Se para el tiempo durante una semana en
Barcelona.
No cuenta ni la eslora, no la
tripulación, ni la velocidad, ni tan siquiera si se ha hecho una buena regata o
no. Lo único que cuenta, o mejor dicho lo que más cuenta es la autenticidad de
los barcos clásicos.
La verdad es que es un placer participar
en una regata de este tipo. Rodeado de piezas únicas. Cada uno de esos barcos
es una joya.
De hecho, este tipo de barcos tiene todas las desventajas para ser un barco
“cómodo” y poder pasar unas vacaciones.
Son barcos lentos, a pesar que las “quillas corridas”
hacen que pasen muy bien las olas.
Son
incómodos. La concepción de los interiores (a diferencia de los diseños
actuales de veleros) hace que tanto los
camarotes como las estancias interiores no estén diseñadas de la mejor manera.
El motor es ruidoso. Los motores
antiguos, poco insonorizados hacen que en estos barcos permanecer en el
interior mientras está en marcha sea un suplicio.
Todo está pensado sin importar el peso y
con tecnologías muy básicas, por lo que el simple hecho de “cazar el Génova”
sea un suplicio…Solo colocar la pesada maneta de cobre en el “winche” ya
requiere su tiempo.
Es muy incomodo. La ergonomía era un
concepto que no existía por entonces. Es
decir si hay que poner una madera para no embarcar agua se pone, aunque a veces
sea a costa de la comodidad y que cuando uno se sienta en la bañera y apoya la espalda, a los diez minutos ya no
sabes como ponerte!.
Y esto en el Kanavel, el barco donde
navegaba que aún…en otros, especialmente los “big boats” (los barcos más
grandes) en donde la tripulación no
tiene ni sitio para sentarse, como no
sea en la cubierta. Ni tan siquiera “candelero” (barandilla para los neófitos)
en donde apoyarse ocasionalmente en caso de apuro.
De hecho son frecuentes las regatas en
donde se caen los tripulantes.
El motor de proa para ayudar en la
maniobra es una quimera. Si un capitán no sabe meter en el amarre su barco sin
motor de proa, no merece el honor de llevar un barco de este tipo. Y estoy de
acuerdo.
Pero a pesar de todos los inconvenientes
de tener un barco de este tipo. (que son muchos, además de económicos …claro!).
Es una maravilla!!!! Y compensa con creces todos los “pequeños” inconvenientes
antes citados.
Muchas gracias Javier! (el patrón, armador....y amigo)
Ha sido un autentico honor poder haber
participado en esta exclusiva regata con un barco tan antiguo…el Kanavel…de
1966…ostias! Pues tan antiguo no será porque yo soy del 64!!! Jejejje…igual
tengo alguna pieza de madera…o más bien de cobre oxidado….qui lo sa?
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