lunes, mayo 04, 2009

FRIKI 2

Por fin he llegado al punto donde ayer oí el grito. Al mediodía no había nadie paseándose, muy buena mañana. Desde ayer que no paro de pensar en el grito. Apoyo la bici en un árbol un poco escondida, y me adentro en el frondoso bosque. Voy abriéndome camino hacia abajo mirando tanto a la derecha como a la izquierda. No encuentro nada. Tampoco sé lo que busco. He bajado unos 50 metros y pienso que es imposible encontrar nada. Bueno, ya está ya me he quedado tranquilo. Total que pensaba. !Ostras! el desnivel es considerable. Subo abriéndome camino por sendero paralelo al que he bajado. A veces veo tierra levantada. Son las huellas de los jabalies cuando levantan con los colmillos porciones de tierra. Lo dejan todo como pequeños agujeros. Al iniciarme por esos bosques estuve mucho tiempo pensando que esos agujeros los hacían los buscadores de setas, hasta que un día ví a un grupo de jablíes como levantaban la tierra. Ah! Es eso! Pensé. Estaba a punto de ascender por la última rampa, la que me lleva al camino cuando me giro por última vez y me doy cuenta que un poco más arriba hay unas ramas de helechos rotas. Y mías no son, porque he optado por descender y no ascender. Allí hay algo, está todo muy pisado por aquella zona. Me invaden los fantasmas y se me acelera el pulso. Llego al punto en que parece está más movido y veo un pastor alemán estirado. ¿Estará muerto? Lo miro detalladamente. !Está muerto!. No se mueve y se aprecia perfectamente un disparo en el costado superior. Pobre bicho, pienso. Ni lo toco, pero instintivamente sigo subiendo por el sitio que parece más marcado. Las pulsaciones se me aceleran y me veo algo ha unos quince metros. Alguien parece atado a un arbol. Si,si. Distingo claramente los brazos. Es curioso pero ya no tengo miedo, solo quiero ver quien hay atado en ese árbol. Llego y me encuentro a una mujer con el pelo largo con la cabeza bajada. Joder! Parece muerta. Que marrón!. Tiene la boca tapada con un ancho trozo de cinta americana. No se mueve, miro mi móvil pero no quiero perder más tiempo. Cojo de un extremo de la cinta americana y de un tirón se la despego de la cara. Joder! Que daño pienso. Y la mujer me abre los ojos!. !Está viva!.
Le voy dando palmadas seguidas a la cara para reanimarle. “venga, venga despierta”- le digo y esta vez abre los ojos durante más tiempo. Me mira con unos bonitos ojos verdes pero presa del pánico. Susurra algo inteligible. Intento desatarla pero no puedo. Lo intento varias veces, y me doy cuenta de que tiene todos los brazos con cortes. Ostia puta! No puedo! Dios mío!. En la bolsa de la bici de debajo el asiento tengo una herramienta que me puede servir. Noto que la chica se intenta mover. Me giro y la miro, sigue con los ojos abiertos e intenta hablar, “ayúdame” me dice como puede.
“No hables, voy a por agua” y veo que vuelve a cerrar los ojos. Llego deprisa a la bici donde cojo de la bolsa la herramienta multiusos y el bidón de agua, y me vuelvo hacia la chica. Con la precipitación tropiezo y me caigo aparatosamente. Me reincorporo torpemente recojo el bidón y me dirijo hacia la chica. Le doy un poco de agua introduciéndole el pitorro en la boca y apretándolo para que salga un buen chorro de agua. Parece que le gusta, y que se reanima. Intenta zafarse de la cuerda inútilmente.
“ Calma, calma, ahora te libero…” le digo. Abro la herramienta e introduzco el punzón moviéndolo frenéticamente para poder aflojar el nudo. Me paso cinco minutos hasta que libero el nudo. La chica consigue adelantar los brazos doloridos, sucios y ensangrentados. Yo la aguanto por los hombros para que no se caiga. Parece mareada, cuando de repente me abraza y apoya su cabeza en mi hombro. Entonces rompe a llorar desconsoladamente.
“venga, venga, ya ha pasado todo…” la consuelo sin tener ni idea que hacer. Son las cinco de la tarde e intento llamar a la policía. Sin cobertura. “puto móvil” exclamo. La dejo sentada y le pregunto. “¿puedes andar? “creo que si” me dice apoyándose con un brazo en mi hombro. Llegamos al camino. Lo más corto será subir hasta la carretera y parar a algún coche. Que camine apoyada en la bici pienso. ¿Y la bici? No puede ser. Me doy cuenta de que la bici ha desaparecido… !Hay alguién por aquí!. Vaya marronazo!

