A veces uno piensa si estaremos predestinados, o constantemente conformamos nuestro futuro inmediato. No lo sé. Pero creo que hay algo de los dos.
Hace unos años, bastantes, unos quince años aproximadamente ,en una empresa donde trabajé y que tengo muchos y buenos recuerdos Interdeco nos dierón un curso de formación basado en incentivos y objetivos de unos tres días de duración.
Era algo similar a lo que se llevaba por entonces, curso tipo Dale Carnegie. Aquello de si quieres algo lo puedes conseguir. Debes estar convencido de ello.
El profesor en cuestión era una de esas personas que se le van cayendo las medallas, que si había formado a directivos de la IBM, que también a los de Coca- cola, que si su sistema era infalible. Era tan bueno que se hacía poco creíble. Y dicho de paso un poco pedante. En fin, que entre el programa que seguía había una aplicación práctica para conseguir lo que uno se propusiera. Os podéis imaginar las miradas entre los compañeros que nos cruzamos, de incredulidad, claro.
De lo que se trataba, era que debíamos de escribir en unas fichas de cartón, tipo targetones, un objetivo o varios. Los objetivos podían ser cuantitativos o cualitativos, era lo mismo. Si que debíamos de apuntar un objetivo en cada ficha. Valía todo. Desde ganar tanto al mes, como el hecho de aprender de informática, por ejemplo. Sólo había una condición, que cada mañana, sin falta, uno debía de leerse los objetivos. Nada más. Su teoría era que el cerebro generaba todo un mecanismo para predisponernos y conseguir esos objetivos. Increíble ¿no?
Particularmente seguí la metodología de las fichas durante seis meses. Los compañeros se rieron. No era para menos. Los únicos que de toda la empresa seguimos durante un tiempo esta historia fueron el mensajero de la empresa en Madrid y un servidor. No sé de la suerte del mensajero, ni de cómo le había ido en la vida.
Hace dos años y por casualidad, encontré las seis fichas. Se me aceleró el pulso. De los seis objetivos, se habían cumplido cinco.
Y vuelvo al principio. Los objetivos se cumplieron porque yo los dirigí de alguna manera o porque ya estaba predestinado el que pondría esos objetivos. ¿curioso no?
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