viernes, diciembre 29, 2023

Es que no hay nadie igual… y eso es la gracia!




 Cada uno es diferente.

Lo que yo puedo apreciar, cada uno lo aprecia a su manera. Es imposible que todos coincidamos en un mismo punto de vista. Lo interesante es ser consciente que existen diferentes realidades de un mismo hecho.

En las fotos podéis apreciar al Medusa volviendo a puerto.

La fotos están hechas desde la terraza del apartamento de La Fosca, es la misma foto pero en una es:

- coño! Rápido a puerto no nos pille!!

-  y la otra podría ser una navegada en un día fantástico por el caribe.

Si en una simple misma foto queremos interpretar cosas tan diferentes cómo queremos que los demás vean lo mismo que vemos o interpretamos.

Igual el tema es que cada uno vea lo que quiera ver, y no intentaré de convencerlos de lo contrario.

Ya queda menos para que todo esto de la Navidad acabe de una puta vez. 

Harto de ser feliz, de comer, de bombones, de luces de colores, quiero volver a la aburrida normalidad de una puta vez!

Veis como todos somos diferentes ?

APA…a disfrutar de lo Reyes Magos  que no vendrán de Oriente ni pasarán por Belén…e incluso podrían llegar tarde para evitar pasar por el mar Rojo y por ende  a los piratas del Yemen!.

En fin….a poner carbón y agua para los camellos…ojo que tampoco mucha, que hay sequía!


El barco perfecto….Existe?



Eso no existe. Te adaptas a lo que tienes. Si tienes un crucero grande, te dedicas  más al charter. Si el barco es tan pequeño como el Medusa. Te limitas a que sea el barco de día. (Daysayler) En cualquiera de los casos no hay un barco que cubra todas las “necesidades”. Pero reconozco que tener un barco pequeño tiene muchas ventajas. 

1. Mantenimiento 

2. Costes de amarre

3. Acceso a las calas

4. Poder navegar sólo

5. Sensaciones casi de vela ligera (aunque no hay que confundir, el laser es el laser)

Siempre se puede mejorar un barco. Medusa lo compré muy bien de precio y creo que lo he mejorado mucho.

Para comprar un barco. Primero tienes de decidir que vas a hacer. Luego  tienes que decidir (como todo en la vida)  el presupuesto del que dispones. A partir de ahí , las infinitas opciones , si nuevo o usado, motor intraborda o fueraborda. Eléctrico o diésel…

Personalmente me gustan los veleros rápidos, con bañera grande, ceñidores, fáciles de llevar tu sólo, que puedas siestear de vez en cuando…

Me gusta el concepto de barco neoclásico. Muy modernos pero a su vez muy elegantes y clásicos.

Si me tocara la lotería probablemente estaría entre un Tofinou 7.9 o un Sunbeam 29.1 ( ojo con el 32.1….pero volvemos a lo de siempre…y si…un  poco más…)

Me gusta mucho navegar, pero me gusta casi tanto (hay quien dice que más) preparar el barco, o incluso simplemente limpiarlo. 

Ayer me pasaron una foto del campeonato de España de Estel en Rosas. Joder!!!Me reconozco que ya es mucho porque de eso han pasado ya 40 años!!!!.

A muchos de ellos los sigo viendo (grandes amigos) , otros nos esperan “arriba” o “abajo” cuando nos llegue el momento…qui lo sa..

Dos conclusiones: 

1. En regata en 40 años no he aprendido nada! Sigo siendo tan malo como siempre!

2. Cómo me gusta el mar!


domingo, diciembre 17, 2023

Bar Tomás de Sarría

 


Leo una definición ingeniosa y divertida. 

“Monumento que empequeñece a la Sagrada Familia, referencia de generaciones que han transmitido sus conocimientos a través de ADN modificado por efluvios de ajo concentrado. Oasis de cutrez en barrio pijo,trajes de 6000€ manchados de aceite y rescatados con “Cebralín”, alemanes en “chancletín” escaldados por el sol y las patatas candentes. El Tomás es el garante de la paz mundial bravera, pero en vez de casco azul un chaleco negro”

Hacía tiempo que no iba. Pero fui muchas veces. Cuando digo  que iba mucho es mucho. Eso es casi cada día con mi novia  y los fines de semana para pasar la resaca y  para comentar las juergas nocturnas.

Recuerdo al Sr. Tomás (Tomás Pujol)  que le tocó la lotería y le vendió el negocio a Antonio Betorz (sobrino de Antonieta Pujol), en 1986, o sea que también era otra clase de lotería .



 Por aquel entonces recuerdo que tomabas una coca-cola de cristal de una medida grande (no sé yo si eran de 250cc) y elegías patatas grandes o pequeñas y mixtas o que piquen…

Siempre a la hora del aperitivo, local abarrotado pero siempre podías pillar alguna mesa…

La semana pasada volví. Me senté en un a mesa. Camareros “nuevos” pero simpáticos y Antonio no estaba. El local lleno como siempre pero ahora la dinámica era diferente. Pedías mesa y esperabas a que te avisaran.

Nadie me conocía y yo tampoco a ellos, pero en esencia todo era lo mismo. Gente joven, parejas de todas las edades, ejecutivos …etc

Entrañable. Aunque sea cutre y frio, entrañable.