La verdad es que soy un defensor de la innovación, por lo que cualquier iniciativa que signifique una mejora en cualquier sentido tendrá mi aprobación . Lo que ocurre es que de lo que se trata esta vez, me cuesta verle su utilidad, a pesar de que algunos si que la ven.
En definitiva, se trata de un pulsador que se instala en las mesas de bares y restaurantes para reclamar al camarero o para directamente reclamar la cuenta.
Este pulsador va sincronizado con unos relojes especiales que llevan los camareros que les avisan mediante una vibración, y ademas en la pantalla se especifica el tipo de servicio que se reclama.
Las ventajas, que yo no las veo como tales, son que se ofrece un mejor servicio, y que ademas sea minimiza y optimiza los tiempos de espera a los clientes.
Mi critica es que se pierde una de las costumbres más curiosas de este país, que es el hecho de pedir la cuenta.
Ya sea porque cuando quiere uno invitar se adelanta discretamente para pagar, y para cuando los demás deciden pedir la cuenta el camarero les indica que ya esta pagada.
O bien cuando hay unanimidad en pedir la cuenta ya se sabe de que significa un tiempo de espera para ir acabando las conversaciones.
En los buenos bares o restaurantes se confía en el buen hacer del camarero, el cual mide los tiempos y calcula es función de su profesionalidad el tiempo de espera.
Además yo es que soy un Romántico, y el sutil gesto imitando el hecho de escribir en el aire cuando tu vista se cruza con la del camarero, creo que es uno de los gestos mas significativos que existe. Ademas de ser un gesto, este de pedir la cuenta, que dice mucho sobre la personalidad de cada uno.
Conocí a un Headhunter que analizaba en profundidad este hecho en las personas que luego entrevistaba. Según la manera de pedir la cuenta, concluía si era una persona introvertida o extrovertida, con iniciativa o no. El tono con el que entablaba la conversación con el camarero, etc... Ahora ya no tendría sentido.
En el foro donde he leído la noticia, más de uno decían haberlo visto ya en determinados sitios en Corea....en fin, que si la inversión la hacen los bares pronto nos veremos sometidos a la ley del pulsador.
La idea creo que podría tener sus alternativas todavía mas innovadoras, si en lugar de la petición a través del pulsador se pudiera activar una corriente eléctrica cuando se detectara mala educación o un mal servicio....O incluso sofisticando mas las alternativas del inventillo y evolucionando en un tema morboso como el de aquellos amantes, que ella se introducía un mecanismo similar al de una bola china con mando a distancia controlada por él...haciéndole disfrutar hasta en los momentos mas comprometidos....
Tampoco me imagino a los bares de tapas, tipo Tomas, solicitando la cuenta pulsando un mando con restos de alioli del anterior comensal.
Ah, y que no funcione como la mierda de mouse inalámbricos que uno se pasa el día buscando pilas....con lo que al final la estética de un ordenador moderno se convierte en un engorroso ritual...pues vaya mejoría!
En fin ya veremos como evoluciona dicho invento...
En definitiva, se trata de un pulsador que se instala en las mesas de bares y restaurantes para reclamar al camarero o para directamente reclamar la cuenta.
Este pulsador va sincronizado con unos relojes especiales que llevan los camareros que les avisan mediante una vibración, y ademas en la pantalla se especifica el tipo de servicio que se reclama.
Las ventajas, que yo no las veo como tales, son que se ofrece un mejor servicio, y que ademas sea minimiza y optimiza los tiempos de espera a los clientes.
Mi critica es que se pierde una de las costumbres más curiosas de este país, que es el hecho de pedir la cuenta.
Ya sea porque cuando quiere uno invitar se adelanta discretamente para pagar, y para cuando los demás deciden pedir la cuenta el camarero les indica que ya esta pagada.
O bien cuando hay unanimidad en pedir la cuenta ya se sabe de que significa un tiempo de espera para ir acabando las conversaciones.
En los buenos bares o restaurantes se confía en el buen hacer del camarero, el cual mide los tiempos y calcula es función de su profesionalidad el tiempo de espera.
Además yo es que soy un Romántico, y el sutil gesto imitando el hecho de escribir en el aire cuando tu vista se cruza con la del camarero, creo que es uno de los gestos mas significativos que existe. Ademas de ser un gesto, este de pedir la cuenta, que dice mucho sobre la personalidad de cada uno.
Conocí a un Headhunter que analizaba en profundidad este hecho en las personas que luego entrevistaba. Según la manera de pedir la cuenta, concluía si era una persona introvertida o extrovertida, con iniciativa o no. El tono con el que entablaba la conversación con el camarero, etc... Ahora ya no tendría sentido.
