viernes, mayo 22, 2009
El contrato
Llevaba cinco años como director comercial, con más o menos fortuna cumpliendo cada año con los objetivos. Pero este año estaba estaban facturando entre un cincuenta y un sesenta por ciento respecto al año anterior. Estaban en crisis, como todo el mundo del sector textil sufría la crisis, clientes, competencia y proveedores. Pero eso no era una excusa. Telares Maristany tenía que facturar rápido o tomarían soluciones drásticas. Despedirían a la mitad de la plantilla de los 58 empleados, de los cuales la mayoría de ellos llevaban toda su vida trabajando en Telares Maristany. De hecho, estaban exportando una pequeña parte de la producción, pero nunca se habían presentado en la Feria de Dusseldorf (la Feria más importante del sector textil).
Llevaban ya cuatro días de feria. Si que pasaba gente por el bonito stand, pero ningún pedido importante. Muchos curiosos de todo tipo de países intercambiando tarjetas comerciales, pero ningún pedido.
Eran las cuatro de la tarde, y Tomás ya acumulaba cierto cansancio por estar todo el día para arriba y para abajo, cuando de pronto se presentó una guapa chica. Exótica belleza. Se llamaba Caroline Schiffer, y era la directora de compras de una importante cadena de tiendas de ropa del hogar llamada Stradde.
Caroline comprobó las calidad de los tejidos de Telares Maristany Estudió con detenimiento y los muestrarios durante más de una hora hasta que se levantó de la mesa redonda del stand, y salió del mismo pensativa. Caroline miraba al suelo y al techo del pabellón ferial, como si calculara algo mentalmente. Volvió a entrar en el stand y le preguntó a Tomás: ¿Que prefieres que te diga primero, la mala o la buena noticia?.- exhibiendo una bonita sonrisa.
-Siempre primero la mala! – le dijo cansado Tomás sonriendo. Tenía la intuición de que haría una venta.
-La mala es que… me tienes que invitar ha cenar al mejor restaurante de Heildelberg!
-Así que esta es la mala…-bromeo Tomás -¿Y la buena? – preguntó descolocado. Todavía no sabía si iba en serio o en broma.
- La buena… es que te haré un pedido por valor de cuatrocientos mil euros, para cubrir toda la demanda de nuestras tiendas durante seis meses, y si todo va bien dentro de seis meses renovamos…
- ¡Hecho! pero así…¿sin regatear? Le preguntó Tomás lo primero que se le ocurrió. Hoy en día no había nadie que no regateara en precios. Es más, incrementaban un 20% la tarifa para luego compensar con el descuento.
-Sin regatear.- dijo Caroline tajantemente - Te espero a las 9 en la recepción. Estoy en el Hotel Eurobuildind- Le dijo Caroline dándole una tarjeta donde además de los datos de la empresa Stradde salía su móvil.
Cuando se fue, se sentó durante unos minutos. No se lo podía creer. Había entrado una guapa chica haciéndole el pedido del año. Salvarían la empresa. Además, ahora no tenía novia, por lo que estaría encantado en invitar a Caroline, la guapa y joven directora de compras a cenar.
Se fue al lavabo del pabellón. Cansado pero feliz. Se lavó la cara con agua fría y se miró al espejo. Sonrió al verse. “pero que guapo eres” se dijo lanzándose un hipotético beso.
Cuando la recogió por la recepción del hotel, se quedó impresionado de la exótica belleza de Caroline. Era morena con pelo largo y rizado y vestía con un escotado vestido verde esmeralda que le marcaba todas las curvas de su estilizado cuerpo.
- Impresionante! – le dijo Tomás cuando la vio tan elegante y atractiva. Pensó, que se podía haber vestido un poco mejor para la ocasión. Se había vestido informalmente. Iba con tejanos y bleiser pero visto lo visto, era evidente de que se había equivocado.
- Gracias Tomás – le dijo volviendo a sonreir.
Tomás se sentía el hombre más feliz del mundo, y esa noche prometía. Cogieron un taxi y se dirigieron al Restaurant Baviera, un romántico restaurante situado en las afueras de Heilderberg. La mesa donde les colocaron estaba en la terraza del torreón de un castillo restaurado con vistas al Rhin.
Comieron toda clase de marisco y pescados regados con vinos blancos franceses. No pararon de hablar y de reir amigablemente, como si se conocieran de toda la vida. Se gustaban y lo notaban los dos. De repente Tomás notó como Caroline le presionaba con el pie descalzo por debajo la mesa a su entrepierna, mientras que Yomás notaba como se le endurecía su miembro a la vez que la miraba como se reía porque ha buen seguro notaba su erección.
- Y esto?- Dijo Tomás balbuceando
- Creo que deberíamos sellar nuestro acuerdo….no crees..- Solo acabar la frase Caroline se incorporó de la mesa y le beso con pasión durante unos segundos mordiéndole el labio inferior .
