martes, octubre 12, 2010

la princesa del pueblo

Dicen que es la princesa del pueblo.


¿De qué pueblo? Del nuestro o del suyo? ¿Porqué gustará tanto a la gente una mujer tan inculta, tan maleducada, tan ingenua y tan limitada culturalmente?.

Sin ser agraciada fisicamente, sin ningún tipo de encanto, con una nariz reconstruida por el consumo de drogas, dicen que de la cocaína.

¿Pero qué tendrá esa señora? ¿ El desparpajo? ¿ El haber estado casada con un torero? ¿El haber sido abandonada? ¿El que haya triunfado mediaticamente? Lo que es incuestionable es que una mujer que sin aportar nada interesante, a priori, simplemente sólo con sus opiniones y su actitud en muchas ocasiones fuera de lugar ha conseguido un contrato anual de más de un millón de euros por parte de tele 5. Que no es poco.

Con todos mis respetos. El aceptar como la manipula esta cadena en pro de la audiencia es patético.

Pero la culpa no es de Belén ni de la cadena sino de nosotros mismos. Cutres y salchicheros ávidos de horteradas, insultos. Y cuando digo todos me siento tristemente identificado, porque no puedo obviar que mi mujer y mis hijas siguen estos programas basura. Aunque ya no los llamen basura, y probablemente a buen seguro son los que dan pingues beneficios. Pero se está perdiendo la referencia de los mínimos. Infidelidades seguidas en directo no hacen más que avivar el morbo de está audiencia cada vez más avocada a una perdida de valores. Me entero que en Italia en un programa en directo, la presentadora le dice a una madre que han encontrado el cadáver de su hija, y que la policía tiene la declaración del asesino que no es otro que el padre. Y la madre, está viendo el programa en casa de la suegra es decir la madre del asesino de su hija…Cuatro millones de audiencia, el resultado.

Otro programa de televisión retransmite en directo el primer premio de un concurso de miss, en medio de la alegría de la ganadora y la desesperación de la finalista la presentadora se da cuenta de que se ha equivocado, y después de disculparse por el error en directo, le quita el primer premio a la que se lo había dado. Se cambian las tornas. Ahora es alegría y júbilo por parte de la semifinalista y decepción y fustración de la otra. Gran jugada y golpe de teatro por parte de la presentadora..Más audiencia y más dinero para todos.

Que pena y que triste. Pero todo por la audiencia. El estar inactivo viendo este tipo de programas hace que la fustración y la desmotivación se retroalimente en detrimento de una supuesta felicidad….Ayer por la noche consiguieron que el marido infiel de la princesa del pueblo declarara en directo el amor que todavía le tiene, y le pide públicamente que le perdone. El futuro está en manos del presentador. Todavía más triste.

Dicen que este arrepentido marido infiel rechazó una propuesta de Antena 3 de 500.000 euros por salir en un programa….Evidentemente para salvar el matrimonio rechaza la oferta…El infiel marido sabe que una buena gestión del escándalo, entre exclusivas en prensa y revistas e incursiones en l tele, puede incluso hasta superar esa cifra .

Representa el vivir placidamente durante el resto de su vida. Si es que esto de ser infiel puede ser muy rentable.

Donde iremos a parar!

