Y entonces un día descubrí que en la azotea de casa podíamos estar francamente bién. Incluso que podría ser mi sitio donde recluirme y meditar, escribir, hacer gimnasia...
Empecé incorporando algún palet y haciéndome un chill out...los palets fueron incrementando e incorporé plantas...de variopintos lugares. (dos ficus de un bar de balmes que cerraba, o plantas que dejaban inquilinos medio moribundas...) todo valía para hacer de un lugar inóspito un sitio acogedor.
Limpié muchas veces ese suelo ennegrecido de baldosas rojizas (Rasilla) que se ponían en los edificios de Barcelona en los años 50 y 60. Al principio con una Karcher y fregando y últimamente hasta alquilando una pulidora profesional y acabando con salfumán...
Poco a poco... pero se notan ya los resultados.
Es un espacio en el que he ido incorporando bicicletas antiguas y fixies ( Muchas gracias Carlos Salvans)
Al final es un espacio que le he ido cogiendo mucho cariño. Porque aunque pertenezca al edificio familiar, lo he ido tuneando poco a poco...
Mi madre me regaló un buho para asustar las diferentes aves que me suelen visitar. Palomas fundamentalente pero también gaviotas y cotorras. Al principio pensaba que era convincente porque incluso con el viento tiene movimiento de cuello y parece un poco real...(un poco). Pero el otro día vi en la barandila y al lado de mi temible búho a una paloma!
Una de dos, o que la paloma se ha enamorado del búho...o que el búho ha perdido toda la credibilidad...no sé yo.
El viernes pasado me encontre a Alberto , un LaserMaster en la tienda más cara de Barcelona...Servicio Estación...intentando comprar "algo" disuasorio para ahuyentar las malditas gaviotas de su embarcación fondeada en ese paraiso llamado Cadaqués.
Le hable de mi búho...pero ya lo había probado todo...búho, cuervo, aspas que giran...pero nada de nada...Su barca tiene un arco en donde se aposentan ...observan y defecan.
Su decisión , ya desesperada era la de alambres puntiagudos en forma de racimo u otra versión no tan agresiva. Estaba convencido que esta vez sí. Dejarme dudarlo porque estos pájaros que odio profundamente son las ratas del mar y si algo son las h ...de p... son muy listas y si lo que quieren es joder al señorito que viene a su casoplón de Cadaqués y que tiene la barca fondeada...lo acabarán consiguiendo.
Que vaya poniendo el letrero de "for sale" en su barca...(que no sería la primera vez que estos pájaros hacen claudicar a los patrones...). En fin, cosas peores pasan en el mundo y que aunque sepa que mi amigo el buho, no asusta ni a Oscar, la salamandra que convive conmigo entre mi terraza y el terrado donde me ayuda a mantener a raya a las arañas y otros insectos. Que eso, que uno ya está distraido en la ciudad. Cuando suba al Medusa, espero que no la hayan visitado las gaviotas, porque sino me llevaré a mi búho y verán lo que es bueno...
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🤣🤣🤣
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