No sé que decirte ahora que te han sedado para que no sufras.
Has luchado como nunca. Pero lo has tenido todo en contra. Cuando te agarrabas a una ligera esperanza de que te darían alimento sólido y así poder comenzar la remontada al día siguiente, esa noche tenías fuertes dolores y diarreas y los médicos acababan no dándote el ansiado alimento sólido, que tu ya sabías que era lo único que te permitiría recuperarte.
Desde tu habitación. La última de la séptima planta del hospital de Valle Hebrón, veías el mar. Tu mar. Ese donde habíamos pasado tan buenos momentos,
Silencios y sufrimientos. Estábamos en la planta de la muerte, donde tanta vida había aún.
Siento mucho lo que te ha pasado. Pero me gustaría decirte algo.
En primer lugar decirte que eres un tipo cojonudo con todas las acepciones que le quieras dar, de todo corazón, Detrás de ese caparazón de hombre duro se encontraba un hombre sensible que se preocupaba de los demás.
Yo sabia que muchas veces en las regatas mirabas hacia atrás y me buscabas,(no sólo para que no pudiera pasarte!)
Sabias que mi enfermedad podía darme un susto. Sufrías por mi. Y eso, buen amigo, te lo agradeceré toda mi vida.
Decirte por si eso del cielo te quedaba algo lejos que tu funeral fue muy especial y muy emocionante. No sé que le explicabas sobre mi a tu mujer, que si te venia a ver al hospital o que si te había regalado un libro sobre la meditación.No lo sé, pero algo le debiste decir porque cuando le fui a dar el pésame nos fundimos en un fuerte abrazo. (Creo que no la veía desde Suecia ). No hacía falta decir nada.
-Foncu, Foncu, Foncu…
Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer.
Tu mujer es una super- mujer y tienes mucha suerte porque tirará adelante.
Todo el mundo te quería. Porque eras una persona muy especial. Desde el último compañero del cuerpo de bomberos hasta los que navegamos contigo.
Ahora todo eso da igual.Lo importante es el camino que has dejado con tu manera de ser. Como me gustaría que todo el mundo tuviera esa inteligencia emocional que tan sólo unos pocos tenéis.
En fin Pere, que sepas que ha sido un orgullo ser tu amigo y te prometo que intentaré ser como tu (aunque los dos sabemos que eso es imposible).
Estoy lleno de recuerdos de momentos que he pasado contigo. Desgraciadamente me doy cuenta que me hubiese gustado que fueran más.. Pero siempre cargados de esa ironía que te caracterizaba y con una sonrisa final.
Recuerdo uno de esos momentos muy especiales, cuando, tu ya enfermo, quedamos para navegar a la una de un domingo. Viento de levante, fuerza 3, aprovechamos unas boyas que utilizaban los equipos de 49´para entrenarse.
- Estic fotut foncu pero no et deixare guanyar!!!!
- Pere cabrón! Encare malalt I sempre em guanyarás!
Hicimos dos ceñidas un poco largas pasándote por la proa al principio pero a mitad de ceñida ya me habías adelantado.
Luego los recuerdos de la planta 7 y los paseos a la sala de “lectura” de la planta.
Los compañeros que te iban cambiando de la habitación. Alguno se moría.
Pero tu eras plenamente consciente de tu situación.
Con 62 kilos me enseñabas tus flácidas piernas y me decías lo que te costaba andar.
Ara ni aguantaría navegar en el 4.7 me decías.
Hablábamos de las regatas, de los masters, de las e.bikes, de la meditación.
Los dos sabíamos que pronto dejaríamos de vernos. Seguías sin aceptar los alimentos sólidos.
-Ahír van venir 12 metges…total per res…
-Es que desde que vas sortir a TV3 ets mediatic i tothom et vol veurat…
-Si sí mediático…debo de estar tan jodido que nadie se lo quiere perder…
-Bueno Pere…marcho. Te pasaré a ver la semana que viene. Aunque sé que esto te jode!.- Fue lo ultimo que te dije
Y esa semana no pude pasar. Pensé que pasaría el lunes de la semana siguiente. Pero fue demasiado tiempo y esa maldita semana me entero que ya te habían sedado. No me pude despedir de ti Pere. Y no sabes lo mal que me sabe.
Me quedo con tu último mensaje que me dejaste en el what´s app después de la última visita:
“Saps una cosa.
M he emociónate al veure´t
Gràcies Joan”
Pere yo también. es un honor haberte conocido!
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