martes, abril 30, 2013

Ubuntu


Qué difícil es que todo el engranaje de la vida funcione perfectamente. ¿Porqué sufrir y afrontar los reveses que te da la vida?. La búsqueda de la felicidad lo justifica. Hay personas que no lo entienden ni lo entenderán nunca pero esas no me importan. Las que me importan son a las que quiero. Dicen que el tiempo lo cura todo. Pero cuanto tiempo? El que sea necesario.


En África utilizan lo que llaman el Ubuntu que es una filosofía que en esencia dice que “si ganan todos tu ganas”. Fácil no? Pues no sé. Dicen que Ubuntu no puede ser la ideología del hormiguero, en el que uno renuncia a la individualidad a favor de la colectividad.

Si no hay Ubuntu las cosas no pueden funcionar. Se me tacha de egoísta por intentar buscar la felicidad por mi cuenta. Pero no era feliz. Y si no era feliz era imposible que los demás fueran felices. Quién es el egoísta? Los que me juzgan por intentar serlo? Pues no lo sé.

Dicen que hay tantas interpretaciones de Ubuntu como de personas que las hagan. Yo me quedo con la de que somos individuos que debemos de aspirar a una realización personal en todos los ámbitos, pero al mismo tiempo pertenecemos a un colectivo con el que no nos queda más remedio que entendernos. Pero más que entendernos, yo seré no seré feliz del todo hasta que todos sean felices. Imposible?. Tampoco lo sé.

La vida es compleja y contradictoria. La naturaleza constantemente nos lo recuerda. Las flores más bonitas son las más peligrosas. Una rosa no sería una rosa sin las espinas que te puedes clavar. En la selva mientras las ramas se pelean las raíces se abrazan.

Convivencia de actitudes contradictorias como la competencia y la cooperación son posibles. El Ubuntu dice que si…y volviendo a los términos africanos sería Hakuna Matata que era aquello de “no hay problema” o “no te angusties” “vive y se feliz “ o “vive y sé tú mismo”.

Como si todo fuera tan fácil!. Sé que no. Pero se habrá de intentarlo! … y es que estos africanos se las saben todas…no creéis?

viernes, marzo 22, 2013

tecnofóbia?



No nos damos cuenta pero cada vez nos metemos más en un callejón sin salida, el callejón que nos lleva la tecnología. En este caso me refiero a las redes sociales, los móviles de última generación, etc.
Sin apenas darnos cuenta el móvil ( y más si es de última generación) se ha convertido en una necesidad. Antes era un tema de que con la excusa de si pasaba algo a las niñas, que podían llamarte. Que estar localizable en todo momento era importante… Luego, el tema del whats app y las maneras de comunicarnos gratuitamente, o los juegos de los móviles. Ha llegado el momento que esto nos ha superado. Necesitamos constantemente estar conectados permanentemente. Incluso en las reuniones de trabajo no paramos de ir mirando el móvil. Incluso hasta te atreves a enviar algún mensaje mientras te están hablando…que capacidad…no?...pues no es auténticamente falta de educación y lo peor es que antes lo teníamos claro pero ahora no nos damos cuenta.
Incluso en un restaurante necesitamos ir mirando al móvil por si alguien llama. Es como si algo nos estuviera absorbiendo….empezó el tema de los móviles “pijos” con las Blackberry´s pero hoy en día quien no tiene un i phone no es nadie. Hasta nos bajamos la aplicación del Facebook para poder conectarnos desde el móvil. Es increíble pero debo de reconocer que se nos ha escapado de las manos.
Necesitamos saber que todos están ahí…y pertenecer a algo. Probablemente en el Facebook tengas como amigos a gente que apenas los conoces. Y al revés, seguro que tienes buenos amigos pero que no estáis en FB. La paradoja es que contra más amigos tienes más solo estas.
Os invito a probar ir a trabajar sin móvil. Probablemente podrías, pero seguro que no te sientes nada bien. Eso ya es dependencia por lo que ya eres un “enfermo”.
Y la edad da igual. Al principio creíamos que esa dependencia era una peculariedad atribuible a la adolescencia. Ahora vemos que no es así. A nosotros también nos pasa…Necesitamos comunicarnos con mensajes. (what´s up) y eso es fatal. Necesitamos estar juntos en solitario. Tenemos la necesidad de estar con los demás pero también en otros lugares. Hay una psicóloga americana Sherry Turkle, que se hizo famosa por sacar un libro defendiendo la nueva tecnología y las redes sociales, y ahora 15 años después de estudiar continuamente comportamientos relacionados con la tecnología alega que es una dependencia peligrosa, porque no la podemos controlar. En lugar de “ganar” tiempo, porque las comunicaciones son más rápidas (velocidad de acceso a internet…etc) lo perdemos con distracciones absurdas, y su segunda conclusión es que estar conectados nos convierte en seres humanos solos y aislados.
El video de la conferencia de Sherry en TED dura veinte minutos, pero vale la pena. Y me voy a cargar el móvil…que con estos móviles de última generación enseguida te quedas sin batería…pero eso es otro tema de post…

jueves, marzo 21, 2013

El muro



Superar el muro.
Cuando uno corre una maratón se tiene de enfrentar al muro. El muro es cuando uno se queda sin fuerzas y el cuerpo ya no responde. Entonces el cerebro del cual la fuerza de voluntad depende  tiene que imponerse. Encuentro una cita anónima pero que explica que siente uno en ese punto. En la maratón de 42.195 m eso llega en el kilómetro 30 aproximadamente.
Cuando el cuerpo no da más de sí, se han agotado todas las reservas energéticas y queda aún un mundo por delante, superar el muro o caer a sus pies, dicen, es cuestión de convicción.
El muro siempre llega. En la vida también. Y es algo que sólo depende de uno. Contra más preparado está uno para las adversidades más fácil lo tiene para superar el muro.
Y en la maratón pasa lo mismo. A veces uno está tan mentalizado y preparado  que se prepara y empieza con ritmo tan  prudente no se da cuenta del muro. ( eso lo que le pasó a mi amiga que participaba en la maratón de Barcelona. Y ahí es donde le esperaban dos amigas que hacían de liebre para ayudarla a acabar bien).
Yo seguí la maratón desde bastantes puntos. Pero me quedé mucho tiempo en ese punto. El kilómetro 30. En el “muro”. Observaba a la gente. Era parecido a una llegada aunque los habían que se paraban. Que la vida es más que una carrera de maratón debían pensar los que se retiraban. Razón no les falta desde luego pero se habían apuntado.
Muchos corredores pulsaban su cronometro es ese punto. Apretaban los dientes y fruncían el ceño. El cansancio empezaba a pasar factura y sabían que pronto comenzaría el dolor.
También estaban los que se animaban entre ellos.” Vamossssss!” Sin ser la llegada tiene su gracia estar es ese punto. Y símiles los encontramos en todas las facetas de la vida. Uno tiene su propio muro personal o en ocasiones profesional pero hay que utilizar todos los mecanismos para superarlos. Hay muros que parecían infranqueables  y que al final se han superado. Ánimos de corazón a todos aquellos que lo intentan superar (aunque luego no lo hagan, eso me da igual)  porque el muro una vez superado  o no, la vida se ve de otro color. Y el esfuerzo siempre compensa. Por mucho que duela. Os lo juro.
Cuando uno pone el muro en google, le salen dos referencias obligadas. Una es la canción de Pink Floyd que tanto me gustó en su época y otra el muro de Berlín…y dicen los runners que existe una buena maratón ahí… aunque mi muro es de otro tipo.