un 10% de constancia y un 10% de proporción áurea. Lo agitamos frenéticamente durante diez minutos al puro estilo Boada. Y esperamos que repose. Lo dejamos 24 horas. Y cuando volvemos…Tachin,tachin…Ostias… ¡un espantapájaros! Que cutrada! Pero ¿ que os pensabais?. ¿Quién os había dicho que sería fácil?. Pero lo seguiremos intentando..
¡!Coño, Foncu que hay que tener un “arte”!! me aclara el sms que me acaba de entrar en el móvil. Por supuesto del remitente el número 1618, manda guevos!
Supongo que un buen día descubrió lo que podía llegar a hacer con el número de oro (phi) y lo empezó a aplicar a destajo. Luego, acompañaba sus aplicaciones con actuaciones personales teatrales que lo tomaban por auténtico loco, eso hacía darle más fuerza. Ocurre más de lo mismo a quienes se han dado cuenta de las propiedades del número de oro. En todas las artes está presente la proporción áurica. Hasta los platos rectangulares del Bulli de Ferrán Adría cumplen esas proporciones mágicas. ¿Tendrá algo que ver con su éxito?.
Como parece que he sido yo el elegido. Será cuestión de ponerse manos a la obra.
Siendo prácticos habrá que mirar como yo puedo aplicar ese número en lo que hago porque me parece imposible que pueda aplicarlo en alguna de las actividades que hago. Como no sea en….ostras casi se me escapa!. Si me va bien ya os enterareis, y si no también….pensar también vosotros en aplicarlo.
Cojamos una coctelera y empecemos por los ingredientes: Un 60% de ilusión, un 10% de conocimiento, un 10% de paciencia, un 10% de constancia y un 10% de proporción áurea. Lo agitamos frenéticamente durante diez minutos al puro estilo Boada. Y esperamos que repose. Lo dejamos 24 horas. Y cuando volvemos…Tachin,tachin…Ostias… ¡un espantapájaros! Que cutrada! Pero ¿ que os pensabais?. ¿Quién os había dicho que sería fácil?. Pero lo seguiremos intentando..
¡!Coño, Foncu que hay que tener un “arte”!! me aclara el sms que me acaba de entrar en el móvil. Por supuesto del remitente el número 1618, manda guevos!
lunes, mayo 18, 2009
1618...casualidad?
Hay un tema que me tiene alucinado. Y es el número 1618. Desde hace tiempo.
El otro día compre un número de Euromillón, que por cierto no suelo hacer. Y los números que aparecían fueron el 01 16 18 33 38 44. Siempre intento relacionarlos con algún teléfono conocido o con algún número que me sea habitual. Por supuesto que no me tocó. Pero en lugar de tirar el billete me lo guardé en la cartera. Es curioso este comportamiento porque siempre lo tiro. Como es normal, no le dí la más mínima importancia.
Por otro lado, una curiosidad que me pasa es que al conducir en coche o en moto sólo me fijo en el cuentakilómetros cuando son números extraños, tipo capicúa o cuando coinciden justo con los miles y similares. No sé porque me pasa eso, pero me pasa.
Y el otro día se me paró la moto. Supongo qué me fijé en el cuentakilómetros para mirar cuantos kilómetros había realizado sin ninguna avería. Alguna cez tiene de ser la primera vez, pensé. Llevo ya 16.183 km. Al cabo de un rato la moto misteriosamente se puso en marcha, y lo atribuí a un mal contacto esporádico. Al día siguiente la moto funcionaba perfectamente. Hoy he ido a llenar el depósito de mi moto. Es cierto que iba al límite de la reserva. Lo sorprendente es que me han cabido 16.18 litros. Y teóricamente caben tan solo 15 litros. Esto me ha extrañado, pero lo que me ha mosqueado es la coincidencia del número. El 1618. Que extraño. Y lo definitivo ha sido ver los cuatro dígitos del reloj del microondas al calentarme mi arroz con lentejas. ¿Adivináis qué número aparecía en el display? Efectivamente 16:18. ( también es cierto que el reloj del microondas se desprogama cada dos por tres...)
Puede ser casualidad. O que la imaginación me juegue malas pasadas. Pero he buscado el número que todavía guardaba en la cartera. Y confirmaba los números.
