martes, julio 20, 2010

¿Pedals de Occitania? Acojonante!

Albert GONtador y Andy Pujol Sleck marcan el ritmo. Pero no sólo hacen eso sino que ese par de monstruos del pedal guían al resto de los escapados. Si, si…escapados del stress, de la rutina, incluso de las familias. Luis estuvo a gran altura, hasta a veces hacer dudar al gran mohicano “oreja a tierra” intentando escuchar los ruidos de los lejanos tambores occitanos. Claro que como iba con el caballo blanco…eso sí, a veces se desbocaba!. Y si no, que se lo pregunten a la pobre roca que sufrió el severo impacto de esa cabeza tan llena de cifras …

A medida que se iban consumiendo calorías durante esos tres días se iba llenando el frasco del sentido mismo de la vida. Esfuerzos tanto individuales como colectivos, retos que parecen inalcanzables tan sólo hace unos pocos meses pero con entreno y voluntad uno se da cuenta que no hay limites infranqueables. Ahí quedan esos 220 km y 6000 m de desnivel de altura acumulada. Que si el desnivel fuera contado por Javi sumarían algo más. (No perdona ni los tres pisos, con diez escalones por planta de los tres hoteles donde hemos dormido, le salen unos 160 metritos de más.). Bebía más que sudaba, o era al revés. Sea como sea aguantaba perfectamente las jornadas de más de nueve horas. Estirando mucho para evitar las temidas “rampas”. Concentrado a veces un tanto preocupado pero llegando entero siempre. Grande Javi. Nota pero que muy alta.
Risas, anécdotas, caídas, sudores y barritas energéticas,.Trialeras. Senderos, riachuelos y barro. Y el espectáculo continuaba…
Diego. Todoterreno. Lo baja todo, incluso cuando los demás nos bajamos temerosos del grito del mohicano “se puede!!” pero también lo sube todo, hasta en las subidas imposibles. Polifacético donde y sufriendo en silencio. Con dudas al principio, como todos. Siempre hay una primera vez. La espalda ha respondido perfectamente. No podía ser de otro modo. Me gustaría preguntarle a tu fisoterapeuta si él es capaz de hacerlo.
Acojonante ha sido la palabra más pronunciada después de pasar por cada uno de los espectaculares parajes.
Culos doloridos pero con la satisfacción de haber conseguido el más que probable último reto del año!...si el Doctor no lo evita, claro.
Y no sé porque lo llamamos doctor. Es una simpleza. Es como Leonardo Da Vinci en versión moderna. Lo hace todo y bien. Es mecánico, carpintero, maquetista, chapista, ….Además ayuda, aconseja, soluciona, apoya y si hay que “bregar” él es el primero. También el culpable de todo esto. Mil gracias Gon!
Me falta uno…Pero no creáis que me olvido de él. Lo dejaba para el final .Una vez en una salida (Turbón) comenté irónicamente que cada uno tiene su “especialidad” pero que no acababa de ver la suya…Esto llegó a tener una cierta repercusión que además me dolía porque lo dije sin malicia, pero se utilizaba con una cierta sorna. Pero ahora ya sé cual es su especialidad.
!Don Santiago!. Era eso. La clave reside en tu don!
La actitud. Es la más importante de todas las virtudes. El lubricante seco y/o húmedo (según el terreno) que hace que el mecanismo funcione. La actitud siempre positiva aunque las cosas se pongan feas. Y encima con una sonrisa. Y eso no se aprende con la práctica del pedaleo, ni en bajadas trialeras. Se nace con ese don, y a ti te ha tocado Santi. Es un auténtico lujo hacer cosas contigo!
Yo he sido parte de ese fantástico grupo y me siento orgulloso y emocionado porque ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida, aunque os suene un tanto cursi.



Pd: Joder…qué lejos está Viella!!…¿y vosotros cada fin de semana vais a Cerler????...en fin…si tanto os gusta…

