Impresionante experiencia la del Vago. El sábado con bastante viento. Domingo menos, eolo se cansó de soplar, y simplemente nos abanicó.
Experimentando sensaciones ya casi olvidadas…(como por ejemplo desvolcar un barco). Cierto es que llevaba a un gato como tripulante más que un prestigioso cirujano, que también.
Muy buenas sensaciones. Cómo nos hacen disfrutar 4 metros y medio de plástico!.
En fin, que con el cuerpo un poco contusionado, vuelvo a la rutina del día a día con ese buen recuerdo que nos deja la singladura de ese buen barco.
El sábado que viene más. Y entonces desafiando a la mar, al viento y a los contrincantes, que buen aperitivo hay en juego…y algo del poco honor que nos queda.
Esperemos que la temperatura del agua esté en los apetecibles 22º y ya os explicaré!!.
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