No sé que será, pero algo querrá decir. He cogido mi pequeño ordenador y he marcado el “1618” en Google. Y me he encontrado con el número áureo y la proporción áurea. Que no es otro que el 1,618033…El número áureo es un número muy especial, es el número que rige el universo. Y lo que he encontrado me ha hecho acelerar las pulsaciones:
¿Pero qué tiene de especial ese número? ¿Por qué no es como los demás? Del mismo modo que el número Pi (3,141592...) representa el cuerpo geométrico más perfecto, la esfera, 1,618033... es el número de la belleza. El monje del siglo XV Luca Pacioli, quizá influido por la idea de que los nuevos conocimientos debían adaptarse a las creencias de la Iglesia, lo llamó La Divina Proporción e indicó: “Tiene una correspondencia con la Santísima Trinidad, es decir, así como hay una misma sustancia entre tres personas –Padre, Hijo y Espíritu Santo–, de igual modo una misma proporción se encontrará siempre entre tres términos, y nunca de más o de menos”. Lo que se esconde tras esta esotérica frase, más propia de alquimistas y ocultistas que de matemáticos, es ese número, el cual se cree que fue bautizado por Leonardo da Vinci con el nombre de número áureo. Siglos más tarde el matemático estadounidense Mark Barr le asignó la letra griega fi, en honor al escultor Fidias, que lo usó en sus obras. El humanista que puso nombre al 1,618033...Hasta aquí todo esto puede parecernos pura numerología. Es como si alguien, con muy poco trabajo y mucho tiempo libre ( y ese no soy yo), se hubiera tomado la molestia de empezar a buscar relaciones curiosas con los números. Sin embargo, lo verdaderamente misterioso es que ese número tan extraño lo encontramos en el crecimiento de las plantas, en las piñas, en la distribución de las hojas en un tallo o en la formación de las caracolas. O en el Partenón. O en el ejemplo clásico de lo que es un cuerpo armonioso: el Hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci. Pollio afirma: “En el cuerpo humano, la parte central es el ombligo. Pues si un hombre se tumba boca arriba, con los brazos y las piernas extendidas, y se centran un par de compases en el ombligo, los dedos de las manos y los pies tocarán la circunferencia descrita a partir de ese centro. Y también puede inscribirse en una figura cuadrada”. Si dividimos el lado del cuadrado (la altura del ser humano) por el radio de la circunferencia (la distancia del ombligo a la punta de los dedos) tendremos el número áureo. Poco a poco Leonardo se fue obsesionando con la búsqueda de pautas que relacionaran no sólo la anatomía con la arquitectura, sino con la estructura armónica de la música y con la propia naturaleza. Su búsqueda de proporciones en el mundo que le rodeaba, al igual que su intento de relacionar la circunferencia de las copas de los árboles con la longitud de sus ramas, fue intensa pero vana. No obstante, no era una idea errónea, porque mirando la naturaleza podemos encontrar el número áureo en diferentes contextos por su inmediato anterior tiende, o tiene como límite, el número áureo. Esto es, esta sucesión infinita de números termina, en el infinito, en el número áureo. Los números de Fibonacci también los encontramos en el número de espirales a la izquierda y a la derecha que podemos contar en las semillas de los girasoles y en las piñas de los pinos; en el número de pétalos de las flores (3 el iris; 5 o bien 8 en algunos ranúnculos; las margaritas y girasoles suelen contar con 13, 21, 34, 55 ó 85...) y en el número de flores en las espirales de la coliflor y del brécol. De hecho, cada uno de ellos es una diminuta coliflor en sí misma. Si cuenta las espirales en ambas direcciones que salen de esas miniflores, ¿qué número le sale? Puede buscar así mismo números de Fibonacci en el plátano y en la manzana. Incluso las hojas alrededor del tallo siguen este orden.
¿Qué se supone qué debo hacer ahora? ¿Es qué significa algo importante o es fruto de las casualidades?. La verdad es que no puedo hacer nada diferente, pero yo de vosotros no me acercaría mucho a mí …por si las moscas…
Pd: si habéis llegado hasta aquí os aconsejo www.youtube.com/watch?v=j9e0auhmxnc, donde explica perfectamente lo misterioso del numero phi. Espero no obsesionarme tanto como Leonardo, pero joder, tiene miga el temita!!!. Y hoy me pienso tomar la pastillita para dormir porque sólo me faltaría ver 1,618…ovejitas saltar una valla!
El otro día compre un número de Euromillón, que por cierto no suelo hacer. Y los números que aparecían fueron el 01 16 18 33 38 44. Siempre intento relacionarlos con algún teléfono conocido o con algún número que me sea habitual. Por supuesto que no me tocó. Pero en lugar de tirar el billete me lo guardé en la cartera. Es curioso este comportamiento porque siempre lo tiro. Como es normal, no le dí la más mínima importancia.
Por otro lado, una curiosidad que me pasa es que al conducir en coche o en moto sólo me fijo en el cuentakilómetros cuando son números extraños, tipo capicúa o cuando coinciden justo con los miles y similares. No sé porque me pasa eso, pero me pasa.
Y el otro día se me paró la moto. Supongo qué me fijé en el cuentakilómetros para mirar cuantos kilómetros había realizado sin ninguna avería. Alguna cez tiene de ser la primera vez, pensé. Llevo ya 16.183 km. Al cabo de un rato la moto misteriosamente se puso en marcha, y lo atribuí a un mal contacto esporádico. Al día siguiente la moto funcionaba perfectamente. Hoy he ido a llenar el depósito de mi moto. Es cierto que iba al límite de la reserva. Lo sorprendente es que me han cabido 16.18 litros. Y teóricamente caben tan solo 15 litros. Esto me ha extrañado, pero lo que me ha mosqueado es la coincidencia del número. El 1618. Que extraño. Y lo definitivo ha sido ver los cuatro dígitos del reloj del microondas al calentarme mi arroz con lentejas. ¿Adivináis qué número aparecía en el display? Efectivamente 16:18. ( también es cierto que el reloj del microondas se desprogama cada dos por tres...)
