lunes, junio 18, 2012

la neurona espejo (último cap.)


- ¿ Dónde comemos? – me preguntó la doctora Del Prado una vez aparcó el coche en el Parking del Port Olimpic.

- Comeremos de aperitivo…si te parece bien…con el día que hace he pensado que podríamos salir a da una vuelta en el barco…es muy fácil..- le dije esperando aceptar mi propuesta
- Bueno…es que a mi eso de navegar…creo que me mareo…- dijo la doctora no muy convencida
- Ok…no te preocupes tengo biodramina…si vemos que te mareas …volvemos—
- Bueno vale…- dijo no muy convencida del "plan"
Nos embarcamos a las 3h del mediodía. Un día fantástico de 6 a 10 nudos de Garbi (rumbo viento 180º) Perfecto para una navegación casi en solitario, y digo en solitario porque prácticamente "todo" lo debía de hacer yo. Izar las velas. Pero aunque el barco sea de regatas y para tripularlo se necesitan 5 personas en competición, para "paseo" podiamos ir 2.
Estuvimos navegando durante una hora y le iba enseñando como cazar las velas,trimarlas…
Nos fuimos bastante lejos de la costa ciñendo por lo que la vuelta en rumbos abiertos se hacía mucho más tranquila. Cambiamos de rumbo. Y una vez más tranquilos rompí el hielo
- Me explicas que era eso tan y tan urgente…Montse?...si te puedo llamar así…o te tengo de llamar Dra del Prado? …o simplemente “mantis”…- le pregunté irónicamente.
- No sé que quieres decir…mi llamada de que era urgente hablar contigo era para explicarte que habían desaparecido las últimas 6 resonancias tuyas del archivo. Teníamos un aviso “anónimo” de que igual tenías un "accidente"…y eso me asustó
- Que? - ahora si que empezaba a no entender nada
- Eso, que me dejaron una nota anónima que dejarás de entrometerte en los estudios sobre las neuronas espejo y su influencia sobre el neuromarketing…o tendrías un accidente...sin más
- pero tú….¿qué sabes de eso?.
- Rigolatti me lo explicó todo….el acuerdo a que llegaste para comercializar “nuestras” investigaciones…y tus contactos comerciales que harías al respecto…me imagino que alguien más estaba al corriente de todo eso…
- ¿Fuiste tú la que me introdujo un chip en el cerebro?- le pregunte intentandola sorprender
- Como? Qué dices?…un chip?...- Preguntaba.
Una de dos o era una actriz de la ostia....o decía la verdad.
- Lo sé todo…vi mis resonancias y me explicaron que habías conseguido meterme en el cerebro un dispositivo…y lo vi. Una mancha negra...y luego me  enseñaron fisicamente como era el dispositivo.
- Te engañaron…las resonancias tuyas que robaron hemos podido recuperarlas, siempre hacemos copias digitales…y cuando quieras te las enseño y ya verás como no tienes ningún “artilugio” en tu cerebro…ni manchas negras...y si no me crees…te dejo las radiografías para que las puedas consultar con otros especialistas…- Dijo en tono enfadado la dra, indignada por haber dudado de ella..
- Pero entonces …no eres una “asesina”?
- Tengo yo la pinta de asesina? – se rió Montse…
- la verdad es que nunca he conocido una asesina...y menos tan interesante, pero desde luego no tienes tu pinta de asesina...- no estaré "metiendo la pata" me preguntaba
En aquel momento un golpe de viento hizo trasluchar la vela mayor con tan mala fortuna que la botavara impactó de pleno en mi cabeza…y hasta ahí mis recuerdos.
En cualquier caso si la doctora hubiera querido matarme lo hubiera tenido muy fácil.
El impacto fue brutal. O por lo menos así lo debiera ser porque me desperté en una habitación de la clínica Quiron. Me encontraba con una sonda (debía ser mi comida) y monitorizado.

Solo recordaba la salida en barco, la conversación con la dra del Prado y el fuerte impacto en la cabeza.
Intentaba mover todos mis miembros con cierta inquietud, que se convirtió en descanso al ver que podía mover las extremidades.
Daba la sensación de que ya debía llevar algún tiempo ingresado. Flores y bombones decoraban la habitación. Ignoraba de quien...ahora solo quería saber cuando  me marcharía.
Entró una enfermera que al verme con los ojos abiertos solo tuvo tiempo para decirme que ahora volvía, que iba a buscar al médico.
Cuando el medico me visitó me explico todo lo que había pasado.
La Dra del Prado entró sola en el puerto a vela sin motor. Acto realmente meritorio porque no es fácil entrar a vela para una persona experimentada, y con un cuerpo estirado e inconsciente, con una brecha en la cabeza que no paraba de sangrar.
El medico, un tal Martín, me obligaba a permanecer dos días más en observación, pero el parte era satisfactorio.
Me llamó al día siguiente la doctora del Prado, o Montse (me había salvado la vida) varias veces preocupándose por mi salud.
Si algo me quedó claro de todo este lio es que la Dra no tenia intención de matarme.
Tuve tiempo para pensar y reflexionar (eso que hacemos tan pocas veces...).
Una de las decisiones que tomé durante esos días es que hablaría con Rigolatti para decirle que dejaba la investigación. Aunque mis investigaciones fueran legales, la posibilidad de modificar comportamientos inconscientes de otras personas, me hacia sentirme mal.
Al neurocirujano Martín le pregunté si tenia algo "raro" en la cabeza. Me confirmó que no.
¿Lo habría soñado todo?. Tenía tan fresca la imagen de la casita del fiordo de loffensen!...La explicación que me dieron fue que todo se debía a una probable alucinación provocada por el contraste de la ultima resonancia. (?) No me lo acabé de creer.
¿Cómo era posible? ....Ya no sabia que pensar, pero lo que era evidente era que no tenia ningún neurotransmisor en la cabeza. Probablemente nunca lo había tenido.
Pasaron los días y entraba en la vorágine del día día. Ya no me acordaba de las neuronas espejo, ni de Rigolatti, si de la Dra. Del Prado porque me iba llamando de vez en cuando...y ocasionalmente nos veíamos
Un buen día, pasadas tres semanas recibí un ramo de flores con una tarjeta con una frase "espero estés bien, pronto nos veremos. Ah! Y la "mantis" era yo. Erika
Bss desde Noruega.

1 comentario:

goldti dijo...

Una vez más, chapeau!!! lo he pasado muy bien.
Por cierto el título de patrón me lo saque a la vez que una tal Montse del Prado, en Barcelona, igual...