Leo la noticia del hundimiento del Bayesian. Estando fondeado frente a las costas de Palermo.
Es increíble que se pueda hundir un barco de lujo de 56 metros de eslora estando fondeado. El periodista argumenta que fue la caída del mástil de 75 metros (el mástil más alto del mundo) que cedió ante una tromba marina lo que desequilibró el yate y se acabó hundiendo.
Que raro nos suena a los que navegamos a veces en velero…por varios motivos.
El primero de ellos es que aunque un mástil de un velero “desarbole” o se parta el barco nunca se hunde. El peso de la quilla siempre está pensado para que compense la fuerza del viento y el barco siempre se adrize. Podría volcar pero inmediatamente se daría la vuelta.
Para que se hunda un velero de estás características tendría que venir provocado por que se produzca una via de agua en el casco, supongo. O que tuvieran un domino cubano en un lateral y hubiera descompensado el peso….O yo que sé. Pero seguro que nos enteraremos porque como era un mangante , digo un magnate (probablemente sea lo mismo…) tecnológico un tal Mike Lynch tendrá repercusión mediática.
No es que no me sepa mal que alguien se ahogue , faltaría más. El tema es la injusticia en cuanto a la diferencia mediática si es una patera o si se trata de un barco de lujo…
El mar siempre requiere un profundo respeto, aunque parece ser que el hundimiento del Bayesian no haya sido causado por una imprudencia sino por una casualidad en dónde la fuerza de una tormenta haya podido con con un mega yate nos hace pensar que pequeños somos aunque creamos que podemos dominar a la naturaleza es obvio que no es así.
Los que amamos el mar no vamos a dejar de navegar, porque el destino no depende de nosotros. Pero lo que tenemos claro es que la fuerza de la naturaleza no es proporcional a la eslora de un barco.