martes, julio 14, 2009

sobre la puntualidad...


Con la edad me estoy volviendo maniático…y una de mis manías es la de la puntualidad. No entiendo que la gente sea tan impuntual por costumbre. Porque es una falta de respeto. El tema es el pensar que tu tiempo es más importante que el del otro.
Es curioso pero en las reuniones de trabajo con varias personas contra más importante sea el que convoca, más puntual es la gente…las conclusiones son obvias.
Todos hemos cogido un avión y sabemos que si no estamos en el aeropuerto a una hora determinada, perdemos el avión. Entonces si extraemos la premisa de que si queremos podemos ya no es un tema de despiste sino de educación.
Dice muy poco de nosotros el llegar tarde, aunque mucha gente piense lo contrario. Parece por ciertas personas que el ser puntual sea de pedante.
Otro tema es fuera del ambiente estrictamente profesional, que te das un margen de tiempo, y no le des tanta importancia, pero en el fondo es la misma falta de respeto.
Y no será porque no tengamos relojes. En el móvil, en el coche o en la moto, en los ordenadores, e incluso por la calle, en los bares. En cualquier lado. El problema es que la hora no es el problema. Probablemente sea una mala costumbre, que hace que no pensemos en los demás.
Tenía un proveedor hace mucho años, francés, y muy meticuloso no solo en la puntualidad sino en la esencia de la visita. Después de cada entrevista con él, me proponía enviarle un fax (no teníamos e-mail) con el resumen de la reunión.
¿Absurdo no? Pues no tanto, porque tiene mucho sentido. Era muy curioso como cambiaba la percepción desde uno y otro punto de vista de una misma reunión.
Cuando te ha parecido que has dicho algo, se ha entendido otra cosa.
A veces también yo he sido impuntual. Recuerdo una anécdota que había quedado con un cliente Fisher Price, con la directora de marketing. Ayleen O´Riordan. Un encanto de mujer, pero muy “puntillosa”. El día de la reunión era su cumpleaños y lo sabía. Total que llegaba 5 minutos tarde y antes de entrar en su oficina pensé: “que más da 5 min. o 10 minutos de retraso” Entonces entre en una floristería que había enfrente de las oficinas de Fisher Price y compré un ramo de flores.
Me acuerdo que me recibió sacando fuego por la boca, luego tenía otra reunión, y le hacía ir mal.
“Joan, has llegado 19 min. Tarde. No tengo tiempo para atenderte…me tengo de ir…Eres un impresentable” me comentaba muy enojada, sin ver el ramo de flores que escondía en mi espalda. Era obvio que me tenía confianza.
“Tienes toda la razón…disculpa no sé que decir…pero felicidades!! – le dije ofreciéndole el ramo.
Era evidente que le descuadré. Le supo tan mal haberme echado la bronca, que llamó para retrasar la siguiente reunión.
Fue una excepción en mí, porque no solía llegar tarde pero desde luego no le daba tanta importancia.


Me gusta ser puntual. También en la hora de salida, que tengo mi tarde programada al minuto.
Recibo a bastante gente en el “día a día”. Y me fijo en la puntualidad de los proveedores. Los hay que sí son puntuales, pero lo normal es que se retrasen. Y entonces ya entran con mal pie…A veces he tenido la tentación de hacer esperar a los proveedores el mismo tiempo que han llegado tarde ellos a la reunión. Pero no hay que ponerse al mismo nivel me digo.
Consejo: si vas a ser proveedor mío será mejor que llegues puntual.
Apa, acabo este post no sea que llegue tarde…



lunes, julio 13, 2009

pitingo

Que lo original es una cosa. Pero hay copias que lo superan.
Yo no sabía ni quien era pero el otro día un amigo iba a un concierto, y me hablaron de él. Un tal Pitingo
Y si no, escuchar el “Killing me softly” de Pitingo.
Joder que tío. Lo borda con ese acento flamenco. Y no digo que el original sea malo. Pero como me gusta!. Intentaré irlo a ver porque debe de ser todo un espectáculo.
Reconozco que me gusta aunque no entienda mucho, pero como lo siento, me gusta eso del flamenco. Será por los recuerdos de la Feria de Sevilla o por mi incursión a lo de la guitarra española (ahora hace más de un año).
Los que saben que soy bastante obstinado no me dicen nada, pero entiendo los que me digan: “Bueno, ya está lo has probado. Es un instrumento difícil…”
Creo que esto de la guitarra es como todo. Uno le da igual empezar con la guitarra que con el piano. Los dos instrumentos bien tocados me gustan mucho. Por un tema de practicidad me decanté por la guitarra, aunque me doy cuenta que igual hubiera sido mejor atacar al piano, porque hoy en día te pones unos auriculares y dejas de joder al personal. Que ya hacen lo suyo en aguantarme.
Otro de los problemas de la guitarra es que en muchas ocasiones es un instrumento de acompañamiento y uno debe de cantar…Y hasta aquí podíamos llegar!.Me niego, pero no por mi, que también sino por la sufrida audiencia.
En fin, como soy bastante terco seguiré y en septiembre decidiré…por cierto que el otro día escuche una melodía tocada con un “contrabajo” que me encantó…Me traslada a una puesta de sol hace unos 6 años, en Cala Pregonda, en el Norte de Menorca, fondeados unos cinco barcos, cuando desde uno de estos veleros salió un hombre con un bajo y se puso a tocar. Sólo de pensarlo se me pone la piel de gallina. Por su puesto el aplauso fue generalizado
Ok. Me lo pensaré. Porque si le paso mi guitarra a mi hija mayor…

http://www.youtube.com/watch?v=Gwmj5nK3udU

Quiromancia



Vamos a organizarnos. Yo creo en muchas cosas. Creo en la capacidad ilimitada del cerebro para conseguir cosas que hoy parecen increíbles.
También creo en el destino. Y también en el efecto placebo.
En las técnicas budistas e hinduistas de meditación y relajación. Creo en que hay algo más allá, llámalo Dios o como quieras. Creo en los espíritus de nuestros familiares y amigos vagando por el cielo, y que de vez en cuando velan por nosotros. Omnipresentes.
También hay cosas en las que no creo. No creo en la política corrupta. La mayoría ni en la iglesia actual. Ni en el hecho que el fin justifica los medios. Jamás. Porque no hay fin.
Como decía Gabriel García Márquez es similar a escalar una montaña. No es llegar, sino el disfrutar de la escalada.
A lo que iba, que se puede creer en muchas cosas y en otras que no. A propósito el otro día una amiga me comentaba que en un momento “bajo” se fue a una “medium” a leerle la mano (quiromancia). Me intentaba convencer de que había algo de cierto. Porque sin ella decirlo le adivinaron muchas cosas.
Es que estos lectores de mano saben mucho. Además de que tienen una “psicología” muy desarrollada, que saben interpretar cualquier atisbo de sorpresa o gesto de cualquier tipo. Y probablemente ya tengan Facebook y te “adivinen” otras muchas cosas…
Es como aquello que me explicó un buen amigo sobre la interpretación de los gestos en las conversaciones. Ej. Si uno se toca la nariz es que está mintiendo, o dependiendo dónde diriges la mirada quiere decir una u otra cosa…etc…
En fin que tampoco hay que negar la evidencia. Porque si te dicen que tienes una larga línea de la vida. Y sigues vivo…pues ya está. Y si te mueres pronto, ya te quejarás.