domingo, mayo 03, 2009

FRIKI

Me he levantado con la resaca psicológica del 2-6 del Barça al Madrid.
Flaco favor se le ha hecho al Madrid. Porque ha dejado en evidencia que está para hacer un equipo nuevo, con entrenador incluido. Pero ...!que- coño- hago- yo- hablando- de futbol!!. Es que debo estar fatal. Quería navegar en mi barco nuevo de dos tripulantes, pero haciéndolo sólo.
Dicho y hecho. A las 12.30 ya estaba navegando.
Y hacia viento. Y ido alejándome paulatinamente del puerto. Que bien que navega. Es realmente rápido aunque lo suyo sería salir con otro tripulante, más que nada por si vuelcas puedes “desvolcar” con más rapidez, porque el mar está algo frío. Porque digo algo frío cuando lo que está es “helado”.Pero no importa porque con tanto “rebujito” igual se me quita la tontería. Quería ver delfines, pero no han aparecido. Mira que si me sale la ballena que vieron la semana pasada (Rorcual común) a tan solo una milla y media del puerto. Me cago. Igual no y la sigo. No ha sido el caso. Sólo me he cruzado con uno de esos extraños peces ( pez luna) que parecen atontados nadando por la superficie, movientdo acompasadamente una aleta. En fin una buena singladura.
Por la tarde y después de la siesta inevitable he cogido la mtb, y como siempre al monte. Se notaba que hacía poco había llovido. El bosque estaba muy frondoso, y la tierra todavía húmeda. Yo iba como siempre con el mp3, bajando con rápidez cuando ha habido cambio de tercio de canción y entonces he oído un grito espeluznante: " Socorro!". Pero gritado con pánico. por lo que me he asustado, he parado la bici y he desconectado el ipod. Eran las 6.15 pm. En los bosques de Collserola. Silencio durante los interminables cinco minutos siguientes.
No lo he vuelto a oír. Me he asomado al frondoso bosque otra vez y no he visto nada. “lo debo haber imaginado” – me consolaba yo mismo, incapaz de iniciar un búsqueda. Sabía que era “imposible” – como me podía haber imaginado un grito así, ha sido real.
Lo que es las casualidades. Siempre cojo el móvil. Pero hoy no lo llevaba.
Silencio. Los habituales pájaros del bosque. Como si no hubiera pasado nada.
Grito: “Hola…hay alguien?”. Espero un rato y no hay respuesta.
El miedo se apodera de mí. Silencio.
Igual era alguien que bromeaba, pienso yo intentando sacarle “hierro”. Aunque en el fondo pienso que no.
Decido continuar. Esta vez sin ipod y muy alerta. Pero estoy preocupado. ¿Que debe haber sido ese “grito”?.
Se me ha cruzado treinta metros por delante un jabalí, pero no le hecho ni caso. No estoy para animalitos. Me cruzo con una pareja en el camino paseando un perro que se dirigen hacia donde yo he oído el grito. Pienso que si alguien vuelve a gritar ellos podrán ir en su ayuda, y además tienen un buen perro (pastor Alemán). Les comento que me ha parecido oír un grito se socorro, pero que me he quedado en el sitio cinco minutos y no he visto nada.
¿Pero que podía haber hecho?. No podía empezar a buscar en el bosque a nadie. Puaj que cobarde que soy. ¿Y si alguien necesitaba mi ayuda?. El problema es que no podía saber quién era y dónde estaba .No me lo saco de la cabeza.
Probablemente sea la única persona en el mundo que el mismo día ve un pez luna y un jabalí. Eso no es ni bueno ni malo. Pero es curioso. Pero lo que si estoy seguro es que he sido la única persona del mundo que además de ver un pez luna y un jabalí, ha oído un grito espeluznante de socorro. Me he pasado el resto de la tarde preocupado. Y si llamo a la policía. ¿Que les diré? que me ha parecido oír un grito de socorro, pero que no estoy seguro y que yo no he visto nada sospechoso. Pero no me he quedado tranquilo hasta que lo he hecho.
He llamado a la policía y les he comentado el hecho del grito. Me han dado las gracias, y se lo pasarán a los guardas del parque que se den una vuelta por el camino de la “Font groga” que ha sido donde he oído el grito. No estoy convencido de que me crean. Ni tan siquiera de que lo tengan en cuenta.
Pero poco más puedo hacer. Si no he visto nada ni puedo poner denuncia de nada. En cualquier caso mañana al mediodía volveré…

viernes, mayo 01, 2009

El Fandi

El Fandi recoge las banderillas y se dispone a clavárselas a Bulgaro, el bravo toro, negro como el carbón, de 555 kilos de peso, que se lo mira con ojos de venganza mientras el Fandi se dirige sin perderle la mirada hacia el centro del coso del arenal de la Maestranza de Sevilla. La acción se desarrolla en pocos segundos. “Eh!...!TORO!..” Levantando los brazos mientras se aguanta en las puntas de las sandalias contrayendo los glúteos. “!Toro!- grita El Fandi. La tensión es máxima. El toro se prepara para la embestida y los dos inician la carrera hacia el lance.. El Fandi, con un rápido movimiento y haciendo gala de unos excelentes reflejos salta en el momento preciso y le clava las banderillas en el lomo de bravo animal. El animal brama de dolor y se gira otra vez hacia el Fandi que valientemente se planta a escasos dos metros de sus temibles cuernos. Y se miran. Pasan unos cinco segundos interminables volviéndose a mirar a los ojos, con respeto pero sin miedo. Uno frente al otro, y esta vez el Fendi desarmado. Le estira el brazo, y en ese momento le hace el “desplante”, le da la espalda ante el apasionando “óle” del público emocionado, agradeciendo su coraje con una fuerte ovación. El toro se lo mira mientras Fandi va a por la capota.
No me apasionan los toros, pero debo reconocer que el espectáculo es impresionante. La gente lo vive con intensidad y a pesar de que el toro va a morir irremediablemente lo va hará con orgullo y casta, en manos de un bravo torero.
Se marcan las líneas rojas de los tercios, con una regadora extendiendo el liquido rojo que en un primer momento pienso que es pintura. Que ingenuo. ¿Como ve a ser pintura? Y es que nunca me acabaré acostumbrando.
Aunque el haber sido invitado a la Maestranza en ese sitio tan privilegiado, desde la barrera, donde se oye hasta la respiración del torero y el jadeo del animal ha sido una experiencia inolvidable, al margen de mi opinión en contra el sufrimiento del animal, aunque sea con nobleza.