- Te voy a enseñar que les hacemos las indefensas alemanitas a los españolitos que van de machitos …- le decía susurrandóle al oido
- Joder! Dime que no estoy soñando…- le comentaba Tomas un poco incrédulo.
Les costó llegar al hotel después de los tocamientos y besos por todas partes (boca, lengua, mejillas, cuello, oidos…) en el taxi de vuelta al hotel de Caroline. Cogieron el ascensor y subieron al cuarto piso totalmente excitados. En el ascensor aprovechó para bajarle el vestido y acariciarle y besarle los erectos pezones entre los jadeos de Carolina, tal era su excitación que no se dieron cuenta que se pasaron de piso, y subieron hasta el séptimo para luego volver a la cuarta planta. Entraron a trompicones por la habitación 327, y cuando llegaron a la cama ya estaban totalmente desnudos. Tomás no sabía si hacer o dejarse hacer, No tuvo opción porque cuando se dio cuenta, Carolina ya tenía su erecto pene en su boca. All placer se juntaba a una ligera sensación de mareo. No era para menos después de las dos botellas de vino y la de Champagne Veuve Cliquot … “mira, que así aguantaré más..” pensó Tomás mientras la empezaba a penetrar lentamente por su ya totalmente húmeda cueva, con movimientos acompasados mientras Carolina empezaba a jadear. A Tomás le dio la sensación por la respiración entrecortada de Carolina de que ésta ya llegaba al orgasmo, entonces él se relajó y se corrió.
Había sido un de los polvos más increíbles de su vida cuando se durmió abrazando a Caroline.
Se despertó sin entender nada. En pleno campo. Con frío.
Cubierto con una áspera manta de cuadros. Estaba totalmente desnudo. Ni rastro de ropa, ni del hotel, ni de Carolina. No llevaba ni el Rolex GMT Master, que le regaló su padre justo antes de morir y que nunca se sacaba. ¿Qué coño le había pasado?. Si por lo menos tuviera el móvil.
No recordaba nada. Y es que no había nada por los alrededores que tuviera nada que ver con la civilización. Se levantó, no sin dificultad, con un fuerte dolor de cabeza.
Giró sobre si mismo. 360º. Que extraño. Estoy en una montaña colgado. Sin nada ni nadie.
Tomás empezó a caminar hacia lo que parecía un camino. Llegó al camino de tierra. Y siguiendo el camino de tierra, no podía recordar nada. Qué raro. Lo único que recordaba era que hizo el amor con Caroline de muchas maneras hasta que se durmió. Pero no recordaba el haber salido del hotel. Y es que además ese paisaje no se parecía nada al de donde estaba Heildelberg, ni Colonia ni Dusseldorf, ni la Selva Negra…después de andar dos horas descalzo con los pies ya ensangrentados y únicamente tapado por esa rara manta de cuadros divisó un conjunto de casas, lo que parecía un poblado. No llegaba ni a pueblo. No había calles asfaltadas. Ni farolas, ni postes de electricidad. Ni coches. Alguna gallina suelta y unas vacas diferentes a lo que conocía. El corazón se le aceleró. Esas casas, ni tan siquiera son casas europeas- pensaba Tomás-. ¿Dónde cojones estoy?. No, no.. No debo perder los nervios ni alterarme que seguro que todo tiene una explicación…aunque me cueste de creer.
miércoles, mayo 20, 2009
imagen para reflexionar
Ayer visité la web de una revista on line llamada revistafusion.com Es un compendio de muchos temas, reflexiones y temas de actualidad. Me he quedado con una imagen y un texto que creo que es importante compartir. Te das cuenta de lo inmensamente afortunados que somos todos nosotros. Con nuestros problemas absurdos y con nuestras ambiciones. Pero somos poco solidarios, muy poco. Por lo menos yo. Y eso me hace sentir mal. Cuando luego oyes crisis, descenso de ventas de hasta el 40%, ayudas para comprar coches y demás historias que nos intentan convencer de lo mal que estamos. Y podéis llamarlo demagogia y que es muy fácil decir sin hacer. Pero por eso quiero hoy compartirlo con vosotros. Ya sé que no podemos hacer nada, o sí. Pero creo que nos puede ayudar a relativizar los “problemas” que todos tenemos porque no son nada. Felicito al periodista que ha escrito la reflexión interpretando a uno de los muchos niños que sufren, porque me ha llegado.
