luchar contra la adversidad

Paseando al perro por la tarde me encuentro a Carlos. Un amigo que me cuenta eso que ahora está tan de moda. “Que hoy ha sido mi último día, pero si sabes de algo, cualquier cosa que sepas, me lo dices. Es por no pasarme todo el día en casa…”
Me ha hecho pensar en varias cosas. La primera es que se conformaba con cualquier cosa. No desecha nada. Es lógico si necesita el trabajo, pero para no estar en casa.
Lo he visto triste. Me han comentado que su mujer le había abandonado recientemente. Lo debe estar pasando mal. Y luego te pones a pensar.” Ostras, si me pasara a mí, que debería de hacer…”. Una cosa tengo claro y es que no me pasaría el día en casa. Intentaría hacer muchas cosas, desde más deporte hasta navegar, escribir, leer.
También creo que me intentaría hacerme un hueco en algún sector que me atrajera. Y hay muchas formulas si se quiere realmente trabajar. Desde el no me pagues si no te funciono, hasta la formula de te traigo clientes y me das una comisión. El objetivo es trabajar. Hacerse un sitio en este escenario tan complicado. Desde luego evitaría quedarme en casa. No lo sé. Porque desde luego es muy fácil decirlo pero cuando te pasa a ti. Lo que si creo es que hay que ser muy fuerte, y sobre todo creer en uno mismo. Y luchar por algo. Lo que sea pero luchar. Que no hay esfuerzo sin recompensa. Y me consta que no es fácil, pero nadie regala nada. Suerte Carlos, pero lucha. Hay que luchar contra la adversidad. Cueste lo que cueste. Creo en mucho en la máxima que dice: “ Cuanto más entreno, más suerte tengo”. Porque en el fondo la suerte te la buscas tu mismo.
Se que está difícil, pero antes que el entorno nos succioné, cambiemos nuestra actitud. Es que así es la vida.

la colilla del conductor del Porsche

Habeis probado de decirle a algún conductor fumador cuando tira la colilla al suelo, "oye, perdona. Me parece que se te ha caido algo al suelo...¿lo habeis hecho? Pues mira que tonteria, le estás diciendo subliminalmente que es un auténtico cerdo. El problema es que te mira con desprecio, y empieza a escupir improperios por esa boca todavía humeante. De tu madre dice unas cuantas cosas. Es impresionante. ¿Es que esta ciudad no es de todos?. Es que toda la mierda que se acumula, aparte de ser una porquería de ciudad, cuesta al erario municipal un extra presupuesto de limpieza?. Es decir de su dinero y del mio. Es que ¿es tan díficil ser un poco cívico? Puede parecer pedante, y una gota de agua en un océano, pero si cada vez somos más los que denunciamos "educadamente" a los fumadores, igual algún día pensarán que algo de razón tenemos los que nos quejamos, y que igual vale la pena ensuciar los ceniceros de sus automóviles, porque entre todos intentamos hacer un mundo un poco mejor.

insomnio

Hoy se me ha hecho largo el día. Y eso que he tenido comida con unos proveedores. Será por eso. Pero debo estar pagando el no haber dormido bien. No sé porqué pero a veces sin causa aparente me cuesta dormir. Entonces es cuando hago uso de un “orfidal “ y al cabo de una media horita, caigo.
A pesar de eso me he desvelado. Es curioso como somos, porque en principio no hay nada que me preocupe especialmente. Y no me mal interpretéis. Cosas que me preocupen son muchas pero he aprendido a relativizar. Es la única manera de inmunizarte ante el escenario actual ( y evitaré mencionar la dichosa palabra).
Pero reconozco que he perdido un momento el control con Unai, mi profesor de guitarra, cuando éste con toda la paciencia del mundo intentaba que moviera adecuadamente el dedo anular. En fin, que hoy me he desmoralizado, suerte que Unai sabedor de que el futuro como profesor de música se antepone a la tontería de los alumnos, y como sabe que no me gusta leer no hemos leído.
Me he disculpado porque argumentando mi mala noche, no estaba muy por la labor.
Este jueves vuelvo a tener cenita de los que hace veintisiete años que no veo. Será jodido reconocerlos a todos. Es tanto lo que quieres saber de todos que no sabes por donde empezar.
Te sientes un poco absurdo presentándote al que había sido tu mejor amigo.
En fin que es un cúmulo de emociones comprimidas en la hora de la cena. Será por algo que el restaurante en cuestión se llame los inmortales. En fin, que ya me río solo de pensarlo. Porque yo soy una parte de ellos y ellos una parte de mi. Aunque hayan pasado sólo 27 años. Es curioso porque todos nos vemos mejor que a los demás.
Esta noche para dormir contaré a todos los que han sido mis amigos, como si fueran ovejitas y esperó que no me salga la leona, de entre la nubes, claro.