jueves, septiembre 03, 2020

El covid navegante


La experiencia del covid.

Llevamos unos cuantos meses (7 meses desde marzo) conviviendo con el famoso bicho.

La sensación que produce es una mezcla de temor, impotencia, incredulidad …qué nos está pasando?

Estamos cansados ya del monotema. Hemos aprendido de mascarillas, de picos, de pcr de asintomáticos…pero la realidad es que nos costará volver a los tiempos anteriores.

Nueva normalidad…Es una contradicción de términos. No puede haber normalidad si es nueva.

Ya somos  todos los que  hemos tenido alguna experiencia con el covid.

O bien amigo, o un familiar o un conocido todos tenemos a alguien que lo ha tenido y lo ha pasado …o no.

Mi tío Carlos ingresó en Can Ruti por un cáncer de estomago y le tenían de hacer quimio. Murió de Covid pero  irónico del tema es que entro sin Covid . O sea, que lo pilló ahí!

Una enfermera asintomática.

Ayer Montse estaba con síntomas gripales. Hoy no acaba de mejorar. Le preocupa que sea Covid. Hoy se ha hecho una pcr. Mañana sabremos.

Pero mientras medidas y algo de preocupación.

Esto va a ser la tónica mientras no surja la vacuna. Tenemos que resignarnos y esperar que pase esta pesadilla que de paso está arruinando  a todos los negocios (a exepción de amazón. Que ya lleva facturado un 40% más respecto al año pasado…eso merece un post)

Cruzaremos los dedos. Por cierto hoy he tenido entreno con el laser. Me he encontrado con vientos de 18 nudos y bastante ola ( eso para mi es mucho). Iba último pero sin sufrir enempopada, atento a las planeadas cuando he visto un hombre en el agua pidiendo ayuda y su barco volcado a unos 500 metros de distancia. Le he recogido y lo he llevado a su barco. A podido regresar a puerto. Luego cuando  yo he vuelto a puerto  me lo ha agradecido personalmente. Podía haber acabado en tragedia.

Seguramente no se hubiera ahogado pero hubiera aparecido en Badalona unas horas más tarde. Su barco, quien sabe estaría embarrancado en algún espigón.

La suerte que ha tenido es de que yo lo viera. Imposible predecir que hubiera pasado. Hoy he hecho de Angel de la guardia.

Cuando le dejo en su barco le digo que se vuelva ya pero que por nada del mundo abandone el barco…”si no he podido hacer nada!!...el barco volcado iba más rápido que yo y no podía alcanzar. Cosas que pasan. En unos instantes te puede cambiar la vida.

Luego he volcado  yo en una trasluchada y antes de la tercera salida. El cansancio empezaba a hacer mella en mi y por prudencia he decidido retirarme. Demasiado viento para mi.

Me hna parecido ver a un Covid gigante flotando a la deriva.

Volviendo al irreductible bicho, que me parece que no sabe nadar y que esto del agua salada no le mola... Covid…Cuando te irás? Decían que el calor anulaba sus efectos. Fake-Decían también que no tendríamos más brotes hasta octubre-noviembre- Fake…quién decía todo eso ahora dice que el bicho es imprevisible…no comment no nos queda otra que aprender a convivir con el bicho…hasta la pretendida nueva vacuna o hasta que mute y aprenda a nevegar.

Qué cabrón!!!

 

miércoles, septiembre 02, 2020

Pepita de Cala Pedrosa

 



Pepita. 

Pepita es la propietaria de Cala Pedrosa. Un curioso local, que antaño fuera refugio de pescadores, reconvertido en una especie de  bar-restaurante-chiringito de la playa. Cierto es que no es nada de todo eso y a la vez un poco de todo eso. Pero es algo diferente. Algunos definen el lugar como cabaña o incluso barraca. Un sitio donde apareces en barca habiendo madrugado para degustar de un "esmorçar de forquilla"... Yo me tomé unos huevos fritos con bacon y patatas con una cerveza de bebida...No está mal por ser las 9h de la mañana de un día de verano. 