Hola, soy uno de esos millones de niños que nunca vamos a ser adolescentes.A lo mejor cuando tú me estés viendo ya no existo, aunque tampoco entiendo mucho lo que significa existir.Mi vida se limita a unas pocas sensaciones, y todas ellas tienen que ver con la supervivencia.Es como vivir en una jaula cuyos barrotes son el hambre, la enfermedad, la soledad y la injusticia, aunque no sé a qué se refieren cuando hablan de justicia, pero oigo a los que me cuidan repetir esa palabra.No sabría decir si soy o no un niño infeliz, porque sólo conozco esta forma de vida, y porque los niños que conozco son como yo.Oí a los mayores decir que vino por aquí un hombre santo y que estaba muy preocupado por los niños que no llegaban a nacer y también por algo que usan los mayores para no hacer niños.Como decían que era muy santo, yo esperaba que viniera a verme y que me trajera comida y medicinas. Pero no vino. No debía saber que estaba enfermo.Lo que no entiendo es por qué se preocupa tanto por los que no nacen y se olvida de los que ya nacimos y que vamos a morirnos pronto por falta de ayuda.Pero es sólo la opinión de un niño que no cuenta para nadie y no entiende nada de la vida. Tampoco voy a tener la oportunidad de llegar a entenderla nunca.La única sensación que conozco es la del hambre.Y no me gusta.
Siento haberos "fastidiado" la mañana. Pero haber compartido esa tremenda injusticia con vosotros, me alivia, aunque el jodido no sea yo.
La comida con Guillermo
- joder Guillermo si es tan secreto no me lo cuentes.- le dije
- Es que quiero contártelo pero me tienes de prometer…
- Venga no te enrolles…
- Ya sabes que esto de la publicidad va a la baja…y desde hace un tiempo que estoy mirando alternativas – me explica
- Escupe. ¿Que te han ofrecido? – Le pregunto incitándole para que vaya al grano
- No. Sólo que me monto un business por mi cuenta…-
- Joder que envidia…pero tu crees que es el momento?
- Precisamente. Se trata de una piscifactoría pequeña. Bueno de hecho son dos.
- No me jodas! Desde cuando tienes algo que ver con el mercado del pescado…
Entonces me lo explica abiertamente. Pero un poco agobiado. Ha conseguido contactar con un científico francés que ha conseguido reproducir miles de medusas en poco tiempo. Lo malo o lo bueno, según se mire es de que son una especie de medusas peligrosas, es un tipo de medusas llamada “carabela portuguesa”. El tal científico, llamado Philipe se puso en contacto con el director de unas revistas del corazón, para que hablara sobre lo peligrosas de estas medusas.
- Pero…ahora si que no entiendo nada…que coño pintas tu con las medusas.
- El tema es darle repercusión a bombo y platillo sobre la carabela portuguesa y sobre la peligrosidad de estas medusas. De hecho llegaron algunas a la costa cantábrica y la prensa se hizo eco de eso.
- Sigue que se pone interesante….
- El asunto es “esparcir” unas cuantas cerca de la costa…especialmente la costa mediterránea, y dejar que las corrientes actúen. Se genera el pánico en la población y entonces llego yo con el pez que estoy “cultivando”, que es el único pez que come este tipo de medusas, y “limpio” la costa de picaduras de medusas. Los ayuntamientos encantados en contratarme, al precio que sea. El pánico de los bañistas es la peor plaga que se pueden encontrar. Especialmente en Agosto.
- Tu previamente has contactado con los ayuntamientos y les ofreces el antídoto antimedusas. ¿No es eso?.
- Pues más o menos. Yo les cobro por playa 35.000 euros y les garantizo la extinción de todas las medusas. Ellos lo pagan, porque son recursos del ayuntamiento y todos contentos. Facilmente en la costa española puede haber unos 200 ayuntamientos con playa… Son 7 millones de euros en sólo mes, y eso esta bien…no crees?
- ¡Eres un pedazo de cabrón!- le digo indignado
- Lo que quieras pero el mundo funciona así. Generas el virus y luego vendes el antídoto. Funciona en todos los sectores…Farmacia, informática, hasta en la publicidad…es ley de vida- me explicaba Guillermo intentándose justificar
- Porque me lo cuentas a mi?
- Porque necesito contárselo a alguien…
- Joder Guillermo, estás como una puta cabra…- apurando la jarra de cerveza
- Ya lo sé. Pero te gustaría hacerte socio mío?
- Ni jarto de vino!. Eso debe se ilegal de la leche…no?
- En absoluto. Tu tienes dos pequeñas piscifactorías. La del pez y la de su alimento, en este caso la medusa carabela….a mis peces les encantan las medusas…Bingo!. Y además luego puedes vender el pescado en las lonjas de pescado.
- ¿Como dices que se llama ese pececito?- le pregunto a Guillermo sospechando a que pez se refiere
- No lo conocerás, porque lo importo del Japón y es un extraños pez luna que lo llaman Fugu.
- ¡No me jodas! – grite a Guillermo mientras levantaba la mano llamando al camarero. Necesitaba un whisky….y que fuera doble!
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