sábado, octubre 09, 2010

La segunda opinión

Es práctica habitual en medicina cuando a un paciente lo tienen de operar de algo un poco complicado, pedir una segunda opinión. Realmente desconozco el porcentaje de segundas opiniones que hayan hecho cambiar la idea inicial, pero está bien porque te puede reafirmar de la decisión inicial o hacerte dudar tanto que se tenga de pedir a veces una tercera opinión. Y eso es bueno. Porque al final, la vida está repleta de decisiones importantes y muchas veces tener una segunda opinión es como dejar que te ayuden a una elección complicada.
Interesante tema trasladarlo al mundo consumista en que estamos.. La segunda opinión ayudaría al que se tienen que cambiar de piso, a dar el paso o no. Ha pedir una hipoteca a 20 o 50 años. Ha cambiarse de trabajo o no. A la decisión en un restaurante si carne o pescado, o incluso llevado más al tema sentimental. Si me tengo de separar o no, si me tengo de casar o no, si quiero tener niños y cuantos quiero tener…
En definitiva todo lo ponemos en una balanza.
Tal y como avanza de rápido la tecnología, con los móviles de última generación, las aplicaciones, Internet…tendría mucho sentido el desarrollar una aplicación llamada “ la segunda opinión”, que incluso no fuera una opinión de alguien tan humano como nosotros (o a veces tan poco humano) ni tan siquiera de un especialista, sino que bajo los parámetros tuyos predefinidos con anterioridad te pudiera recomendar de una manera más o menos automatizada.
Es decir, si me quiero comprar un coche utilizo la aplicación de” la segunda opinión”. Y me da tres opciones. Descartando por el sueldo que gano los que no me puedo comprar y los que si. Y estipulando un número de años para pagarlo y la utilización. Tendríamos exactamente el coche que deberíamos tener.
Tema un poco más complicado el de la inteligencia emocional y de los sentimientos, pero si pudiésemos definir parámetros de felicidad, que evidentemente en cada persona son distintos, podríamos tomar decisiones importantes ayudados por esta aplicación llamada “la segunda opinión”.
Chicos…me voy a forrar!...Voy a llamar al de Apple o al de Google…o porque no tenerlo siempre en el Facebook…
Me voy a ir ya al concesionario Ferrari…no un momento que no sé que pone en mi móvil de la aplicación…
Vaya…me recomienda un utilitario y si puede ser de segunda mano mejor…si es que claro…deberé perfeccionarlo…
Ahora en serio…dentro de los límites claro…
Podría tener cierto sentido para determinadas decisiones tener una cierta referencia, pero
los problemas que veo son dos. El primero es que necesitamos equivocarnos. Forma parte de nosotros. De nuestro ADN. Es vital el que podamos equivocarnos para nuestro propio aprendizaje, y el segundo es de que en un proceso de decisión, aunque lo intentemos disfrazar argumentando algo lógico y racional, sino tenemos en cuenta “el corazón” nos estaremos equivocando…y sino el tiempo dirá!

jueves, octubre 07, 2010

una de cal y otra de arena...

Baratito, baratito costará el viajecito del Papa por  Barcelona recorrerá las calles de Pau Claris, Via Layetana, Marina etc…hasta llegar a la Sagrada Familia. Unos 500.000 Euros. El llevarlo en el papa móvil. Y me pregunto, tal y como está el tema de la crisis…no se lo podría pagar él de su bolsillo…no sería un ejemplo de humildad. O ¿porqué no coge un taxi de los amarillos y negros y así promociona la ciudad? y eso que nos ahorramos….su santidad, el enviado de Dios, y perdonar que sea tan irreverente pero es que con este tio que le da la espalda a los problemas no puedo, y además nos intenta dar lecciones…De qué? De no aceptar a los gays, de no repartir preservativos en África para minimizar el sida, …ese “facto factotum” que cuando a su querida iglesia se le ha hecho tan grande el problema de la pederastia, que hasta lo ha tenido que reconocer…aunque él no lo castigará porque lo hará Dios…manda guevos. Pero por mí, que si quiere ir hasta la Sagrada Familia que vaya, pero también podría ir en el bus….no? que gran ejemplo a la humanidad…pero esa breva no caerá…
En cambio la semana pasada leí la esquela la muerte de Josep Mª Cardona un monje de Montserrat. Tengo de decir que me impresionó cuando lo conocí. Cada año íbamos un fin de semana a Montserrat más que porque mi familia sea muy religiosa, que no lo es, por la ilusión que le producía a mi suegro vernos a todos allá, y el padre Cardona nos acompañaba hasta que nos recibía en audiencia el Padre abat.
El padre Cardona tenía algo muy especial, que ni siquiera tenía el padre Abat tenía.
Me impresionó su manera de pensar, su entereza y su manera de afrontar su enfermedad, el terrible cáncer que se lo llevó, no sin afrontar su enfermedad con humor y cierta ironía. Amigo de mi suegro, desde siempre muy vinculado a Montserrat, y la verdad es que creo que son de la misma “pasta”. Lamento mucho su muerte de corazón. Pero me cuando leí la nota que publicaba La Vanguardia sobre él, pensé en el disgusto que debería de tener mi suegro, que no sé si le dio tiempo a despedirse, pero si me sobrecogió, aunque no me extrañó, la declaración del equipo médico y personal que lo atendió en el hospital Clínico, y eso que ellos están muy acostumbrados a convivir con la muerte y pacientes terminales pero que había sido un honor para todos haberlo tenido como paciente. Y no me extraña porque de verdad era un paciente pero que muy especial. Porqué si la iglesia estuviera formada por gente como el padre Cardona, otro gallo cantaría.