No me gustan los
toros. A pesar de haber ido a varias corridas en la Maestranza de Sevilla.
Tenía la entrada pagada y debía asistir por educación. Impresiona lo grandes
que son los toros desde el tendido. Pero al final siempre mueren.
No me gusta ver a
los animales sufrir.
Me cuesta matar
una hormiga o una mosca (diferente es el mosquito antes que me pique).
Creo que los
tiempos cambian y las tradiciones también lo deberían hacer. Los defensores de
los toros, que todavía son muchos , argumentan que al toro de lidia se le cuida
hasta su muerte y luego tiene una oportunidad. Que no es cierto porque si coge
al torero lo matan igual.
No me gusta la
pesca, aunque debo de reconocer de que algún pescado sí.
El sacar el pez
del agua y dejar que se ahoge no es lo más educativo que existe.
No me gusta la
caza. Más de lo mismo. Cuando se dispara a algún bicho ( aquí el único bicho es
el que dispara)
Dicen que son los
cazadores son los que más defienden el equilibrio ecológico y preservan el
bosque.
Me tendré de
convertir en vegano?. Qui lo sa.
Cada vez me gusta
menos el futbol, y los deportes competitivos. Siempre unos ganan y otros
pierden, pero cuando eres malo como yo y siempre pierdes (como en las regatas)
entonces es cuando empiezas a disfrutar. Del barco, del agua, del silencio, de
la no presión del resultado.
Cuando hace mucho
viento vuelves a “competir”, pero por un tema de supervivencia, contra un Eolo
enfurecido. El objetivo es volver a casa.
Encuentro
relativamente interesante los Sanfermines que he visto varias carreras este año.
A las 8.00 am en
punto. Tiran un cohete de y cuando explota ( chupinazo) sueltan a los toros y
cabestros cabestros (que son toros pero no tan bravos) que empiezan a correr
hacia la plaza de toros encontrándose con la gente.
Es una carrera frenética
pero no gana el más rápido, ni el más valiente. Simplemente gana el que sale
ileso.
Luego acaban
sacrificando a los toros en la corrida de la tarde, y ya es otro cantar.
Pero lo de bajar
corriendo la calle, sin competir, solo por el hecho de correr delante de los
toros ya es de por si un éxito si no te pillan. El problema de correr
controlando al toro es que puedas tropezar con el de delante.
Se trata de dos o
tres minutos corriendo. Lo difícil a veces es distinguir a los cabestros de los
toros.
Los pamplonicas
se toman Sanfermines muy en serio. La tradición es la que manda. En cualquier
caso para los toros el correr al lado de
los mozos no les hace ningún daño. Al
margen de generarles algo de stress. Lo incomprensible es que los mozos se
jueguen la vida por “nada”.
A nivel estético
yo no dejaría correr a gente con camisetas de futbol o de colores. Si quieres
correr lo haces pero vestido como toca. De blanco con pañuelo rojo.
El viernes
penúltimo día un toro cogió a un mozo por el pañuelo rojo del cuello y lo
arrastró más de 70 metros. La yugular a escasos milímetros. Salió ileso.
No se yo si el mozo en cuestión tendrá ganas de volver
a correr. Aunque debe de ser como todas las adicciones. Uno siempre vuelve.
Creo que la gente
espera que pasen cosas. No digo yo que quieran que les pille el toro, pero si
que es verdad que hay cierto masoquismo en la situación. Cuando el toro se gira
y sube en dirección contraria se produce una situación de pánico.
En fin, que lo de
verlo por la tele es una cosa e ir a Pamplona otra. No tengo ni ganas ni me
apetece lo más mínimo.
Y ahora a seguir el Tour, que eso si que es
sufrimiento al máximo nivel sobre todo cuando empieza la montaña. Pero eso es
otro cantar.