En el foro donde he leído la noticia, más de uno decían haberlo visto ya en determinados sitios en Corea....en fin, que si la inversión la hacen los bares pronto nos veremos sometidos a la ley del pulsador.
La idea creo que podría tener sus alternativas todavía mas innovadoras, si en lugar de la petición a través del pulsador se pudiera activar una corriente eléctrica cuando se detectara mala educación o un mal servicio....O incluso sofisticando mas las alternativas del inventillo y evolucionando en un tema morboso como el de aquellos amantes, que ella se introducía un mecanismo similar al de una bola china con mando a distancia controlada por él...haciéndole disfrutar hasta en los momentos mas comprometidos....
Tampoco me imagino a los bares de tapas, tipo Tomas, solicitando la cuenta pulsando un mando con restos de alioli del anterior comensal.
Ah, y que no funcione como la mierda de mouse inalámbricos que uno se pasa el día buscando pilas....con lo que al final la estética de un ordenador moderno se convierte en un engorroso ritual...pues vaya mejoría!
En fin ya veremos como evoluciona dicho invento...
5 comentarios:
¡Hola! Encantada de conocerte.Te cuento que yo vivo en Beijing desde hace más de un año, y poco después de llegar descubrí estos chismes, y por accidente: no entendía nada de lo que ponía -en chino- al lado de los botones, así que pulsé a ver qué pasaba y hale, la cuenta en la mesa como por arte de magia, y sin haber terminado de cenar. Como buena geek, gusto mucho de los cachivaches en general, y estos en particular los agradezco especialmente porque las personas como yo, que sufrimos que se nos suban los colores simplemente con decirle a la dependienta "sólo estoy mirando, gracias", que queremos que se nos trague la tierra antes que levantar el brazo para parar un taxi (y ni pensar en que el taxi no se pare y haya gente alrededor que nos vea parados para nada con cara de tontos y el brazo a lo estatua de la Libertad), y que tenemos pesadillas si nos vemos obligados a ir a una tienda donde nos van a atender de tú a tú, las personas como yo, digo, tímidas hasta lo enfermizo, agradecemos poder pulsar un botoncito en vez de tener que agitar la mano en el aire vociferando "¡¡¡fuwuyuan, maidan!!!" (vamos, el clásico: ¡la cuenta!) y no sabiendo si vamos a pasar más vergüenza si el camarero nos ve y viene o si no viene y los demás comensales nos ven hacer el idiota. Ok, ya termino con el momento Woody Allen; lo que venía a decir, más o menos, es que aquí en Beijing los botoncitos de los camareros son ya habituales. Hale, ¡A cuidarse! ¡Un saludo!
El problema en Beijing es que debe ser difícil entender la cuenta..jajaja..igual con la tecnología que existe podrían poner un botón adicional traduciendo los platos...o no !
No me extraña que sea mucho más fácil apretar un botón que decir Fuwuyan maidan!! mil gracias por tu comentario...y a cuidarse!...cuando vaya a un chino probaré con el Fuwuyan...
¡Ey! Pues un botón para traducir no estaría mal, aunque afortunadamente cada vez más cartas ponen el menú en inglés (aunque con traducciones Google Translator tipo "el champiñón testarudo custodia la muralla de espárragos dulces"... pero al menos sabes qué tiene el plato; y de paso te ríes un ratito, que eso no te lo cobran en la maidan, perdón, cuenta). Lo gracioso es que muchos occidentales se quejan de los pocos restaurantes que tienen carta bilingüe... que lo critique un angloparlante vale hasta cierto punto, pero ¿que lo critique un español? Pero vamos a ver, ¿cuántas cartas bilingües se puede uno encontrar en los restaurantes españoles? La verdad es que los íberos somos superdotados para ver la paja en el ojo ajeno, y todo eso. En fin. Que ya podrían ponerse los informáticos a diseñar un chisme con botones que te muestren al menos la foto del plato en cuestión; o mesas de restaurantes que sean directamente pantallas táctiles, ya puestos. ¿Botoncitos para pedir la cuenta? Vamos, hombre, ¡eso, entre los dos, acabamos de dejarlo anticuado! XD
El problema en Beijing es que debe ser difícil entender la cuenta..jajaja..igual con la tecnología que existe podrían poner un botón adicional traduciendo los platos...o no !
No me extraña que sea mucho más fácil apretar un botón que decir Fuwuyan maidan!! mil gracias por tu comentario...y a cuidarse!...cuando vaya a un chino probaré con el Fuwuyan...
Te entendí la primera vez, corazón... XD
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