jueves, junio 14, 2012

la neurona espejo 2



Era 18 de junio. Había sido una noche calurosa. Era el día en que quedamos que me recogerían, para pasar los dos próximos días en Atlanta . En realidad, no sabia ni a que hora me llamarían, ni me vendrían a buscar. en cualquier caso, estaba preparado para hacerme la maleta en 5 minutos.

No me paraba de preguntar ¿Que querría de mi la multinacional de las bebidas....? seguro que algo tendría que ver con los estudios de Rigolatti. En cualquier caso, había preferido no decirle nada del viaje a Atlanta, ni a Rigolatti ni a la Dra.Del Prado....por lo menos hasta que no estuviera seguro de lo que se trataba.
Además quedó claro que todo lo ajeno a la investigación sobre las neuronas espejo, no tenía que dar ningún tipo de explicación. Y si querían hablar conmigo no debía de ser por los estudios específicos.
Mi intención ese lunes era irme a mi despacho de paseo de Gracia 115 donde tenia la antigua agencia de publicidad, ahora llamada asesoría en comunicación, pero solo salir de la portería de vía augusta, un hombre vestido con un elegante traje oscuro se me acercó. Estiró el brazo para darme la mano y se presentó.
- Ralf Albert . Responsable de la seguridad del Sr. Kent....- dijo intentando forzar una sonrisa.
- Me pensaba que me llamarían...pero bueno...da igual a...a que hora nos iremos? Le pregunté
- nos debemos marchar ya,....hay tráfico y tenemos la autorización de vuelo a las 11 horas
Hablaba un correcto castellano aunque se le notaba su condición de extranjero.
- dejeme recoger el equipaje, que lo tengo preparado en casa. Subo y bajo en dos minutos.
- imposible Sr....le ruego nos acompañe ya. Tenemos de todo para que usted no encuentre nada a faltar. La limusina nos espera.
Joder, que nivel pensé yo. Nunca había ido en limusina...pero debía subir a casa porque ademas de medicación especifica, debía coger el DNI...para viajar...
- no se preocupe tenemos todo lo que requiera de medicación...tampoco necesitara documentación ...no pasaremos por la aduana....
-no lo entiendo...es un minuto...- le insistía
-Le ruego que lo entienda...
La verdad es que no entendía nada. Porque si me hubiera ido en un avión comercial a una hora en concreto lo entendería pero en "avioneta" que más les daba. Pensaba yo.
El argumentaba que el slot o permiso era riguroso con los horarios.
Fuera por el motivo que fuera ahí estaba , metiéndome en una limusina para embarcarme en un extraño viaje.
Le pregunte a Ralf varias cosas que me intrigaban pero no me contesto ni una.
Cuanto tardaríamos, que edad tenia el Sr. Kent, porque le interesaba tanto hablar conmigo...etc...
Llegamos al aeropuerto del prat y nos metimos con el coche directamente en la pista hasta llegar a un hangar.
Joder con la avioneta. Para mi era un avión en pequeño. Era un jet turbina. Ralf me presento al piloto y al guapa azafata.
Era un avion con capacidad para 18 pasajeros, aunque alojados mucho mas cómodamente que en un avión convencional. La piel y las maderas nobles eran la confirmación de que se trataba de un avión de lujo.
Viajaba solo , pero Ingrid, que así se llamaba la azafata no paraba de estar pendiente de que pasara un buen vuelo.
Mientras desgustaba un gin tónic en copa balón. Habia algo que me extrañaba. Y es que el rumbo que tomábamos era hacia el norte. Y de eso hacia unos 45 m.
Solo me acuerdo que quise preguntar a que hora llegaríamos, pero me dormí.
Ahora me había despertado. Me dolía algo la cabeza. No conocía nada de aquello. Era una habitación rústica. Una casa totalmente de madera, pequeña pero acogedora, llevaba puesto un pijama clásico de rayas, y no encontraba ni mi cartera ni mi ropa ni mi documentación. Intentaba recordar algo, pero nada...mi memoria llegaba hasta el gin tónic que me tomé en el avión.
Miré por la ventana.La vista era espectacular. El mar desde el acantilado.
Eso parecía un fiordo noruego. Era una suposición claro, porque nunca había estado en Noruega. Pero de lo único que estaba seguro era de que no estaba en Atlanta.
Pero no estaba solo había alguien en la cocina haciendo el típico ruido de batir un huevo.
Me acerque sin ni tan siquiera preguntar. Y ahí estaba Ingrig, vestía sport con unos tejanos ajustados y una camiseta blanca con el logo de greenpeace ....me sonreía.
Era una mujer tremendamente atractiva. Rubia, con pelo corto ojos verdes
Irina Seguía batiendo el huevo.Sabia perfectamente que no entendía nada. Me senté en la silla de la cocina y le miré.
¿Me vas a explicar algo de lo que esta pasando? - le pregunté.

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