viernes, enero 21, 2011

Cuando la experiencia resta


La pregunta es ¿porqué negamos la incompetencia de uno mismo en miles de temas?
Probablemente para no perder credibilidad. A veces por prestigio (si algo queda de eso…), o porque a uno no quiere, sobretodo a una edad, que le dejen en evidencia. Tengo una amiga que es muy buena directora de marketing. Es muy curioso, pero no sabe mucho de nada, pero tiene una característica fundamental que es una capacidad especial para reconocer a la gente de la que se puede fiar. Y eso es un don que le ha llevado hasta muy lejos.
Alguien me dirá. Pero ¿algún tema tendrás en que seas competente?. Digo yo…Pero no creáis que lo tengo muy claro…puede que el hecho de ser consciente de mis muchas deficiencias sea la mayor de mis pocas virtudes.
Todo esto me hace pensar sobre el hecho de si debo retirarme o emprender nuevos caminos, y aquí es dónde se debe despertar la parte femenina que debo de tener dentro, y que no paró de darle vueltas a cosas que no solucionan nada. (virtud tan poco práctica…dicho sea de paso).
Si uno tiene una enfermedad, pues se asume….más o menos con la dignidad que uno pueda y su enfermedad le deje, pero le cambian sus valores hasta adaptarse a los nuevos escenarios. Con unas limitaciones evidentes pero también con nuevas expectativas. Con mucho recorrido, aunque sea sólo en un terreno emotivo y sentimental.
La experiencia nos da unas cosas realmente importantes. A veces tener de estar en lugares que uno no quiere pero sabiendo que es lo mejor para uno mismo. Nos cambia la visión de las cosas y la perspectiva.
Pero la experiencia puede servir en muchos terrenos. En la medicina, por ejemplo o en tantas y tantas profesiones, Pero no en publicidad.
Pero el “virgencita, virgencita…que se quede como está….es el peor de los consejos que alguien puede darte.
Pero también la experiencia nos quita otras cosas, que para muchos trabajos son básicas. El desparpajo, el asumir las equivocaciones, el no tener nada a perder y mucho a ganar, el decir y hacer lo que uno piensa son características fundamentales de la “no experiencia”. Y esto a veces se relaciona con la edad, pero no necesariamente.
La “ignorancia consciente” te ayuda a sobrevivir, a prepararte para salir de ese estado momentáneo, intentándose preparar uno para ser un poco menos ignorante. La “ignorancia inconsciente” es la peor, no sabiéndola reconocer hace que te deje en situaciones comprometidas, pero como uno no es consciente le es indiferente….Ayer comentaba con mi buen amigo Lino, el hecho de que después de llevar tantos años en publicidad, creo que no podría ni enseñar a un “training”, es decir, a la gente joven. Porque poco puedo enseñar más que algo de psicología. La experiencia en publicidad produce un efecto negativo. No puedo enseñar algo que tampoco en los cursos de masters del universo tampoco sabrán enseñar. Es todo demasiado nuevo y cambia muy deprisa. Dudo mucho que un catedrático de publicidad sepa más que un inquieto jovencito sobre el Facebook, blogs o tecnología.
La verdad es que creo que en un equipo el buen jefe es aquel que cree que cada uno de sus subordinados es más bueno que él en un terreno determinado, pero aceptar y asumir esto precisamente sólo está en manos de unos pocos privilegiados. La diferencia Lo bueno de lo excelente.
Es lo que distingue la visión de futuro del futuro sin visión.
Así que… vosotros mismos. Porque la vida le da a uno, ni más ni menos lo mismo que ese uno le da la vida. ¿Tantos años “gastados” para concluir que la experiencia es negativa?....Pues vale….como se llamaba eso? ¿Feisbuck?
De la experiencia me quedo con el criterio que le da a cada uno y de la no experiencia me quedo con todo lo demás!!!
pd: Si no crees que la experiencia resta es que debes de ser uno con mucha experiencia...

1 comentario:

goldti dijo...

Claro que solo puedo discrepar, tu tienes mucho que enseñar, de publicidad y de muchas cosas, lo que si es verdad es que no sabrías por donde empezar, pero eso es harina de otro costal.

Preparate las clases, seguir el guión sin saltar( o volar) de un capítulo a otro a pesar de que te asalten violentamente ideas que como decía tu amigo Jordi " ahora no tocan"... lo veo difícil.

Pero también veo difícil disfrutar de un concierto de guitarra, tuyo, y estoy seguro de que este 2011 será el año mágico para ello.