Otra vez me pasa aquello de que “donde digo diego quiero decir diego.”
Si es que, para una vez que tengo tiempo por las tardes… No os digo que cada día pero intentaré continuar con el blog.
¡Que bien se está en la montaña los fines de semana en que la gente va a la playa!. De hecho lo que hay que hacer es ir contra corriente, como los salmones.
Y hablando de remontar corrientes, es impresionante la especie de Salmón que nace en el río migra al océano para volver a poner los huevos en el mismo río donde han nacido.
Son los peces del género anádromo. Pues como yo, que ya he decidido acabar con mis vacaciones blogeras y seguir.
Es curioso la capacidad de adaptación del salmón. Primero en cambiar su metabolismo para poderse adaptarse al mar y segundo la capacidad de orientación para volver al río donde ha nacido para “desovar”.
-Joder, mira que tener que volver al mismo sitio habiendo nacido en un río gallego para volver y remontar en el mismo sitio
- Pues vale…cada uno es como es y si me entra la morriña…me entra…y ya está. Y si vuelvo al mismo río es porque no conozco otro…y es ahí donde quiero morir…
-Si …ya si yo eso lo entiendo, pero lo que no entiendo es como encuentras ese río después de dos años de navegar por el océano, con la mierda que echan los humanos, los chapapotes…
- Pues yo tampoco lo entiendo.
Pues con mi blog me pasa un poco lo mismo. No me conformo en concentrarme sólo en un libro y dejar mi blog apartada. Pues yo tampoco lo entiendo.
Hoy (ayer para vosotros) estaba con Diego y el famoso Lino, mi amigo bloguero que tanto me escribe tomando una cerveza en el Barbero, cuando se ha apuntado a tomar una cerveza con nosotros un tipo bastante curioso, conocido de Lino y Diego.
De apellido ilustre, de familia de rancio abolengo, hermano de ese individuo que vivía en Ibiza en una furgoneta, y que le cuesta expresarse. No se sabe si por consecuencia de las drogas que ha llegado a tomar o que “ya no da pa más”. Igual y a juzgar por el hermano, un poco de todo.
El susodicho ha empezado a describir la casa que se ha comprado, las motos que tiene, la navegada del fin de semana, etc, etc…que tío! tan potentado puede llegar a pensar uno. Hasta que se despide con cordialidad y se marcha. Eso si pagándole la cerveza al menda, ni el gesto, por su parte ningún tipo de gratitud por el insignificante hecho…Si es que los plebeyos es lo que tenemos.
Dicho elemento no ha parado de describir las excelencias de su nueva casa, y lo que le cuesta restaurarla, y la piscina que tiene en el ático, y el bonito jardín de palmeras de 40 años, y lo bien que se lo pasa en la costa brava…
Muy simpático eso sí… pero como cansa el chaval!...y en el fondo te das cuenta de que vive en una nube. No puede parar de demostrar. Es como aquello de la estupidez, uno nace o se hace?...Piensas que en realidad debe ser un desgraciado.
Y volviendo a lo de los salmones…¿no os parece increíble que después de recorrer miles de kilómetros por el océano, al cabo de 2 a cinco años decidan volver.
Es increíble, cuando empieza otra vez a remontar el río que a veces tardan hasta 5 semanas no comen absolutamente nada. Llegan famélicas cuando llegan y muchas veces se mueren al desovar, a veces por agotamiento otras veces por los depredadores.
Así que cuando estéis con la tostadita untada de mantequilla con la lámina de salmón a punto del bocado, penséis si valoramos si vale la pena acabar con ese pez para saciar la gula momentánea, y si vamos a comprar salmón, yo por lo menos asegurarnos de que sea de piscifactoría y no de los valientes que han intentado una proeza como esa.
En cualquier caso el merito es de las “salmonas”, como siempre ¿no? que son las que cargando con los miles de huevos remontan el río enfrentándose a los saltos de agua, polución, pescadores, alimañas…para desovar y acabar muriendo, mientras los salmones “machos” se quedan por los aledaños, en los bares de la zona siguiendo el futbol del mundial…Si es que…
1 comentario:
La carne del salmón salvaje es muy distinta del otro, mucho menos grasa, más rosada ( no naranja) y mucho más rica... cuentan, en el Club del gourmet del Corte inglés la puedes "ver", vale la pena.
Por cierto los salmones machos, como tu y tu blog, también remontan el rio con ellas, que aunque los peces solo " frezan" ( su "hacer el amor") hace falta dos sexos.
Celebro mucho tu vuelta, y el personaje es muchísimo más conocido de Diego que mio....
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