Hola Natalia,
El día amanece. Es sábado, un día cualquiera de un año cualquiera.
Me pongo un poco de música clásica, alguna lista de música clásica de Spotify que empieza con la nocturna de Chopin, y eso me evoca a ti directamente porque sé que te gustaba mucho. A partir de ahí aprovechar para saludarte (la magia de la música ) y decirte que este mundo no lo hemos mejorado nada. Cada vez que abres la prensa se te encoge el corazón leyendo los muertos en su mayoría niños que se producen en Gaza en una guerra absurda que se sabe que no llevará a ningún lado. Porque el sufrimiento de los palestinos sólo puede acabar en más odio. ..
Por aquí no llueve hace tiempo…sólo llueve algo esporádicamente y cuando llueve apenas sirve para regar. Ya tenemos otro síndrome que es el del ojo con el consumo de agua. Cada vez que abres un grifo lo cierras rápido…uff pero piensas que algún día dejará de salir…si aún tendrá razón tu eggsmarido cuando raqueaba con el consumo del agua…en fin hay cosas que nunca cambian ni cambiaran porque en el fondo no queremos que cambien.
Parece que el 2024 será un año de bodas. Se casa tu sobrina Laura, que sé que a veces piensa en ti, y mi hija Eli. Que volverá de Dubái de donde lleva ya 3 años…y ya para quedarse. Se futuro marido parece muy buen chaval…ahhh y con mi otra hija Anna vamos mejorando… el otro día vino por primera vez a navegar en el Medusa…poc a poc que dicen…Ahora me subo al terrado a cuidarme de las plantas, que tanto te gustaban. Miraré al cielo para saludarte. Mañana ya llega tu hermana de Doha de unos mundiales de sincro. Cómo la he encontrado a faltar!
Ah y decirte que ahora he incorporado el cloro a mi vida. Nado cada día, aunque no sé si me gusta…me acuerdo que a ti te encantaba porque te hacía olvidar la puta EM. Yo es que ni me lo planteo. Forma parte de mi medicación y punto. Me recuerda a la película Forest Gump cuando le preguntan porqué corría: “Corrí hasta el final del camino y, cuando llegué allí, pensé que ya que he llegado hasta aquí pensé que podía correr hasta el final del pueblo.Y luego pensé: Ya que he llegado hasta aquí, también podría cruzar el estado de Alabama. Y sin ningún motivo seguí corriendo…”
En la piscina sólo llegas al final de la piscina, aunque la de San Jordi tenga 50 m y vuelves…
Abrazo fuerte!