miércoles, julio 07, 2010

Stromboli


Quiso cumplir un sueño. Le dijeron que era sumergible. Con el cristal de zafiro. Sólo 500 unidades fabricadas.
Se encaprichó de ese reloj, como se podría encaprichar de un cuadro. Era un reloj muy grande, que al principio no le convencía pero con el paso del tiempo cada vez fue gustándole más.
Se le hacía complicado ahorrar los 8.500 euros que costaba el flamante reloj Panerai Luminor 1950 Rattrapante Regattta pero después de dos años lo consiguió.
Estaba tan feliz y orgulloso con su reloj italiano que se pondría en la muñeca. Tenía la muñeca pequeña y como el reloj era bastante grande le quedaba desproporcionado. Se parecía más a un reloj de cocina que a uno de muñeca …pero si era lo que quería….pues nada.
Tenía uno de los retos cumplidos y faltaba otro. Nadar la travesía desde el acantilado del Faro de caballería hasta Fornells.
Miró a su reloj y sonrió. Hoy quería cumplir su segundo deseo. Se tiró desde una altura de 30 metros y empezó a nadar hacia el Este. Un tramo largo para ir nadando pero que otras veces lo había hecho.
Ya en las primeras brazadas notaba como el peso del reloj le dificultaba el poder levantar suficientemente el brazo para nadar cómodamente. Pero el pensó que se acostumbraría. Se dio cuenta que aquella tarde a diferencia de otros días se le acercaban muchos más peces de lo habitual. Lo atribuyó a el reflejo de su reloj en contacto con el agua de ese tono de azul intenso del norte de Mallorca.
Pero él no tiraba la toalla. Sino que estaba empeñado en poder llegar nadando a pesar de la corriente en contra y de lo pesado de su reloj.
En dos ocasiones se le aproximaron un grupo de delfines. Jugueteaban con él y le rozaban la piel a gran velocidad mientras el seguía con su cada vez más inconstante ritmo. Ese día estaba más cansado de lo habitual y todavía después de hora y media nadando estaba a mitad de camino de su trayecto.
Su Panerai cada vez le pesaba más, hasta tal punto que decidió dejar de nadar croll para bracear. Así se cansaría menos. Se juraba una y otra vez que ya no volvería a nadar con reloj.
Al cabo de unos minutos se sentía exhausto. Se planteo la opción de deshacerse de su flamante reloj de 8.500 euros. Porque se daba cuenta que no llegaría. Pero voy a aguantar un poco más…con lo que me ha costado el reloj!... Pensaba…” igualmente y aún sin el reloj tampoco llegaría…” Había calculado mal la corriente, y tampoco contaba a con la siempre inesperada tramontana y se había precipitado ha cumplir ese absurdo reto que significaba llegar nadando hasta Fornells.
Ya no se sentía con más fuerzas. Un pescador pasó de largo y no lo vio. Ya no podía ni gritar ni tan siquiera levantar el brazo. Se desharía del reloj. Lo había decidido, pero sorprendentemente no tenía ya ni fuerza para desabrochárselo. Ya llevaba cuatro horas en aquel mar que tantos temporales y tantos naufragios había contemplado y que estaba a punto de cobrarse otra victima. Que absurdo! .pensó mientras el peso de su reloj le ayudaba a sumergirse. Le venían imágenes de su familia, de su infancia, de su mujer, de amistades mientras iba irremediablemente hacia el fondo del mar.
Debían ser unos 150 metros de profundidad calculó mientras contemplaba a los delfines que le intentaban con el hocico clavándole en el estómago devolverlo a la superficie. Se turnaban en la labor. Pero él parecía que ya había tirado la toalla…Vio la popa de un pecio semienterrado pero en el cual todavía se podía leer su nombre. “stromboli”.
Se despertó sudando. Había tenido una pesadilla…se duchó y comenzó su rutina diaria.
Llegó al despacho a la hora habitual, y la recepcionista le dejo un mensaje muy extraño: Te ha llamado un tal Horacio. Y que te dejará un mensaje. “El único superviviente del Stromboli fui yo!”

Miedo a la crisis o la crisis del miedo...

Dudo que salgamos de esta crisis.
Porque no se ve luz al final del túnel porque simplemente no hay túnel.
El problema es…¿que actitud tenemos cada uno de nosotros para hacer que las cosas cambien?. ¿Depende de nosotros?. ¿Podemos hacer algo?. No se trata tampoco de hacer un reset y empezar de cero porque no creo que esa sea la cuestión, pero si el intentar cambiar de actitud para enfrentarnos a ese “dragón” que es la crisis.
Desde la humildad, y si las cosas no funcionan de una manera, probarlas de hacer de maneras diferentes aunque eso quiera decir arriesgar. Porque no hay nada que frene más la iniciativa y la creatividad que el miedo.
Pero…¿qué tendrá que ver el miedo con la crisis? Pues yo diría que todo!. Porque el miedo hace que se tomen posiciones mucho más conservadoras, no se consuma porque además el miedo hace que se tenga miedo a perder el trabajo, a que te digan que no, a que no sea el momento de montar nada, a que cada vez más se piense en “pequeño”, a utilizar esa expresión tan “y si…” como queriendo decir que no hagas cosas porque te aparecerá un “y si…”
Entonces lo que necesitamos son dosis de confianza en nosotros mismos y perder el miedo en proponer o cambiar las cosas.
Dosis de imaginación. Mucho esfuerzo. Pero sobre todo y para superar el miedo ¡valentía!
Porque el ataque es la mejor defensa. Así que debemos ir saliendo de nuestras trincheras, y dejemos de culpar al entorno, porque el entorno lo hacemos entre todos agazapados, entonces hay que salir y tirar la primera piedra
-joder tio! Que daño me has hecho! que coño haces?
-Es que este post me ha animado a tirar una piedra
-Coño! Que era una metáfora!!!. Y además, hacia donde tiras la piedra?
- Pues no sé yo, pero para probar..¿no?
- grrrrrr….