martes, octubre 13, 2009

La dignidad del enfermo


Un día me encontraron me hice unos análisis porque tenía cierto dolor al orinar.
Toal que me confirmaron una infección de orina. Y me mandaron a ver a un eminente urólogo. Sólo llegar a la consulta y ante tanto cuadro de titulado en esta u otra especialidad, de todas las ciudades y hospitales americanas, que te puedas imaginar, que ya te coge un complejo de inferioridad de la hostia, aunque la mitad de esos diplomas son falseados…mi cuñado, que lo considero un buen dentista también tiene muchos de esos “títulos” y un día le pregunté por un diploma que le acreditaba como que había superado con buena nota un determinado curso por la universidad de Los Angeles. Queda de puta madre, solo que él nunca ha estado en Los Angeles.
“no… si esto es… porque se hizo un curso en Barcelona que convalidaba con el de L.A..y además se hace siempre…” se excusaba.
Pues eso. Que en el despacho del urólogo, que por cierto tiene el último modelo de Porsche, porque uno tiene que mantener su prestigio, por mucho culo que toque!. Después de una entrevista sobre mi rutina diaria, me comenta que si los análisis que le llegan confirman la infección se tendrá que medicar. Pero es raro una infección de orina en un hombre. “no si al final resultará que soy una tia” pensé. Manda guevos. Luego lo arregló porque dijo que a veces se produce con deportistas de élite en ciclismo o triatletas…supongo que lo dijo al ver como lo miraba después de haber puesto en entredicho mi masculinidad. Pues nada, que acabada la entrevista me sugiere que me ponga de pie y me apoye en una camilla con las manos apoyadas, y con los pantalones bajados.
Veo que se lava las manos escrupulosamente y se pone un guante de latex que le llega hasta el codo....”Mecagoenlaleche” pensé no me hará lo que creo que me va a hacer…
Pues si. Me hizo un tacto rectal. Para ellos será muy normal pero jooooder, a uno le impresiona.
“te noto Juan con un poquito de tensión…” decía mientras introducía su brazo por mi ano.
Un poco de tensión me dice el cabrón!. Lo que estaba es acojonado!!.
“Ya está” me dijo después de urgar por el interior de mi cuerpo, hasta me pareció ver que sus dedos me salían por la boca ( dejarme que le ponga un poco de salsa, porque la situación no era para menos).
Pues nada. Que salí sin el poco orgullo que me quedaba cuando entré. Me dijo, estás bien pero si puedes deja de hacer tanta mountain bike y si puedes evitar ir en moto….mejor.” “ ahora te cobrará mi secretaría…y cualquier cosa nos llamas…
“vale Dr, lo tendré en cuenta…” ni caso a partir de ese día entrené más que nunca e hice numerosas competiciones, todas ellas exigentes: dos La Molina-tibidabo en un día, Meridià Verd, Titan dessert, pedals de foc…y desde luego cada día voy en moto.
Si es que lo dicen un poco para evitar riesgos me comenta un dr. amigo mio…
“no me jodas!.” Evitar riesgos es quitarme mi principal afición, con esa frialdad! No me jodas!
Ufff …ya pasó! Y de eso hace bastantes años, pero digo yo no pueden hacerlo todo de una manera “diferente”? No digo que no me cobre la cuantía que me cobró, que no me acuerdo pero era una pasta. Supongo que le pagué la radio del Porsche!! En el fondo, pienso que cobraría si yo tuviera de hacer lo que hace el…pues desde luego muchísimo más!!!
Apa

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