Hace un par de años sonreía al ver a un ejecutivo conectando su GPS para llegar del despacho a su casa. Pensé lo absurdo de la situación. Porque probablemente ese ejecutivo llevaba varios años haciendo el mismo recorrido. Era un tema de snobismo. Bueno pues eso sólo era la punta del iceberg. Hoy en día la mayoría de los coches llevan GPS. Los coches buenos llevan los de 3.000 euros. Como opción. Estos son los BMWs Audis, Lexus…Los coches malos llevan los de 300 euros.
A veces es gracioso observar donde se instalan el GPS. Algunos lo llevan en medio del parabrisas. Contra más grande mejor. Y si tapa toda la visibilidad, aún mejor que por algo es GPS. ¿Que nos está pasando?
Otro tema es el consumo lógico. O que nos parece lógico. Hace tan sólo tres años era una anécdota encontrar alguna persona esquiar con casco. Hoy en día el 98% de los que esquiamos lo hacemos con casco. Argumentamos que es más seguro. A pesar de no conocer a nadie, ni haber oído de alguien que se haya lesionado el cráneo esquiando, parece ser que sí, que es más seguro. Lo que sí es más cómodo y caliente que el clásico gorrito de lana.
El otro día esquiando en Andorra observé como por lo menos tres esquiadores en grupos diferentes tenían una cámara de ordenador fiada al casco. Pensé el porqué necesitaban llevar aquellos esquiadores la cámara en la cabeza y supuse que lo que grabaran luego lo colgarían en You Tube. Me imaginé a todos los que esquiamos asiduamente llevando una cámara en la cabeza.
Hasta donde nos llegará la tontería. Mentalmente, pensé en recuperar para el próximo fin de semana mi antiguo gorrito de lana. Y por cierto… ¿Hay alguien interesado en comprarme el GPS que llevo a veces en la bici?
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