domingo, noviembre 02, 2008

optimismo en crisis

Donde veo tiendas que se traspasan veo negocios futuros.
Donde veo pisos en alquiler veo gente que antes no podía pero que le han ajustado las condiciones para poder vivir de alquiler.
Donde veo a gente que se arruina con la caída de la bolsa, veo a la gente que puede comprar acciones baratas para luego forrarse.
Donde veo pisos que se venden, veo a los vendedores como potenciales compradores de coches y bienes que ahora no se venden.
Donde veo gente durmiendo en los cajeros veo gente que ha elegido la austeridad en lugar del consumismo
Donde veo empresas que se hunden veo a otras que se forran.
Son tiempos que cambian, y el cambio siempre es bueno. Pero yo me pregunto ¿ porqué no veo gente que ríe?.

la lluvia

La lluvia.
¿Qué hace que llueva?. ¿Porque el cielo nos castiga a veces sin ella y a veces con demasiada?.
Pero está bien que sea así. Porque rompemos rutinas. Cambiamos los hábitos. Hay gente que dirá que vaya mierda que llueva tanto porque uno no sabe que hacer. Cuando eso pasa la gente tiene un problema. Pero un problema tanto si llueve como si no llueve.
El hecho que esta gente que necesita salir, es el preguntarse el porque necesita salir. Seguramente porque necesita “no hacer nada” al aire libre. Y es que yendo y viniendo ya pasan el rato. Y eso es una pena.
Hay gente para todo dirán algunos. Si ya lo sé, pero el que no se sepa adaptar a la lluvia no se sabrá adaptar a la vida.
¿Qué le pasaría si tuviera un accidente o una enfermedad que le impidiese salir de casa? Bueno, entonces se adaptarían dirían algunos. Si ya. Qué remedio. Pero probablemente el entonces sería demasiado tarde.
Que conste que soy consciente que hay gente que no le gusta leer. Aunque eso es muy relativo, porque no es que no les guste leer sino que nunca han leído algo que les guste. Porque la lectura, tiene que transmitir emoción. La que sea pero transmitirla porque si no, no es lectura es simple trascripción de letras a otro código.
A mi la contemplación de la lluvia me produce nostalgia. Es por ello que me la debo dosificar a mi manera. Y como ahora casi no llueve me voy a dar una vuelta…je,je.

martes, septiembre 30, 2008

la clase de guitarra

Me siento como a un golfista cuando le cambian el “grip”.
Lo de golfista es de golfo claro…
La verdad es que durante y después del verano no he podido practicar mucho con la guitarra, porque la gente acude a las segundas residencias a descansar, y no se trata de amargar a nadie sus vacaciones.
Pero ha sido volver a las clases de guitarra y cambiarme de “profe”.
El tema es que ni tan siquiera me han dejado tocar algo de lo poco que sé. Por lo menos para demostrarle que algo sé.
“es muy básica la posición de dedos…” me decía el profe.
“de verdad hazme caso, que luego lo agradecerás”.
Y ya me veis cada día “ensayando” durante cinco minutos, con una postura más propia de un contorsionista que de un guitarrista e intentando que los dedos corazón y anular me hicieran algo de caso… el camino es largo, pero ya lo he comenzado. Es lo único que me consuela. Cuando los puñeteros dedos me hagan caso, os lo cuento.