Llegar no es fácil. Suerte que fuimos con la Fofa, la Sacs intruder 11 de David que con sus 500 cv partes de port Marina de  Palamós y llegas en un periquete. Palabra ésta desconocida para nuestro pequeño velerito Medusa.

Una vez llegas a Cala Pedrosa (al sur de Tamariu)  y fondeas con la limitación de las boyas de separación, debes de nadar unos 150m hasta la playa, por llamar de alguna manera a esa acumulación de piedras redondeadas de tamaño dispar que dificultan muy mucho el poder caminar con soltura, especialmente descalzo. Una vez llegado a el porche de mesas y acompañado por el sequito familiar encabezado por Paco, David, Montse, Cesc y menda. Nos presentamos ante una chica joven que nos hace esperar en una mesa en la terraza mientras acaban de preparar no sabemos exactamente el qué porque somos los primeros en llegar y todavía no hemos pedido...

Entonces nos oye Paquita, que sale a saludarnos. Que gran señora. 74 años, operada de cáncer de páncreas y lo que se dice al "pie del cañón". Que vitalidad, que ganas de vivir. Nos explica como cada día tiene ayuda para bajar las provisiones a la cala, que viene de Palafrugell y que su prima es la propietaria de una casa cercana que le permite aparcar el coche, luego caminando tarda por un sendero ( que por la pendiente existente no debe ser fácil) unos 10 minutos.

Nos confiesa de que su secreto para resistir en ese estado son sus ganas de trabajar cada día. Estoy totalmente convencido de ello. 

Mucho mérito el de Paco que con sus 84 años, ha sido capaz de nadar desde la Fofa, y despues caminar hasta las mesas. No sabemos cuantos años seguirá pudiéndolo hacer, pero mientras pueda, lo hará. El suculento ágape lo vale. Y el saludo y la admiración mutua con Paquita también. 

En fin ,que desayunar desde un excelente mirador y ante tal compañia es un lujo, y de vez en cuando vale la pena madrugar para poder hacerlo. 

aunque el desayuno sea lo de menos...


El catalejo del verano del covid


Me olvidé de guardar el documento que hice ayer como conclusión de mi verano, un verano tan especial marcado por el covid y que ha enrarecido estos días de... descanso?.  Y lo perdí…

Distanciamiento social ( en mi caso es como si me hubiese  tocado la lotería) y buen viento para navegar con el Medusa (siempre con la incertidumbre de cuando se estropearía el pequeño motor Yamaha de 8cv…que felizmente no ocurrió).

Y poco más. Con la MTB aparcada pero cargada por si en un ataque de necesidad de deporte necesitaba pedalear, hecho que se produjo un par de veces durante el agosto.

La culminación de este verano fue lo de Messi.( que buen chaval parecía…y que mal pretende salir del FCB el mejor jugador de futbol de la historia. Independiente de la gestión del presidente ni de la directiva, yo creo que como culé no merezco esto)…que yo hablando de fútbol…Volvamos al verano..

Me dejaron un catalejo de esos que amplían todo y más.Que con un mirador de excepción como la terraza del apartamento de la Fosca y con lo que me gustan ver los barcos ha sido colmada mi curiosidad ver  cómo navegan el Ararife, Kiboko y Kibayu tres de los veleros de regatas  más grandes del mundo. Un privilegio.

Y acabó el periodo estival con la mala noticia de que un amigo de Montse (y también mío) le han pronosticado Leucemia en un momento en que estaba encauzando su vida tanto en lo personal como en lo profesional. Ánimos Victor.

Me gustaría decirte que luches y salgas de esta, pero como decía Rosa María Sarda…esto no es una lucha.. no tienes posibilidad de ganar.

“Yo no lucho contra nada, no se lucha contra el cáncer, el cáncer es invencible. Es una cuestión de que los que se ocupan de ti tengan más o menos tino al programar unas ciertas medicaciones. No se trata de una lucha porque el cáncer siempre gana. Siempre”

De acuerdo Rosa María pero a veces, sólo a veces consigues que no te mate…mucha suerte amigo.

He devuelto a su propietario el catalejo pero ahí quedan esos momentos. Y vuelta a la

rutina de la incertidumbre…aquí en Septiembre desde la terraza de mi ático de la ciudad