Puede ser casualidad. O que la imaginación me juegue malas pasadas. Pero he buscado el número que todavía guardaba en la cartera. Y confirmaba los números.
No sé que será, pero algo querrá decir. He cogido mi pequeño ordenador y he marcado el “1618” en Google. Y me he encontrado con el número áureo y la proporción áurea. Que no es otro que el 1,618033…El número áureo es un número muy especial, es el número que rige el universo. Y lo que he encontrado me ha hecho acelerar las pulsaciones:
¿Pero qué tiene de especial ese número? ¿Por qué no es como los demás? Del mismo modo que el número Pi (3,141592...) representa el cuerpo geométrico más perfecto, la esfera, 1,618033... es el número de la belleza. El monje del siglo XV Luca Pacioli, quizá influido por la idea de que los nuevos conocimientos debían adaptarse a las creencias de la Iglesia, lo llamó La Divina Proporción e indicó: “Tiene una correspondencia con la Santísima Trinidad, es decir, así como hay una misma sustancia entre tres personas –Padre, Hijo y Espíritu Santo–, de igual modo una misma proporción se encontrará siempre entre tres términos, y nunca de más o de menos”. Lo que se esconde tras esta esotérica frase, más propia de alquimistas y ocultistas que de matemáticos, es ese número, el cual se cree que fue bautizado por Leonardo da Vinci con el nombre de número áureo. Siglos más tarde el matemático estadounidense Mark Barr le asignó la letra griega fi, en honor al escultor Fidias, que lo usó en sus obras. El humanista que puso nombre al 1,618033...Hasta aquí todo esto puede parecernos pura numerología. Es como si alguien, con muy poco trabajo y mucho tiempo libre ( y ese no soy yo), se hubiera tomado la molestia de empezar a buscar relaciones curiosas con los números. Sin embargo, lo verdaderamente misterioso es que ese número tan extraño lo encontramos en el crecimiento de las plantas, en las piñas, en la distribución de las hojas en un tallo o en la formación de las caracolas. O en el Partenón. O en el ejemplo clásico de lo que es un cuerpo armonioso: el Hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci. Pollio afirma: “En el cuerpo humano, la parte central es el ombligo. Pues si un hombre se tumba boca arriba, con los brazos y las piernas extendidas, y se centran un par de compases en el ombligo, los dedos de las manos y los pies tocarán la circunferencia descrita a partir de ese centro. Y también puede inscribirse en una figura cuadrada”. Si dividimos el lado del cuadrado (la altura del ser humano) por el radio de la circunferencia (la distancia del ombligo a la punta de los dedos) tendremos el número áureo. Poco a poco Leonardo se fue obsesionando con la búsqueda de pautas que relacionaran no sólo la anatomía con la arquitectura, sino con la estructura armónica de la música y con la propia naturaleza. Su búsqueda de proporciones en el mundo que le rodeaba, al igual que su intento de relacionar la circunferencia de las copas de los árboles con la longitud de sus ramas, fue intensa pero vana. No obstante, no era una idea errónea, porque mirando la naturaleza podemos encontrar el número áureo en diferentes contextos por su inmediato anterior tiende, o tiene como límite, el número áureo. Esto es, esta sucesión infinita de números termina, en el infinito, en el número áureo. Los números de Fibonacci también los encontramos en el número de espirales a la izquierda y a la derecha que podemos contar en las semillas de los girasoles y en las piñas de los pinos; en el número de pétalos de las flores (3 el iris; 5 o bien 8 en algunos ranúnculos; las margaritas y girasoles suelen contar con 13, 21, 34, 55 ó 85...) y en el número de flores en las espirales de la coliflor y del brécol. De hecho, cada uno de ellos es una diminuta coliflor en sí misma. Si cuenta las espirales en ambas direcciones que salen de esas miniflores, ¿qué número le sale? Puede buscar así mismo números de Fibonacci en el plátano y en la manzana. Incluso las hojas alrededor del tallo siguen este orden.
¿Qué se supone qué debo hacer ahora? ¿Es qué significa algo importante o es fruto de las casualidades?. La verdad es que no puedo hacer nada diferente, pero yo de vosotros no me acercaría mucho a mí …por si las moscas…
Pd: si habéis llegado hasta aquí os aconsejo www.youtube.com/watch?v=j9e0auhmxnc, donde explica perfectamente lo misterioso del numero phi. Espero no obsesionarme tanto como Leonardo, pero joder, tiene miga el temita!!!. Y hoy me pienso tomar la pastillita para dormir porque sólo me faltaría ver 1,618…ovejitas saltar una valla!
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